Día 5: Libertad
(Diario de cuarentena)
Me piden que te hable sobre la libertad, y se me hace difícil explicarlo dentro de este contexto de confinamiento, pero haré el intento.
Hace más de un año que no soy libre. Te sorprenderá saberlo.
La respuesta es que soy mujer, latinoamericana, inmigrante, en Europa. Los casi quinientos días que llevo en este país, los he vivido con miedo. Si, ese mismo sentimiento, que ahora tú experimentas cuando sales a la calle y que parece que llevas en el bolsillo una granada a punto de reventar. Es raro vivir con miedo, la gente no confía, todo resulta sospechoso, desconfías de todo. Es un no entenderte en un contexto extraño.
No puedes disfrutar de una caminata o un viaje, sin que en la mochila la incertidumbre sea un polizonte de paso. Comprenderás ahora, los pros y contras de usar Internet, esa sensación de enviar abrazos o participar de cafecitos virtuales, apagar velas de cumpleaños, y no sentir el sabor del pastel. Es la limitación de no tener a tus seres queridos cerca. Es un constante cruce de miradas, a través de una pantalla, hilando una conversación, que sin palabras suplican en todo momento una muestra de afecto mas cercano.
Es probable, que todas las noches reces para que el tiempo pase rápido, y que mientras dure el encierro ningún evento fortuito suceda. Ser inmigrante, indocumentada, es vivir en una constante cuarentena. Es vivir en estado de alarma y amenaza, es esconderse del enemigo que está en todas partes y no se ve.
Para mí, como para ti supongo, ser libre es exactamente lo mismo; tener el derecho a vivir sin miedo.
Si te gustó puedes ir al Día 12: la puta cuarentena←Dale click