Salvador: la historia de un chico adoptado que quiere ayudar a otros como él
En 2005, su madre biológica lo dio en adopción. Estrella lo recibió con amor y los brazos abiertos, quiere ser abogado para dar una mano desde el Derecho a los que pasaran lo mismo que el.
Salvador nació un 10 de diciembre en 2004 y fue dado en adopción casi al año. Con diez meses de vida, su madre biológica lo entrego y llegó a la vida de Estrella, su madre adoptiva. Ella le dio la bienvenida a su corazón y hogar. Hoy estudia abogacía en la UBA, para poder ayudar a los chicos que pasan situaciones como la de él.
Olga, una vecina de la familia se presentó en la puerta de la casa de Estrella, avisándole que había una madre en la zona que daba al niño en adopción, que analizara la propuesta y le comunicara su decisión.
Luego de unos minutos de que sucede esta conversación, llega a la casa Bárbara, la hija de la vecina afirmándole que el bebe del que su madre hablaba era el que tenía que ser su futuro hijo. Sin más preámbulos Estrella junto a las vecinas fueron a conocer a Salvador.
“Ella a partir de ese momento iba a cuidar de mí, mi madre biológica le entregó los papeles, el acta de nacimiento y otros papeles y se cerró la especie de trato”, asegura Salvador. “Después tuvieron que cerrar la adopción y otros trámites a lo largo de mi vida, pero ya tenía una familia” agregó en diálogo con UtopiaUAI.
En el transcurso a la vuelta a su casa, Estrella se detiene en un supermercado para hacer las compras necesarias para un bebé, encontrándose con Gumersinda, la abuela de Salvador.
Se enteró en ese momento que había un nuevo integrante en la familia.
“Cuando se encontraron mi mamá y mi abuela en el súper, mi abuela con solo verme en los brazos de mi mamá entendió todo, entre mis vecinas y mi abuela ayudaron a elegir lo mínimo indispensable para mí”, manifestó.
“Llegué a mi casa un 11 de octubre del 2005 y nunca más me fui, vivo actualmente, acá en Boulogne junto a mi mama y abuela”.
Esta fecha resonó tanto en su vida que decidió que su primer tatuaje fuera el día donde su nueva vida inicio.
Se sabe que en Argentina los trámites para adoptar no son muy rápidos y fáciles, en este caso duro varios años, antes de cumplir los 18 pudo finalizar su adopción.
“En mi caso se centraron en el traspaso de titular a cargo de mí”, comentó.
En el momento de los nervios y la alegría la abogada recomendada por sus vecinas, se centró en que Estrella sea la titular a cargo del bebe, más adelante se cambió a otra abogada que terminó de tramitar toda la adopción.
“Con mi poco conocimiento tuve algunas charlas con los jueces para saber cómo yo me sentía con todo lo que estaba pasando”, comentó.
Al principio eran preguntas para un niño de 7 años.
Cómo se sentía con la situación y como era su familia, luego cuando creció y tenía alrededor de 12 años se hicieron preguntas más exactas para poder terminar de tramitar su DNI y permisos necesarios para poder salir de la provincia y del país.
Años siguientes, a mediados de julio del 2020, su madre recibe una llamada de la abogada, confirmándole que luego de mucho tiempo y tramites, Salvador oficialmente era su hijo legitimo.
“Mi mamá entró a mi pieza, después de recibir la llamada de la abogada y me dice que ya soy oficialmente su hijo”, expresó alegre.
“Fue un momento de mucha felicidad, los largamos a llorar, nos felicitamos entre nosotros y mi abuela que también estaba escuchando atentamente”.
“Lo que faltaba para terminar todo este lio, era mi DNI”. Él debía decidir si dejaba el apellido de la madre biológica o no.
Pensó bastante, ya que le tenía aprecio al apellido “Poyo” ya que todo el mundo lo conocía por su apellido, y era parte de su identidad.Finalmente decidió dejarlo y agregarle el de su mama adoptiva.
“Dejé el Poyo porque todo los que me conocen me dicen así, puse primero el de mi mamá y después este, en mi DNI estoy como Salvador Bagnon Poyo” detallo a Utopía UAI.
Mientras estaba en el secundario recibió bullying por parte de sus compañeros por ser adoptado.
“Me decían que ellos habían nacido por su madre verdadera, que no eran adoptados como yo”, comentó.
Esto en parte fue el motivo por el cual decidió estudiar abogacía, lo incentivo a poder ayudar a niños como é.
“Esto que viví fue una parte, yo siempre tuve en claro que quería ser abogado de familia, poder decirle a los chicos que yo estuve en su lugar, que sepan que no están solos” agrego finalmente.
