Estados Unidos: una nación odiada

A pesar de que Estados Unidos es admirada, se mantiene un sentimiento de odio hacia su política externa

Dania Lizbeth Meza Avila
Vestigium
4 min readMay 24, 2020

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Por un largo tiempo, Estados Unidos ha sido una nación que es vista como un modelo aspiracional, pero al mismo tiempo, como una nación odiada. Esta relación de amor-odio hacia Estados Unidos se sustenta en una leyenda negra, donde se establece que todo lo malo que sucede en el mundo es por la culpa de Estados Unidos, ellos son los malos por excelencia.

La leyenda negra en Estados Unidos se construye a partir de la derrota de la tropa estadounidense en la guerra de Vietnam. La guerra de Vietnam fue un antes y un después en la historia estadounidense, esta derrota demuestra la posibilidad de que otras naciones puedan derrotar a la antes invencible armada norteamericana.

La derrota de Vietnam determina que EEUU es una potencia poderosa, pero no hegemónica.

De 1973 a la fecha, sus aventuras bélicas han salido caras y han perdido cada vez más su hegemonía. Anteriormente, imponían la “superioridad” de su cultura al resto de las naciones. Actualmente, ha ido disminuyendo su expansión en términos politicos, militares e ideológicos hacia todo el mundo. Este tipo de expansión fomenta el odio por parte de otras naciones hacia Estados Unidos.

Una de las razones por las que se odia a Estados Unidos se debe a la dificultad de existir en un mundo hegemónico. En el sistema internacional es difícil que otras naciones puedan igualar el poder de Estados Unidos, por esta razón, el resto de las naciones se ven obligadas a hacer y dejar de hacer lo que Estados Unidos pida. Es difícil que otro país haga notar su existencia por medio de practicas económicas, políticas o militares que sean distintas a las que Estados Unidos fomenta.

La segunda razón se basa en una característica cosmológica. Es como si nada pudiera suceder sin Estados Unidos, por lo tanto, todo lo que sucede en el mundo se debe a Estados Unidos. Por esta razón, Estados unidos es el origen de todo, si es algo bueno, es visto como una Nación poderosa que ayuda y es un ejemplo a seguir. Por el otro lado, cuando algo malo sucede se culpa a Estados Unidos y se fomenta el odio hacía ellos.

La tercera razón se basa en un aspecto ontológico. Estados Unidos se describe a sí misma como una nación buena y virtuosa que busca ayudar a las demás naciones para preservar el orden y la democracia. La opinión pública norteamericana está convencida de que su política exterior es siempre benefactora y humanitaria.

Debido a su autoimagen, la sociedad norteamericana ni siquiera es consciente del resentimiento y la humillación que han dejado las incontables manipulaciones políticas e intervenciones armadas de su gobierno en todo el mundo. La ignorancia de los estadounidenses hacia su política exterior muestra la hipocresía del gobierno.

Estados Unidos tiene dos caras que muestra hacía el exterior. La primera se basa en un discurso de bondad y la segunda se basa en las acciones que contradicen su discurso.

La cuarta razón se basa en un sentimiento donde ellos consideran que son los únicos indicados para establecer las definiciones de lo que debe ser bueno. Estados Unidos es quien establece la definición y los parámetros de lo que es la justicia, la democracia y la libertad. De la misma manera, Estados Unidos establece cuál es la manera de actuar correcta de actuar, cabe recalcar que las actuaciones varian dependiendo a algunas naciones, por lo tanto, lo que esta permitido para unos, puede que este prohibido para otros.

Este sentimiento de definir se dirige contra un sistema que impone de forma arbitraria sus valores, decidiendo en qué consiste ser civilizado, racional y desarrollado. Esta manera de imponer su poder repercute en la perspectiva que las demás naciones tienen sobre Estados Unidos. En general, no se confía en que Estados Unidos utilice su poder de una manera adecuada, sino que se cree que lo utiliza para su conveniencia.

A partir de estas cuatro razones surgen distintas preguntas en el imaginario colectivo que fomentan el odio hacia Estados Unidos. ¿Por qué intenta imponer su cultura como si fuera la única posible? ¿Por qué el pueblo norteamericano es tan extremadamente ignorante sobre los asuntos internacionales? ¿Por qué la inocencia y de honestidad es tan importante para su autoimagen?

La clave para que las demás naciones dejen de tener odio hacia Estados Unidos está en Estados Unidos mismo. En el momento en el que los ciudadanos estadounidenses comprendan que no están viviendo en un Estado ideal ni modelo para las demás naciones, las actitudes de la política exterior comenzaran a cambiar. De esta manera se podrán respetar las diferentes culturas sin intentar imponer un modelo sobre otro.

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