Ahora esto es lo normal

Luis Ortiz
Vestigium
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2 min readApr 1, 2020
Foto por José Ignacio Pompé en Unsplash

La primera semana de confinamiento se me hizo eterna: las horas no pasaban ni frente a la pantalla del ordenador, mientras estaba trabajando, ni frente a la pantalla del televisor, cuando intentaba descansar. Hoy, en medio de la tercera semana, noto como el tiempo ha recuperado su curso natural. Los segundos vuelven a pasar a su velocidad, los minutos duran lo que tienen que durar. Ahora lo normal es estar encerrado y mi cuerpo ya se ha acostumbrado.

Decía el periodista y escritor Juan Tallón durante uno de los muchos directos que ahora pueblan Instagram: “que lo peor ya ha pasado. Que ya solo quedan dos o tres meses pero que lo más difícil era la primera semana, que es en la que nos quedamos en shock”. La broma, como casi todas las bromas, contiene una gran parte de verdad.

Los cambios repentinos no son sencillos, menos si tienen la magnitud del que estamos viviendo. Después de la negación, la ira, la depresión… Después de cualquier estado por el que hayamos pasado durante los primeros días — la primera semana de la que habla Tallón — el cuerpo, sabio y cabrón, sabe que no le queda otra que aceptar la situación: su mecanismo de defensa para que podamos seguir viviendo con cierta normalidad en esta situación inédita.

Nos quedan semanas, tal vez meses, por delante para recuperar al menos una parte de la vida que teníamos antes. Pero ya hemos dado un paso importante: aceptar que ahora esto es lo normal. Por eso ahora, y vuelvo a citar a Tallón, “ya todo es cuesta abajo”.

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Luis Ortiz
Vestigium

Creativo publicitario de profesión. Creativo en general como afición. Me interesa casi todo lo que pasa en el mundo.