«Y tú, como alguien que no se informa»
Eso fue lo que me dijo un compañero después de que criticase algunos aspectos del comunismo y la defensa que estaba haciendo, diciéndole que estaba exponiendo la ideología como algo perfecto, cuyos errores derivan de los demás por no informarse lo suficiente.
Esto me ha hecho pensar en cómo han degenerado las opiniones políticas hoy en día, llegando a tal punto que ya no nos planteamos los pros y los contras de uno u otro movimiento, sino que tomamos la realidad final que señalan como objetivo, sin considerar si es aplicable en las circunstancias de hoy en día. Me he planteado si las inclinaciones políticas están llegando a convertirse en simples formas de rechazar ideas diferentes, en lugar de formas a través de las cuales podemos proponer cambios para mejorar nuestra sociedad, adaptándolos según las necesidades de nuestros tiempos y países. Si eres capitalista el contraargumento consiste en mencionar las numerosas desigualdades sociales, mientras que si eres comunista estás a favor de las dictaduras y los crímenes de los regímenes.
Me hace plantearme la existencia de una cultura o filosofía del «Yo», en la que cada uno tiene sus opiniones como la verdad absoluta, siendo aquellos que comparten nuestras creencias gente inteligente y bondadosa, mientras que los que tienen ideas contrarias están equivocados, da igual cómo sea su planteamiento, y en casos los vemos como criaturas infrahumanas. Como otros ya han comentado, es muy posible que esto se deba a la popularidad de las redes sociales, que nos permite movilizar nuestro ego y recibir aprobación por lo que subamos, pero nunca «dislikes» u oposición, a no ser que tomen la forma de comentarios de corte más extremo, por decirlo de alguna manera. Si pones una foto de Marx y una frase bonita, que puede ser copiada y pegada de cualquier cosa minimamente relacionada con el comunismo, recibirás la aprobación de muchas personas de pensamiento similar, que el mundo es muy grande, igual que si pones una de Nelson Mandela, Martin Luther King Jr, Margaret Thatcher o el mismísimo Franco; siempre habrá alguien que apruebe tu opinión al estar en la misma linea que la suya propia, sin importar el peso que tengan tus argumentos o el conocimiento que poseas. Esto no se aplica solo a la política, sino a cualquier cosa que pueda causar opiniones divididas, incluso con casos que en teoría deberían ser unánimes: como que la tierra es redonda, o la evolución.
Volviendo a la política, personalmente, creo que deberíamos alejarnos de esta separación y crear algo nuevo, diseñado para hacer frente a los problemas de nuestro mundo, tomando como base las distintas ideologías presentes y utilizando sus puntos fuertes para evolucionar. No podemos aplicar el capitalismo íntegramente al tener en cuenta los problemas que genera y el enorme gasto de recursos que requiere, al igual que no se puede integrar a la totalidad el comunismo de Marx y Engels, creado para la sociedad capitalista industrial en la que vivían ambos.
Curiosamente, diría que muchos de los defensores más acérrimos de estas ideas no tienen un conocimiento completo de ellas, parafraseando algún concepto o principio de la obra original o de alguien que la adaptó. Por ejemplo, en la caso de comunismo, que es con el que más familiarizado estoy, muchos hablan de la igualdad y quitar el poder de los ricos, además de mencionar a la burguesía, un término que no se puede aplicar hoy en día fuera de un discurso de esta índole, ya que ya no hay burguesía, ha sido sustituida por otros grupos. Aquellas personan con las que he conversado que han demostrado un rico conocimiento del pensamiento de Marx, que han leído sus obras o lo han tomado como su campo de estudios, exponen cómo ha de ser replanteado para aplicarse hoy en día, cómo depende de la presencia de fábricas y un elevado número de trabajadores.
