El Gran Hotel

Una breve historia

Rina U
Vestigium
6 min readApr 29, 2022

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Jueves por la tarde

En dos días es mi cumpleaños número 50. ¡Prácticamente la mitad de mi vida! Y, obviamente, planeo hacer algo especial para festejarme.

Un fin de semana de lujo en El Gran Hotel.

Verán, siempre me he considerado un sibarita y ya sé que suena a que soy un mamón arrogante, pero es la verdad, no lo de mamón arrogante. Lo de sibarita… Y sí, esta actitud ha provocado algunos roces con mi familia, pero es que ellos nunca me han entendido.

Aunque tampoco es que sea la oveja negra de la familia, es solo que a lo largo de los años los míos han sufrido mucho, mi comunidad, y supongo que solo están preocupados por mí y quieren que esté bien.

¡En fin, que me desvío de lo importante! ¡El Gran Hotel! ¡Qué más podría pedir!

Viernes por la mañana

El hotel conserva su maravillosa fachada art déco. Y… Bueno, conozco poco de arquitectura o historia del arte, pero eso no impide que disfrute de la grandeza de este lugar.

La habitación no estará lista sino hasta las tres de la tarde, así que, en vez de ir directo al bar, reconsidero la opción (aunque sí iba en serio) y decido que es muy temprano para beber y pienso que mejor debería desayunar algo antes.

Viernes, entre las 3:00 pm and 7:45 pm

Mientras espero el elevador para subir a mi habitación puedo sentir a alguien mirándome fijamente. Es un niño. ¡Con lo que me choca que los niños se me queden viendo! Es que uno nunca sabe, esas pequeñas bestias son impredecibles. Gritan y están listos para dar patada. ¡Puaj!

El elevador llegar. Dentro, sientes que te has transportado a 1920 o algo así. Tiene una alfombra hermosa y suave de terciopelo rojo y flequitos dorados. Es bastante amplio, además, e incluso tiene un bonito sillón para sentarse en caso de que tu lujosa habitación esté a más de diez segundos de distancia y tus adineradas piernas se cansen.

Me siento.

El niño se sienta A MI LADO.

Me siento ansioso, como si fuera culpable. ¡Aunque no hice nada malo! Por dios, tengo tanto derecho a sentarme aquí como él.

No sé por qué soy tan severo conmigo mismo.

La mamá toma al niño de la mano y salen del elevador al llegar a su piso. El pequeño me señala, pero la madre lo ignora.

¡Miren el tamaño de esta habitación! Corro a la cama y salto en ella. El colchón es tan suave que siento que me hundo en él. Y las sábanas, ¡oh las sábanas!, echas de la seda más deliciosa y ligera que me deslizo literal en ellas.

Es perfecto. Justo lo que esperaba.

La alfombra está impecable y los muebles están brillosos de tanto pulirlos. El baño tiene calefacción en el piso y una majestuosa tina de mármol. No creo usarla, me dan ñáñara las tinas en general…

Hoy no voy a hacer nada más que relajarme, cenar e ir directo a la cama.

Bueno, en realidad, VOY a cenar en la cama.

El menú: Surf & turf con litros y litros de mantequilla, y panecitos de ajo, y una guarnición de macarrones con queso, y una rebanada de pastel de vainilla y fresas, y vino tinto, y agua mineral.

Y si me muero hoy por glotón, no me importaría.

Sábado 00:00 am

¡Feliz cumpleaños a mí!

Sábado 11:00 am

Bajé a desayunar.

YA SÉ, que anoche cené mucho y que a mi edad no debería comer así. Aunque para matarme harían falta más que unas cuantas calorías.

Después, mientras doy un paseo por el área de la piscina, vuelvo a encontrarme con el niño del elevador. Esta vez no creo que me haya visto.

Sábado 3:00 pm

¡Hubo un incidente! Me siento terrible

¡Juro que fue completamente accidental!

Sin querer… le… toqué, no, no toqué, apenas rocé… el trasero de una señora. ¡Y lo notó! Claro que lo notó.

Estoy realmente mortificado.

¡Pero cómo no iba a notarlo! Lo único que quería era tomar la toalla que estaba junto a ella, pero me tropecé y “aterricé” en ella.

Fin de la trágica historia.

No fue mi intención. Lo juro.

De un momento a otro la gente empezó a gritarme y a tratar de lastimarme. Incluso alguien me lanzó una bebida.

La mujer, claramente, está en shock. Tan bien que me la estaba pasando y ahora todo se arruinó.

Corrí como un cobarde.

Me voy, pero la gente empieza a reunir sus cosas como si me las fuera a robar, ¡o peor!

Después de unos minutos olvidan el incidente y continúan su vida como si nada. Yo estoy llorando en el elevador.

Subo y bajo… subo y bajo…

A nadie le importa.

A nadie le importo.

Sábado 5:00 pm

Después de mi sesión de lloradera, me quedé dormido.

Voy directo a mi habitación y me acurruco en las sábanas.

Alguien dejó un chocolatito en la almohada. Me lo como y casi inmediatamente, me siento mejor.

¡Ya casi es la hora de cenar! Y MI cumpleaños.

Un amigo de un amigo conoce al chef del hotel y voy a cenar como todo un VIP en una mesa exclusiva en la cocina. El menú es sorpresa, obviamente.

Me siento mucho mejor. Me alisto para bajar a cenar.

Sábado 9:00 pm

¡La cena estuvo maravillosa!

Salmón fresco al limón con salsa de romero y ajo, puré de camote, ensalada verde, croissants recién horneados y pastel de cumpleaños. Incluso champagne, pero de la de verdad, no de esa española.

Estoy listo para ir a la cama. Espero pueda dormir después de semejante festín.

Sábado 10:00 pm

Estoy sediento.

Voy al baño, pero está muy oscuro.

Regreso a la cama y tropiezo.

¡Maldita sea!

Sábado 10:00:15 pm

¿Ya es de mañana? ¿De dónde viene esa luz?

Me da mala espina.

Sábado 10:01 pm

Señorita, le estoy diciendo que está ahí.

O sea, no. ¡Pero estoy seguro de que ahí está!

Me escondo debajo de las cobijas. Temo que vengan por mí.

¿Podría darse prisa? ¡Esto es inconcebible! ¡Necesito hablar con el gerente, ahora!

¡Yo también necesito hablar con el gerente! ¡Esto es un atropello!

Sábado 10:09 pm

Alguien está tocando a la puerta.

¿Quién será?

Sábado 10:12 pm

Un hombre y una mujer entran a la habitación.

La mujer grita horrorizada. El hombre se quita un zapato y me lo lanza a la cara.

Por poquito y sí me da.

Sábado 10:16 pm

¡Esto ya se puso canijo!

Estoy tratando de salir de la habitación, ¡pero afuera hay un hombre armado!

Sábado 10:18 pm

¡Imbécil! ¡Dale con el pinche trapeador! ¡DALE!

¡Se escapa!

Sábado 10:23 pm

¡Ahí, debajo del lavabo, pinche cucaracha asquerosa!

¡¿CUCARACHA?! Me llamo Rory y, por cierto, puede que sea una cucaracha, pero tú eres el asqueroso. No te hagas, si bien que me di cuenta de que NUNCA te lavas las manos después de ir al baño. ¡Cochino!

O ayer, mientras cenábamos, tu lado de la cama estaba lleno de moronas. ¡Guácala! Tuve que dormir junto a un pedazo de pan de ajo. ¡Qué desagradable!

Igual y soy una cuCaRaChA, pero usted, Sr. “Voy a requerir de otra almohada”, ronca y come como un marrano.

Igual y soy una cuCaRaChA, pero usted, Sr. “¿Me trae otra Margarita?”, es quien andaba de mirón en la alberca.

No yo.

Solo déjenme ir.

Sábado 10:49 pm

No sé ni qué hora es.

Solo están esperando a que intente salir debajo del lavabo.

Tengo mucho sueño.

Rociaron algo. Hace unos minutos.

No me puedo mover.

La gerencia de El Gran Hotel oirá de esto.

Tomaré una siesta. Quizá mañana ya se habrán ido.

Domingo 7:00 am

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Rina U
Vestigium

Self-proclaimed writer and purveyor of all things whimsical. I write about anything and everything - sometimes in English, sometimes in Spanish. Join me!