La noche de la caridad: ¿de qué se trata esta movida solidaria y a cuánta gente ayuda?

La organiza la Parroquia Buen Pastor del barrio de Caballito. ¿Por qué decenas de voluntarios viajan desde otros barrios para brindar apoyo a personas con carencias? Los testimonios.

Delfina Bidegain
UtopiaUAI
6 min readJun 15, 2024

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Cuatro voluntarios de la Parroquia sirviendo comida a personas con escasos recursos económicos.
Cuatro voluntarios de la Parroquia sirviendo comida a personas con escasos recursos económicos. (Fuente Delfina Bidegain)

Cada jueves a las 20:30 horas, la Parroquia del Buen Pastor de Caballito, situada en la calle Dr. Juan Felipe Aranguren 691, se convierte en un refugio vital para 200 personas en situación de calle o con escasos recursos económicos.

Más allá de ofrecerles una cena reconfortante, el lugar les provee ropa y viandas de comida, destacando así un firme compromiso con la solidaridad y el apoyo a los más vulnerables en la comunidad.

Hace 24 años, nació esta iniciativa de solidaridad que perdura hasta el día de hoy bajo el nombre de “La Noche de la Caridad”. En sus inicios, los voluntarios no se limitaban a las paredes de una iglesia, sino que recorrían las calles en búsqueda de aquellos que necesitaban alimentos. Cargaban con viandas y termos en sus manos, desplazándose desde el Parque Centenario, pasando por el Parque Rivadavia y culminando en la estación Primera Junta.

Sin embargo, con el advenimiento de la pandemia, la situación cambió y se vieron obligados a trasladar la actividad al interior de la parroquia. A pesar de las adversidades y del contexto de COVID-19, las personas continuaron asistiendo, porque para muchos esta cena era su única garantía de alimentación.

Silvia Burgos, la coordinadora de esta acción humanitaria, compartió sus reflexiones: “No solo nos piden comida y abrigo, sino también necesitan alguien que los escuche. Antes teníamos conversaciones más cercanas, pero ahora, debido a la gran cantidad de personas que asisten, todo se gestiona desde las ventanas y no tenemos un contacto tan directo con ellos”.

Burgos señaló que entre las personas que asisten se encuentran personas sin hogar y aquellos que, aunque tienen un techo, enfrentan dificultades económicas que les impiden acceder a una alimentación adecuada. A menudo, se acercan al lugar familias completas y una significativa cantidad de personas mayores.

“La asistencia no se limita al barrio; recibimos a personas de lugares tan lejanos como Moreno, Retiro y Liniers, que viajan en búsqueda de una comida caliente”, añadió Burgos.

El servicio de alimentos se inicia a las 20:30 horas, aunque las personas suelen formar fila aproximadamente una hora antes para asegurar su lugar. En cuanto al menú, se ofrece una sopa como entrada, seguida de opciones rotativas para el plato principal que incluyen arroz con pollo, fideos o polenta, acompañados de una porción de pizza.

También se les proporciona agua o jugo. Como postre, se ofrece una porción de budín. Además, cada persona recibe una bolsa con pan fresco y una factura para el siguiente día.

Viandas que proporcionan la Parroquia Buen Pastor como desayuno. (Fuente Delfina Bidegain)

La solidaridad se hace presente en el barrio, ya que la pizzería Pinocho, situada en la calle Neuquén 799, se une a la causa donando alrededor de 10 prepizzas cada jueves para “La Noche de la Caridad”.

Además, la panadería El Amanecer, ubicada en Felipe Vallese 1101, contribuye con la causa ofreciendo el pan y las facturas que no se vendieron.

Humberto Bellone, encargado de la gestión de los recursos financieros necesarios para llevar a cabo esta labor, explicó: “Contamos con donaciones directas de alimentos por parte de generosos contribuyentes, así como con aportes económicos de miembros de la comunidad parroquial, que nos permiten adquirir los insumos necesarios. Sin embargo, en caso de necesitar algo adicional, los voluntarios realizamos una colecta entre nosotros o aportamos alimentos de nuestros propios hogares”.

En relación a los recursos indispensables para llevar a cabo esta acción solidaria, Bellone señaló que los elementos más costosos son los envases, vasos y cubiertos desechables. Por esta razón, se ha implementado un programa de reciclaje para reutilizarlos y minimizar costos.

Pizzas que dona la pizzería del barrio Pinocho. (Fuente Delfina Bidegain)

Durante los meses de enero y febrero, varios comedores sociales suspenden sus actividades, dejando a muchas personas desamparadas en busca de comida.

Esta situación obliga a los habitantes habituales de estos comedores a desplazarse largas distancias en busca de ayuda, encontrando refugio en la Parroquia Buen Pastor, que mantiene sus puertas abiertas de manera constante. Anteriormente, alrededor de 120 personas solían acudir a la “Noche de la Caridad”, pero desde el verano, esta cifra ha aumentado a 200, reflejando así la creciente demanda de asistencia durante estos meses.

Para asegurarse de que nadie quede excluido de las celebraciones navideñas, la parroquia organiza un evento especial el jueves anterior a la Navidad, que reúne a 300 personas en el patio de la parroquia. Durante esta ocasión, las personas disfrutan de un animado espectáculo folclórico y de una abundante comida.

Asimismo, para la víspera de Año Nuevo, se prepara una comida especial el jueves previo a la festividad, aunque no se lleva a cabo un evento tan grande como el de Navidad.

Evento de Navidad en la Parroquia Buen Pastor. (Fuente Silvia Burgos)

Las personas que hacen esta acción humanitaria posible son un equipo de 20 voluntarios. No pertenecen al barrio, la mayoría son provenientes de diferentes localidades como Lanús, Palermo, La Paternal o La Matanza, todos se unen en este notable esfuerzo.

Aunque el número de voluntarios es significativo, la tarea de preparar, servir y limpiar requiere de una amplia colaboración. Los voluntarios destinan su tiempo desde las 17:00 hasta las 23:00 horas para asegurarse de que todo transcurra sin contratiempos.

María del Carmen Saboya, una voluntaria comprometida con esta causa desde hace más de una década, compartió algunos relatos conmovedores que ejemplifican la importancia de esta labor solidaria. “Muchas personas nos solicitan no solo ropa, sino también artículos de higiene básica. Recuerdo especialmente el caso de una joven que nos relató que tenía una entrevista de trabajo y necesitaba desesperadamente jabón, cepillo de dientes, shampoo, una camisa, todo lo necesario para presentarse adecuadamente”, explicó María.

La voluntaria también narró la historia de una niña de 14 años que ha asistido regularmente a las comidas de la parroquia desde su infancia. “Recuerdo cuando celebramos su primer año con una torta especial en la estación de Primera Junta”, añadió María, destacando la conexión y el impacto positivo que esta acción solidaria ha tenido en la vida de la comunidad.

Al momento en que las personas reciben su plato de comida, se observan diversas reacciones. Mientras muchos expresan su gratitud por la ayuda recibida, otros muestran descontento con el alimento del día, y algunos llegan incluso a manifestar agresividad hacia los voluntarios encargados del servicio.

Esto ocurre particularmente cuando se les pide que esperen por más comida o se les informa que no pueden repetir su plato para permitir que otros también puedan alimentarse. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, los voluntarios han perseverado en su compromiso de asistir y brindar ayuda cada jueves durante los últimos 24 años.

En la Parroquia del Buen Pastor, la solidaridad y el compromiso con los más vulnerables son pilares fundamentales que se sostienen semana tras semana. A través de la “Noche de la Caridad”, esta comunidad ha demostrado durante 24 años su capacidad para unir fuerzas y ofrecer apoyo incondicional a quienes más lo necesitan. En cada plato de comida servido, en cada gesto de empatía y en cada momento compartido, se fortalecen los lazos comunitarios.

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