Hablar

Tenemos que hablar. Tenemos que expresarnos, que dejar claras nuestras opiniones, nuestras posturas.

Todas las opiniones son válidas, pero no todas las formas de expresarlas lo son. Asimismo, cuando digo «opiniones» me refiero a temas subjetivos. Por desgracia (para algunos), cosas como la ciencia no suelen ser subjetivas; por lo tanto, en este contexto las opiniones carecen de valor alguno. Ojo, no digo que la ciencia sea exacta e indiscutible, nada más allá de lo contrario. Pero para debatir sobre ciencia y mover los «puntos de vista» se necesita algo más que una marabunta enfurecida, antorchas y hoces. Se necesitan pruebas, estadísticas, estudios, publicaciones. Se necesita algo más fuerte comparado con lo que se está intentando «criticar».

Pero me he ido por las ramas… yo estaba hablando de opiniones. Para desgracia (también de algunos), yo creo firmemente en la validez de todas las opiniones. Eso no quita que pueda tener una opinión personal sobre dichas opiniones (¿metaopinión?); tampoco excluyendo que pueda escucharlas, razonarlas o criticarlas (siempre constructivamente).

Hago especial hincapié en el concepto de «por desgracia de algunos», ya que hoy en día hay gente que se siente atrapada por el mundo en el que vivimos; un mundo donde se silencian algunas opiniones y otras se exaltan hasta los límites de lo posible. Un mundo donde ir en contra de la «mayoría» que siga la gente en el momento presente puede suponer una lapidación social instantánea. Un mundo donde nuestra carrera profesional, nuestra familia, nuestra vida, todo eso se puede venir abajo en un simple momento por una frase sacada de contexto, una opinión controvertida, una respuesta en tono incorrecto.

¿Acaso es el mundo que deseamos? ¿Donde todos estemos sujetos a un sistema arbitrario y populista que nos juzga sin decirnos los cargos a los que estamos sujetos?

Yo al menos pienso elevar mi voz y exclamar que no, que no estoy dispuesto a someterme a un régimen con esas características. El miedo nunca ha sido aliado del avance.

Tengo que escribir anónimamente porque muchos de mis «amigos» me dejarían de lado si supiesen mis opiniones. Triste, pero así es. Ya he comprobado en mis propias carnes el sentirme juzgado con base en mis ideas (cuando deberíamos juzgar las ideas y no la persona), y no es algo que desee repetir.

Hoy este paso, mañana una zancada. Solo espero estar a la altura y saber explicarme con precisión, claridad, respeto, comprensión y sinceridad.