La rotonda: un barrio en medio de la contaminación por una fábrica
“Industrial Varela” es una fábrica que se dedica a la operación y el reciclaje de baterías de plomo, el cual se encarga de contaminar el barrio permanentemente.
La Rotonda, es un barrio que se encuentra en Florencio Varela, en el kilómetro 32,5 en la ruta provincial N°36, a un kilometro de la rotonda de Alpargatas. Forma parte de la localidad de Ingeniero Allan, la cual se fundó el 19 de abril de 1893.
Este barrio está habitado por más de 3500 personas. Cuenta con una escuela, N°42 llamada “Benita Gorostidi”, un centro de salud primaria, llamado Unidad Sanitaria “Dr. Santiago Mandirola”, una iglesia cristiana llamada como el barrio mismo y por último, pero no menos importante, una fábrica. Ésta pertenece a la empresa de Alpargatas Argentina; Una planta de la compañía farmacéutica estadounidense Abbott Laboratories.
Según su página web, ésta fábrica inició en el año 1970, dando lugar en 2001 a tener más capacidad. Se dedica a la operación y reciclaje de baterías de plomo y gel. Esta fábrica está habilitada por la O.P.D.S (Operadora Provincial de Desarrollo Sostenible). que se dedica a mejorar y preservar los distintos puntos biológicos y también la calidad de vida de los ciudadanos. Pero, según los vecinos del barrio, esto no es así.
El barrio La rotonda, hace siglos que lucha contra la contaminación que despide esta fábrica. En el año 1997, el barrio se declaró en estado de emergencia debido a Industrial Varela, como así también en el año 2006 bajo crisis ambiental. Ese mismo año, según el diario Tiempoar, el municipio de Florencio Varela realizó estudios de aire y suelo, en donde también analizaron el estado de salud de los vecinos del barrio. De 373 personas a las que les realizaron estudios, un 56% eran menores de 15 años y de ese porcentaje, el 21% tenia Plombemia en sangre. Cabe recalcar que el envenenamiento por plomo es mucho más grave en niños que en adultos, afectando así su desarrollo cognitivo.
“Venia la gente de Industrial Varela a rellenarnos las calles por que estaban muy poseadas, venían y nos tiraban unas cosas blancas, como cenizas” cuenta Lucia Choque, vecina del barrio. “Un día vino una vecina a preguntarme cómo permitía que me tiren esto en la calle, me dijo “esto es plomo puro, es contaminación” continuó.
Desde ese entonces, vecinos, incluyendo a Lucia, empezaron a investigar más acerca de esta fábrica; qué hacían ahí, qué químicos trataban, por que tiraban eso a la calle, etc. Con el pasar de los días, los meses y los años, la fábrica despedía olores realmente insoportables, de los cuales a día de hoy siguen estando, impidiendo respirar aire puro.
Lucia es una vecina que vive hace más de 20 años en el barrio. Es maestra jubilada de la escuela N°42 ya mencionada “Benita Gorostidi”. En una entrevista de utopiaUAI ella decía que no sabia porqué los chicos no aprendían en el colegio; Después de investigar, pudo confirmar que la contaminación por el plomo afecta al funcionamiento del cerebro de los chicos.
Junto con Marcela Acosta, otra vecina, un día hicieron una asamblea en la sociedad de fomento del barrio para comentarle a los vecinos lo que investigaron sobre esta fábrica, qué medidas podían tomar. “Y ahí uno dice ‘¡corte de ruta!, ¡corte de ruta!’.” dice Lucia.
Y ahí se llevó a cabo el corte de ruta en donde, según cuenta Lucia, eran solamente mujeres y niños ya que en esa época, los hombres trabajaban.
Su idea principalmente no era cortar la ruta, sino repartir volantes a los autos estacionados en el semáforo para hacer conocida, de alguna manera, la situación que se estaba viviendo en el barrio La rotonda.
Debido a un vecino que decidió cortar una mano de la calle, llamaron a infantería en donde, según relata Lucia, les pegaron, los palearon, los garrotearon para sacarlos de allí. De hecho, Lucía tiene una denuncia por los golpes que recibió en la cabeza donde se tuvo que hacer radiografías debido a esto.
En el corte de ruta, cuando apareció infantería, empezó a aparecer más gente del barrio uniéndose al reclamo. Debido a esto, las fuerzas preguntaron qué era lo que querían, qué querían lograr con este corte. A lo que ellos contestaron “queremos la clausura de la fábrica Industrial Varela” confirmó Lucia.
Luego de esto, la fábrica fue clausurada por 5 días, los cuales fueron totalmente en vano ya que después de esos días, la fábrica volvió a abrir.
Según el diario Tiempoar, el 30 de marzo del 2022, el Juzgado Contencioso Administrativo de La plata, declaró a la fábrica Industrial Varela como el total responsable del daño ambiental gracias al reclamo hecho en el año 2016 por los vecinos del barrio, para vivir en un ambiente más sano.
El arroyo Las Conchitas es otro de los principales focos de inoculacion. Ubicado en Florencio Varela, que luego pasa por la localidad Presidente Perón, sigue por Berazategui y desemboca en el Rio de la Plata. Este arroyo presenta una gran contaminación biológica química por la cantidad de líquidos que se distribuyen allí, tanto industriales como cloacales.
Después de esto, se logró llevar la causa a juicio, en el cual, según el diario Tiempoar, se logró un fallo a favor del barrio y de los vecinos. Este fallo fue logrado gracias a la jueza María Fernanda Bisio, donde señala que a mas de 40 años de funcionamiento de la fábrica, NO contaba con los elementos adecuados que establecen las normas ambientales para su funcionamiento, tampoco con un certificado de aptitud ambiental ni un seguro del mismo. Tampoco tenían permitido, lo que se mencionaba anteriormente, el hecho de distribuir los líquidos por el arroyo. Como si esto fuera poco, la jueza agregó que Provincia NO cumplió con su obligación de supervisar y fiscalizar a la empresa que está operando y reciclando plomo en un barrio donde viven más de 3500 personas.
Finalmente, se dictó el traslado de la fábrica a un predio de un Parque Industrial o que restituyan su actividad en un plazo de menos de un año.
Sin embargo, la fábrica Industrial Varela sigue funcionando a día de hoy, la contaminación y la forma de vivir cada vez es peor, empeorando así también la salud de los vecinos del barrio La Rotonda.
Por: Valentina Arrigo.
