COVID-19 Y LAS PLAGAS
Tengo un amigo, que quiere hacerse rico, como lo hace con su dinero y sus socios o clientes, digamos que es un deseo como el que quiere ser astronauta o el que quiere comprarse un caballo. Pero es interesante escucharle. Después de reyes, el 8 de enero, me llamó diciéndome que unas informaciones que estaban llegando de Wuhan le estaban poniendo los pelos como escarpias, y que los índices de Hang Seng, Shangai y Taiwan se estaban moviendo de manera “extraña” por su volatilidad. Miré las gráficas, y también las del Nikkei 225 y China A50, era peculiar pero que esas las ondas no se notaban aún en Corea. Yo lo deje ahí, y él invirtió a la baja de manera importante en el Ibex35 y en el índice europeo. Ahora quiere comprarse un Tesla de esos de 260.000, no sabía que era ecologista, probablemente le guste la línea del coche (yo no gastaría en un coche más de 25.000 euros nunca) o sea un coche de alguien que quiere ser rico. Da igual, él interpretó bien los datos y las gráficas.
Evidentemente no me he dado cuenta hoy de esta conclusión, el día 21 de febrero nos tomamos un día libre para ir a Madrid un par de días y ver museos, el Thyssen estaba abarrotado y en la Fundación Mapfre teníamos que hacer cola juntitos, para ver la famosa estatua de Rodin (una copia maravillosa en blanco) allí hablando con otra persona, militar de carrera nos dijo que trajes NBQ lo que se dice hay muy pocos en España. Estábamos hablando de qué ocurriría si el coronavirus se extendía por España, y si sería cuestión de días que los museos estuvieran así de concurridos (a todo esto una señora se puso a toser como si fuera a morirse y tuvo que ir a beber un poco de agua) de vuelta en el AVE me fijé en la gráfica del MIB de Milán, y su volatilidad se había vuelto loca. Pero la olvidé, me preocupó más que mi mujer estuvo unos días con alta fiebre aunque todo se centro en el estómago, digamos que vomitaba todo y la médico diagnosticó gastroenteritis. Cuando pudo comer bien, le quite importancia, igual que al hecho de que la bolsa podía estar alumbrando un techo, una posibilidad de inversión pero: uno puede quedar atrapado muchas veces, además nuestro insigne gobierno hablaba de un escaso potencial de contagio y de hecho ese sábado en Madrid nos cruzamos con una manifa — no era grande esa es la verdad — contra el pin parental sobre todo engrosada por la izquierda, luego vimos otra con banderas pero no llegaron a cruzarse, es más, dos semanas largas después, al grito de “el coronavirus no nos va frenar a las mujeres ir al 8M” (también animaron en algunas teles de tertulianos que lo saben todo con ese grito) se juntaron un buen montón de asociaciones feministas y demás partidos (a esta fueron más personas) también asociaciones feministas dijeron que debería ser desconvocada y que había días y tiempo para hacerla. No todas son feminazis señores retrógrados.
También el mismo día, los de las banderas verdes, los del Santiago y cierra España, en varios miles se daban abrazos unos a otros en Vistalegre, sobre todo con el diputado recién llegado de Milán. No vamos a hacer sangre, como el positivo de Irene Montero y el positivo de Ortega Smith, les dejaron bastante en evidencia, creo que es más interesante decir que estamos cometiendo otra vez errores que se pagan en las famosas curvas de las epidemias, que tienen su ciclo, es verdad, como la bolsa, pero depende la altura de las cantidades de muertos y no el dinero. Ahora que mi amigo tuvo razón hasta los grandes brokers se han lanzado a estudiarlas. De momento no queda otra que estar unidos, con el presidente, el gobierno, el rey o el papa, luego, cuando esta guerra acabe, llegará el momento de contar las tumbas y pedir responsabilidades sin ningún tipo de rubor.
Quitando el Apocalipsis zombi todo puede pasar, pero sobre todo va a ser largo y estamos en el primer capítulo y más benigno, ojalá llegaran veranos eternos, pero como no quiero ser en este momento de zozobra de la nación muy… duro. El Psoe y el PP deberían abrazarse, Unidas Podemos pasar la cuarentena con VOX, y los nacionalistas nazis, morirse solos porque desean todos los recursos para ellos y aislarse por si hay buena gente que no antepone el nacionalismo a la vida y la salud, sólo decir que sí deseábamos hacer como Boris Johnson en plan darwinista una limpia de jubilados podrían haberlo dicho (ahora Reino Unido con todos sus expertos recula a marchas forzadas de la idea de intentar coger todos el virus e inmunizar al grupo) si nos interesaba más la política y el poder como a Trump también podríamos haberlo dicho (curioso que un virus vaya a acabar con su casi segura reelección de hace semanas, y las cifras estén cerrando una a una las ciudades norteamericanas sin que pueda evitarlo)
Voy a dejar sólo el hilo en Twitter de un experto, que por ser un catalán cercano al señor Torra debería caerme mal, pero que como siempre digo, sólo me interesan los datos, y sus datos me parecen más que interesantes porque utiliza gráficos a los que les veo sustento — ¿y yo qué digo si analizo gráficos? — Pues que llegaremos a los 40.000 casos de todas todas cogiendo a Italia, por haber tomado las decisiones que hemos tomado teniendo a Italia y China en el retrovisor.
Ahora por aquello de que la gente se asusta mucho cuando lee las cosas de manera numérica y sin anestesia, y además estamos encerrados, voy a cambiar de tono para dedicarle unas pinceladas a las teorías conspirativas.
- Rusia no tiene casi casos. Ergo han inventado el virus, y además están todo el día lanzando mensajes de que la Unión Europea no sale de esta y se fragmentará. No tiene sólida base, digamos que Putín puede estar ocultando datos, no haciendo ni siquiera pruebas, u odiarnos tanto por no haber bendecido la ocupación militar de Crimea y varias regiones de Ucrania, fastidiando su economía al negarle el mercado único, es decir lo hace por diversión maligna. Pero con la guerra abierta por el precio del petróleo cayendo a plomo su precio, lo tiene también muy difícil.
- La idea de Trump de repetir una y otra vez que es “el virus chino”, no se cansa de decirlo. Y los chinos que lo trajeron unos militares americanos que pasaban por Wuhan. Pues conociendo al personaje y a la manera de pensar de los comunistas, es que van cargándose de odio uno hacía al otro, no hay nada consistente.
La tercera teoría que voy a dejar por aquí habla de que dos meses antes de que estallase en Wuhan la epidemia el Foro de Davos realizó una simulación (no es que se dediquen a jugar al Empire) al más alto nivel de que ocurriría si hubiera una pandemia por algún tipo de coronavirus en el centro de China. La información no ha sido desmentida y la lista de personas que presidia la simulación incluía al responsable chino de la agencia de infecciones, y los de Estados Unidos, a parte de expertos de varios bancos centrales. Seguro que es casualidad, pero les dejo un extracto del ejercicio:
“El objetivo explícito del ejercicio realizado en Nueva York era planificar la respuesta de ciertas transnacionales y gobiernos ante una pandemia de coronavirus, cuando nada permitía predecir el inicio de la epidemia detectada en la ciudad china de Wuhan a inicios de diciembre.
Al menos 15 líderes mundiales participaron en el ejercicio, así como los dos responsables oficiales de lucha contra las epidemias en EEUU.
A continuación, la lista de los participantes:
— Latoya Abbott, responsable de situaciones de riesgo del grupo hotelero estadounidense Marriott International;
— Sofia Borges, vicepresidente de la Fundación de las Naciones Unidas;
— Brad Connett, presidente del grupo Henry Schein, líder mundial de la producción de material médico;
— Christopher Elias, responsable de Desarrollo Global de la Bill & Melinda Gates Foundation;
— Tim Evans, ex director del departamento de Salud del Banco Mundial;
— George Gao, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de la República Popular China;
— Avril Haines, ex directora adjunta de la CIA y ex miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, bajo la administración Obama;
— Jane Halton, ex ministro de Salud en Australia, miembro del consejo de administración del Banco de Australia y Nueva Zelanda (ANZ);
— Matthew Harrington, director de Edelman, la oficina de relaciones públicas más importante del mundo;
— Martin Knuchel, director para situaciones de crisis de la línea aérea alemana Lufthansa;
— Eduardo Martinez, consejero jurídico de UPS, líder mundial de logística postal, y director de UPS Foundation;
— Stephen Redd, director adjunto del US Center for Disease Control and Prevention;
— Hasti Taghi, vicepresidente del grupo de comunicación NBC Universal;
— Adrian Thomas, vicepresidente de la transnacional farmacéutica Johnson & Johnson;
— Lavan Thiru, gobernador del Banco Central de Singapur.”
Ya lo sé, he dicho que es una casualidad, y lo volveré a decir, porque ninguno de los que estaban presentes se iban a disparar en el pie. Pero… ¿y si temían a alguien que no estaba allí invitado? Piensen durante la cuarentena en más teorías para que la cabeza no vea sólo el largo rosario de muertos que seguirán subiendo. Yo tengo a mis padres que por su edad tienen su diabetes, han pasado neumonías y más cosas que hace que este virus no pueda si quiera rozarlos. Por eso a veces me siento privilegiado de tener un certificado que me permite cada mañana andar por las calles desiertas para ir a abrir una oficina sin compañeros… aunque sí de clientes que no paran de estar angustiados por su dinero, y no se están en sus casas. Hablando de economía, habrán visto la fotografía del crack del 29, eso daría para otro artículo, el que cambiará económica y políticamente Europa y nuestro país, pero no conviene agobiarse con todo a la vez, puede que estemos entre o SUSTO o MUERTE, las medidas económicas tomadas han sido consensuadas entre los dos partidos por lo que sabemos y son las únicas posibles, con su letra pequeña de que sólo es un mes de hipoteca, y hay que guardar una serie de requisitos para lo demás, y las bases no son iguales a los sueldos, y nos dejará tan endeudada a toda Europa que casi no podremos ni encender las bombillas del colegio. Pero están en línea con Francia, Italia, Alemania… sólo un detalle en la región de Wuhan llevan 58 días encerrados en casa todavía y el resto del país consiguió salir casi ileso.