Giacobbe: El próximo presidente de Ecuador es la opinión pública

@verticenews
VÉRTICE
Published in
4 min readFeb 24, 2017

Por Jorge Giacobbe | @jorgegiacobbe

Jorge Giacobbe es analista de opinión pública y Director de la firma Giacobbe Consultores.

Una semana antes de la elección general, los ecuatorianos nos dieron, mediante sus opiniones, un panorama certero de lo que sucedería en las urnas: que el oficialismo no lograría evitar la segunda vuelta y que Guillermo Lasso se colocaría en segundo lugar. También dejaron claras sus amplias sospechas de fraude, una valoración escasa de todos los candidatos en general, y una tendencia a pensar que el país va por el mal rumbo.

El 37,8% admitía querer que el oficialismo ganara las elecciones. Lenin Moreno logró apenas más que ese número, y se cumplió el designio de la opinión pública. En contrario, existía ya un 51,7% deseando que el oficialismo perdiera las elecciones, y un 9,1% al cual, en principio, le daba lo mismo.

Entre el 30,3% que estaba seguro del fraude y el 35,9% que lo estimaba probable, dos tercios de los ecuatorianos estaban pendientes del asunto. Entrada la noche de las elecciones y los días posteriores hubo síntomas políticos y sociales al respecto. Desde ciudadanos en la calle y veedores internacionales prestando severa atención, hasta el Ejército emitiendo un documento que fue percibido como un gesto de vacío hacia el gobierno.

Las nubes de palabras que describen a cada candidato ofrecieron información crucial para comprender que toda la oferta política está en jaque y sospechada en Ecuador, y que el próximo presidente deberá ser implacablemente transparente y hábil para la gestión.

De esta encuesta publicamos, respetando la veda electoral, solo una parte de los datos. Pero el resto de los resultados son esclarecedores. Aquí los retrataremos para saber cómo se conformaba el mapa mental y el proceso de toma de decisiones de los ecuatorianos hacia la segunda vuelta, una semana antes de las generales.

“Si hubiera una segunda vuelta electoral, ¿cuál sería su intención?” Esta era, textualmente la pregunta. 39% contestó que votaría por Lenin Moreno, mientras que 51,6% indicó que votaría por cualquier candidato que pudiera ganarle a Lenin Moreno. Un 8,9%, en paralelo, admitió que tomaría una decisión dependiendo de cuáles fueran los candidatos. Estos últimos son datos demoledores para el oficialismo.

Al momento de aquella encuesta, Lenin Moreno gozaba de una imagen positiva de 36,2% contra una negativa de 41,5%. En cambio, Guillermo Lasso no estaba mucho más cómodo: positiva de 36,1% y negativa de 37,8%. Rafael Correa estaba peor que su candidato, pues tiene la misma positiva y una negativa que asciende a 47,9%, lo que llamamos “un collar de sandías” para Lenin.

Hay que tener claro una cosa. En Ecuador, como estamos viendo en toda Latinoamérica y en el mundo, no va a suceder lo que deseen los políticos con sus posturas públicas ni sus alianzas electorales. Ellos ya no tienen la capacidad de decirle a la gente “ahora votemos por este, o por aquel”. Los ciudadanos ya no son corderos que se cargan en un camión y se llevan.

La realidad será aquella que los ciudadanos construyan.

¿Qué decisión tomarían entonces aquellos que no votaron a Moreno ni a Lasso? Indicios importantes nos daban los ciudadanos al contestar que, en su mayoría, deseaban que el oficialismo perdiera las eleccciones y que votarían por cualquiera que pudiera ganarle a Lenin Moreno. Pero cruzando los datos de dos preguntas podemos estimarlo candidato por candidato.

Ocho de cada diez votantes de Cynthia Viteri indicaron que votarían en contra de Lenin Moreno, al igual que seis de cada diez votantes de Paco Moncayo, cinco de cada diez votantes de Abdalá Bucaram, y cuatro de cada diez votantes de Iván Espinel.

En sentido contrario, Lenin Moreno estaría en capacidad de recuperar uno de cada diez votantes de Paco Moncayo, dos de cada diez votantes de Abdalá Bucaram y tres de cada diez votantes de Iván Espinel.

El resto, están en disputa.

Estos datos están recopilados una semana antes de la elección, y si bien fueron acertados, al materializarse la segunda vuelta electoral todos los ecuatorianos serán sometidos nuevamente a propuestas políticas, estímulos comunicacionales y campañas sucias. Sabemos que el 33% no quiso votar por Moreno ni por Lasso en la elección general, que son volátiles y que no tienen problemas en cambiar de opinión. Deben elegir entre dos candidatos que no consideran buenos.

Nuestra misión será, ahora, consultar nuevamente a los ecuatorianos para actualizarnos, ver cuáles son sus deseos, y cómo elaboran sus procesos de tomas de decisiones.

--

--

@verticenews
VÉRTICE

Buscamos explicar nuevos ángulos de los hechos más importantes, descubrir historias que no han sido contadas, e investigar al poder sin concesiones.