Desmitificando la UX y la UI
Dentro de la industria tecnológica y los servicios donde predomina la interacción, escuchamos a menudo hablar de la Experiencia de Usuario (UX por sus siglas en inglés User eXperience), y de la Interfaz de Usuario (UI, en inglés User Interface), dos siglas que crean confusión por sus coincidencias en algunos aspectos, pero que tienen enfoques y tareas distintas.
La UX no es la UI, pero la UI forma parte de la UX.
Lo más frecuente es que se confunda la UX y la UI, ya que, la Interfaz de Usuario es una parte inherente de la Experiencia de Usuario. Esto hace pensar a muchos que la UX se limita al diseño de interfaces digitales atractivas y con información accesible al usuario.
Lo cierto es que la UI es el medio para crear la interacción, es decir, es la interfaz con la cual el usuario interactúa, por ejemplo: el teclado de un móvil, una página web, una aplicación móvil, un videojuego, los botones táctiles de una lavadora, un mando de televisión, etc.
Cuando se crea una Interfaz de Usuario se abordan preguntas como: ¿Para qué tipo de dispositivo vamos a diseñar? ¿Cómo organizamos la información para proporcionar una interacción más intuitiva? ¿Cuáles son los hábitos de uso del usuario? ¿Qué aspecto debe tener?¿Qué tipografía vamos a utilizar? ¿Qué colores?, etc. Es decir, se organizan los contenidos gráficos y textuales aplicando principios básicos de diseño, y se toma en cuenta los hábitos del usuario, los dispositivos, la accesibilidad, las estrategias SEO y los estándares web para entonces crear interfaces claras, intuitivas y estéticamente agradables que se conectan con los humanos.
Sin embargo, para que la UI sea acertada, debe tener como base un trabajo mucho más profundo, ese de la UX, cuyo objetivo es conocer bien a los usuarios para diseñar productos o servicios útiles, usables, deseables, encontrables, valiosos, accesibles y creíbles, que aporten un verdadero valor a las personas.
Pero entonces, concretamente, ¿cuál es la diferencia entre la UX y la UI?
La UX es como el usuario «percibe» un producto o un servicio cuando interactúa con él, son las emociones que crea esa interacción. En cambio la UI es el «medio» para crear esa interacción, es el producto que se presenta al usuario y con lo que se interactúa.
Esto quiere decir que la Experiencia de Usuario va más allá del diseño, cuando se habla de la UX se abordan preguntas como: ¿Quién es es mi usuario final? ¿A qué tipo de mercado, industria o sector me enfrento? ¿Cuáles son los objetivos de negocio? ¿Cuáles son las necesidades que tiene el usuario? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Qué problemas se enfrenta mi usuario? ¿Cómo puedo resolverlos? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Porqué utiliza el producto? ¿Dónde utiliza el producto?, etc.
La Experiencia de Usuario no se limita solo a los factores de estética e interacción. La UX analiza en profundidad al usuario final y aporta soluciones en torno a los problemas de estrategia de negocio, tasa de conversión, utilidad del producto o servicio, y todos los problemas asociados al uso, disfrute y satisfacción cliente.
A la hora de crear un producto, la Interfaz de Usuario no es suficiente por sí misma, es como crear embalaje sin contenido.
Para crear una Experiencia de Usuario óptima es fundamental definirla desde la empatía, es decir, analizar y definir los perfiles de usuario para conocer sus necesidades, sus motivaciones, sus objetivos y sus debilidades, y crear un producto que satisfaga sus necesidades, que llene, o incluso exceda sus expectativas.
Debemos diseñar un producto o servicio conociendo a nuestros usuarios. Para lograrlo existen diferentes tipos de metodologías. No obstante, existe un enfoque o una filosofía llamada Diseño Centrado en el Usuario (UCD en inglés User Centered Design), que parte de la siguiente premisa:
El usuario siempre debe ubicarse en el centro de todas las decisiones durante la planificación, creación, evolución o rediseño de un producto o un servicio.
O lo que es lo mismo, hay que incorporar a nuestros usuarios en todas las fases de creación del producto o servicio, para evaluarlo y mejorarlo tomando en cuenta sus opiniones.
Como hemos visto, la UX toma en cuenta primordialmente a los usuarios, pero no podemos ignorar los objetivos de negocio, ni las variables y disciplinas que intervienen para crear una buena UX, como lo son:
- La arquitectura de información (AI)
- La usabilidad
- El diseño de interfaz (UI)
- El diseño de interacción (IxD)
- El diseño de navegación
- El contenido
- La ergonomía
- La accesibilidad
- El marketing
- El branding
- La planificación de estrategia
- La ingeniería web
- La psicología
- Entre muchos otros…
Para hacerlo simple
💣 Si no ofrecemos al usuario un producto o servicio que sea útil*, el usuario sencillamente seguirá su camino hasta encontrar ese producto o servicio que satisfaga sus necesidades.
*Para una persona algo es útil cuando se encuentra con sus necesidades (y útil puede ser distinto según muchas personas).
Lo que deberías saber
👉🏻 La UX se aplica en productos, sistemas y servicios. Hace que las interfaces sean útiles y crea emociones en las personas. Mejora la tasa de conversión de negocio. Depende de la psicología cognitiva.
👉🏻 La UI se refiere a las interfaces de una máquina, equipo, computadora o dispositivo. Crea una vinculación entre el individuo, la máquina y la información. Mejora la estética. Depende de la percepción visual.
«Si diseñas para todos, no diseñas para nadie». — Aaron Walter
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¡Hola! Soy Daniela Peñaranda 🤓, diseñadora UX y visual designer con 14 años de experiencia. Actualmente soy Head of design en la startup Poool.tech y UX freelance en team-ux.com. Cubro disciplinas de Diseño UX, Diseño UI, Visual Design, interacción y creatividad.
No importa el motivo que te ha hecho estar aquí, ya sea para aprender o tener inspiración, mi objetivo es compartir contigo mis conocimientos. No dudes en contactar conmigo si quieres intercambiar ideas:
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