¡Chao mundo freelance!
The times they are a changin`
Durante mi tiempo en la Universidad muchos de los proyectos que tuve que desarrollar me llevaron a investigar en el área de Patrimonio, en donde obtuve mis primeros trabajos de diseño. Posteriormente, me di cuenta que al titularme no estaba interesada en ingresar a un empleo formal.
Fue así como partí siendo freelance, lo cual en su momento era lo que más se acercaba a mis necesidades. Tuve la suerte de ser recomendada por la gente con la cual trabajé, por lo cual siempre iba recibiendo diferentes proyectos para participar. Las ventajas de esta forma de trabajo (tales como: armar tu propio horario, poder elegir en qué proyectos deseas, si te toca trabajar en casa puedes no bañarte) eran bastante atractivas desde un inicio, pero con paso del tiempo me di cuenta de que por mis elecciones se originaron muchos vacíos, como por ejemplo:
1. Falta de trabajo en equipo: aunque había trabajado en equipo siendo freelance nunca se desarrolló un modo de trabajo sinérgico, solo existía una división del proyecto según los conocimientos y capacidades de cada uno. Por ende, se desarrollaron proyectos con visiones unilaterales, instintivas y con falta de dialéctica.
2. El dinero siempre es tema: ocupaba mi sueldo de forma desfasada, aunque se puede llegar a ganar bastante bien, nunca se sabe cuándo te puedes quedar sin ofertas de trabajo/proyectos y, por ende, cuánto tiempo podría uno tardar en hallar otro proyecto.
3. Limitantes en el aprendizaje: es de extrema necesidad de un freelance ser autodidacta, ¿pero qué pasa con el aprendizaje cuando no sabes discernir los conocimientos verdaderamente útiles en el momento que se deben aprender nuevas tecnologías?
Esto me hizo cuestionar la forma de trabajo que llevaba hasta ese entonces, aunque me sentía bastante cómoda pero no me permitia alcanzar mis metas a futuro.
Tratando de buscar algún diplomado que tomar notaba que ninguno satisfacía lo que estaba buscando. Muchos diplomados relacionados con diseño y con el área de mi especialidad eran costosos para lo limitado y específico del curso, y realizarlo no me aseguraba el obtener mejores ingresos o trabajos más atractivos, dudando además si deseaba encasillarme en aquella área. Fue así como mi querido Mark Zuckerberg comenzó a promocionar cursos relacionados con mis últimas búsquedas sobre html y css. Todo esto me llevó finalmente a un bootcamp sobre código, que a nivel personal es el Rogue One de mi saga. En este lugar obtuve el conocimiento y pude desarrollar un método de trabajo en equipo a través de procesos ‘Agile’ y conocí el mundo de la programación, pero por sobre todo conocí un círculo de mujeres que han sido un gran apoyo a nivel personal y profesional.
Este proceso me permitió dilucidar que desconocía completamente lo que era trabajar en una empresa y que solo tenía apreciaciones de terceros para juzgar el trabajo que se desempeñaba en ellas. Llevándome a un cambio de paradigma postulando a empresas más corporativas y no startup, sabiendo que muchos comentaban que una startup es más efectiva a la hora de adquirir diferentes conocimientos, pero sentía que era el momento de experimentar algo nuevo.
Cuando llegué a Viajes Falabella tuve la suerte de que quienes me rodeaban comprendían que no llegaba como experta en el área y por lo cual mi desempeño inicial como Diseñadora de Experiencia de Usuario tenía que ser formado.
Enfrentarme a esta nueva forma de trabajo posee varias ventajas que desconocía hasta ese momento. Además mi llegada fue justo en un momento de inflexión, Viajes Falabella estaba cambiando su metodología de trabajo por ‘Agile’ por lo cual el periodo de formación fue mucho más llevadero. En resumen, podría decir que durante el periodo que llevo trabajando en esta empresa puedo enumerar los siguientes hitos:
1. Tener una dialéctica con mi equipo sobre cómo ir mejorando continuamente la experiencia del usuario. Principalmente, obteniendo información relevante sobre su comportamiento con el fin de empatizar con sus necesidades.
2 .Convivir diariamente con diferentes colegas y sus personalidades, así como adaptarse a estar y compartir con gente fuera de tu círculo o zona de confort. Considero que esto será un trabajo constante a lo largo de la vida.
3. Contar con un horario flexible y la opción de trabajar remoto cuando sea necesario, lo cual es un alivio ante circunstancias inesperadas. Por otra parte, es una forma de trabajo que la vivo de manera “casi natural”, dada mi experiencia previa como freelance.
4. Poder pedir ayuda y encontrarte con personas dispuesta a brindar parte de su tiempo en enseñarte y así, gracias a sus habilidades y conocimientos específicos, poder seguir aprendiendo nuevas tecnologías. La buena disposición ha sido clave para poder entender cómo funciona el negocio en Viajes Falabella y entender así el rol que cumple mi cargo.
5. Tener la posibilidad de ir a talleres o a conferencias a través de la empresa. Tales como ‘Starsconf 2017’ y talleres en ‘{ida’, además de talleres internos impartidos por diferentes expertos en el área. Esto ha permitido ampliar mi horizonte de conocimientos en el área, además de enriquecer mi carrera profesional dentro de la empresa.
Finalmente, muchas situaciones y hechos fueron decantando de una manera tal para que mi vida tuviese este cambio tan radical. Eso sí, la conclusión de esta historia no me lleva a sugerir qué forma de trabajo es superior o mejor a otra, dado que ambas han sido (y están siendo) lo que he necesitado en las respectivas etapas de mi vida. El poder seguir aprendiendo es una de mis principales metas en la vida, por lo que he decidido enfrentar con entereza los cambios, principalmente en el mundo de la tecnología que avanza tan vertiginosamente. For the times they are a-changin’…
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