Renacer de las cenizas: un incendio destruyó su casa y su negocio pero supo reinventarse
La historia de César Abregú y su familia es un ejemplo inspirador de cómo enfrentar y superar las adversidades.
César Abregú es un nombre que resuena en Tortuguitas. No solo por sus negocios, sino por su increíble capacidad para levantarse frente a las adversidades. Su historia, marcada por el trabajo duro y un devastador incendio, es un testimonio de fortaleza y determinación.
La trayectoria laboral de César comenzó temprano. A los nueve años, ya repartía sobres para el Correo Argentino, combinando sus estudios con largas horas de trabajo en bicicleta, recorriendo barrios. Este espíritu trabajador lo acompañó durante toda su vida.
Tras completar sus estudios, César trabajó en distintas instituciones en la provincia de Tucumán, incluyendo la Universidad Santo Tomás de Aquino y la Casa de Gobierno, donde desempeñó roles importantes en el área de contabilidad.
Su carrera continuó en el Banco Comercial del Norte, ascendiendo hasta el puesto de tesorero antes de mudarse a Buenos Aires debido a problemas familiares.
En Buenos Aires, César se adaptó rápidamente, trabajando primero en una inmobiliaria y luego en la empresa Saymat.
Finalmente, encontró estabilidad en el Banco Tornquist, donde trabajó durante 35 años. Después de la venta del banco, decidió retirarse debido a diferencias con los nuevos dueños.
Con la indemnización en mano, César decidió no quedarse quieto.
Alquiló un local y, tras venderlo, compró un chalet en Tortuguitas, donde vive con su familia desde hace 26 años. En 1998, convirtió el comedor de su casa en un minimercado. En el día a día, contaba con la ayuda de su esposa e hijos.
Sin embargo, en septiembre de 2003, un incendio devastador destruyó su hogar y el negocio que habían construido con tanto esfuerzo.
La familia perdió todo en ese trágico accidente, enfrentándose a la desesperación y la incertidumbre.
Pero la historia de César es una de resiliencia.
“Meses después del incendio, logramos reconstruir nuestra casa y nuestro negocio”, le dice a UtopiaUAI.
Con una determinación inquebrantable, la familia levantó de nuevo su hogar y trasladó su negocio al centro de la ciudad.
Hoy, administran una despensa y fiambrería, y recientemente inauguraron un nuevo local de artículos de limpieza y perfumería.
César nos cuenta cómo maneja la carga física a sus 75 años, para dirigir dos negocios “Para mí hacerlo físicamente no es un esfuerzo grave, para mí es un entretenimiento, me sirve como terapia también”.
El horario de trabajo en sus negocios es extenso, pero César y su familia lo manejan con dedicación, comenzando a las 9:00 de la mañana y terminando a las 3:00 de la madrugada.
“Tantos años trabajé en el banco que para mí esto es como un juego. Y en cuanto a lo físico, tengo 75 años y sigo laburando porque me gusta”, afirma.
“Mentalmente para mí es una comodidad hacerlo, me es fácil hacerlo, ya que tengo mucha práctica de tanto años y pude en mi trayecto de vida conocer diferentes rubros”.
La historia de César y su familia es un ejemplo inspirador de cómo enfrentar y superar las adversidades. Su capacidad para reconstruirse después de un desastre muestra que con esfuerzo, determinación y apoyo familiar, es posible resurgir de las cenizas y continuar creciendo.
