Estamos educados para ser mediocres
Nos educan para ser mediocres, así de clara y tajante es esta afirmación. Pero más allá de esto, es la manera en cómo es que la educación nos hace creer que somos más inteligentes que el resto. Peor aún, que los que tienen mejores formas de vida afuera del país son los que nos representan como una gran horda de personas, que somos un carbón que al pulirlo será un diamante.
No es algo que me guste afirmar, peor aún tener que incluirme dentro de esta afirmación. Mis padres tienen un título profesional, ejercieron su carrera, quizá poco tiempo, pero en realidad no fueron los tiempos en los que vivimos ahora. Para ellos el tener conocimiento era algo que se ganaba y merecía respeto. Pero hoy en día tenemos una herramienta que nos ofrece el conocimiento de manera rápida y accesible a casi cualquiera que tenga un dispositivo con conexión.
El problema no está en el cómo es que se aprende o, mejor dicho, se moldea al niño, al alumno; sino más bien el problema se basa en el sistema educativo que está diseñado para que se formen obreros que nada más sigan una línea de mandos. Es decir, «solo se debe hacer lo que se te diga», seguir haciendo la rueda como se inventó hace miles de años y no preguntarse si se puede mejorar o tener mejores resultados si se cambia ese paradigma.
A decir verdad, ¿por qué se le da importancia a memorizar datos concretos? Sí, en realidad es algo importante, pero memorizarlos y ejercerlos es una cosa, memorizarlos y analizarlos otra. ¿Por qué no potenciar más la creatividad y el talento único de cada persona? ¿Por qué no potenciar cosas que solo podemos aportar los seres humanos y no una máquina o un ordenador? Y a esto me refiero con la creatividad y el entendimiento de cómo se puede optimizar, mejorar, cambiar y, si es posible, crear algo que genere algo más que una simple rueda que gire.
Podría mencionar que existen muchas partes que, en lo personal, deberían enseñarse tanto en el hogar como en la escuela, pero que al final se aprenden a puras caídas y experiencias, que al final no se transmiten a alguien más. En verdad, nadie te enseña algo, solo te dicen qué hacer y lo seguirás haciendo así siempre.
¿Y si nos enseñaran a…?
- Gestionar nuestro tiempo y ser más productivos.
- Establecer objetivos a largo plazo y tomar decisiones.
- Saber usar y gestionar nuestro dinero de forma inteligente.
- Trabajar en equipo. Debatir y dialogar civilizadamente.
- Buscar información y solucionar problemas de distintas formas.
- Comunicarnos con los demás de manera asertiva.
- Entender y gestionar nuestras emociones.
- Alimentarnos de manera saludable para tener energía y vitalidad.
- Entrenar tu mente mediante la meditación para prevenir el estrés y vivir más el presente.
- Cómo enfrentar los miedos.
Creo que muchos que me leerán me van a decir que eso es muy complejo enseñarlo en una escuela, pero en realidad… ¿la escuela es la única que debe de enseñarte esto?
Es algo muy, muy real que tanto en el sistema educativo, como en las empresas, se estigmatizan en los fallos; porque fallar es lo peor que puedes hacer. Así que nadie se arriesga, nadie prueba cosas nuevas, por miedo a fallar, a equivocarnos y a no cumplir las expectativas. Todo porque se nos enseña que el error está en el error. Sí, ¿verdad? El error está en seguir en el mismo punto, sin arriesgarte a tener algo más que lo que se tiene, nos obligan a esforzarnos en mejorar nuestras carencias en vez de potenciar nuestros talentos. Nos educan para ser uno más, para no destacar en la masa. Para seguir el camino establecido y seguir participando en este sistema. Nos hacen creer que necesitamos hacer lo mismo que todos para ser felices. Que no podemos salirnos de la norma, porque eso no será bueno, te vas a convertir en un rebelde y eso está afuera de la norma de la sociedad.
Este mundo no necesita ovejas que sigan al rebaño o loros que solo repitan lo que se han aprendido, necesita profesionales capaces de pensar por ellos mismos, que tengan creatividad y ganas de crear y tener algo mejor, optimizar y mejorar las cosas, ser proactivo y asumir responsabilidad que forme mi vida profesional. Para nosotros la única vía de felicidad y satisfacción personal es desarrollar nuestro máximo potencial y ser la mejor versión de nosotros mismos. Es la única forma de dar al mundo lo mejor de ti y sentirte realizado.
El mundo necesita gente con actitud y con ganas. No tengas miedo a emprender. No tengas miedo a ser extraordinario. Ten miedo a que te quedes en el mismo esquema que manejan las masas y no tengas un criterio para poder ser mejor cada día, que solo aceptes las cosas por ser parte de un grupo.
Solo espero que las empresas valoraran más a cada persona que quiera ser diferente y tuviera una mejoría en su campo, que por ende mejoraría la empresa misma. Ojalá y se remunerara de mejor manera a estos creativos y «rebeldes» profesionales que no siguen a las masas.
