La lucha por los derechos civiles

Dania Lizbeth Meza Avila
Vestigium
Published in
4 min readJun 3, 2020

Después del presidente Abraham Lincoln, la sociedad norteamericana construye condiciones políticas necesarias para que la sociedad fuera igualitaria. Como no se logra, empiezan los distintos movimientos, entre ellos los movimientos afro estadounidenses. A partir de 1920, la lucha por los derechos se ve opacada por el fin de la guerra y la Gran Depresión. Una vez que pasa, en los sesentas comienzan a reanudarse otra vez.

The civil rights leader Martin Luther King waves to supporters at the National Mall in Washington, Aug. 28, 1963.

Los movimientos ayudan a auto afirmar con mayor fuerza los derechos civiles. Después de la segunda guerra mundial, 30 países africanos se independizan y esto genera inspiración en poblaciones de Estados Unidos. Desde los años 50 la migración de afro estadounidenses a las ciudades del norte, visibiliza la importancia de sus votos. Es en ese contexto que Kennedy decide liberar a Martin Luther King y gana las elecciones.

El papel de los medios de comunicación fue fundamental para dar a conocer las condiciones en las que vivían los grupos minoritarios. En 1962, Kennedy comienza a presionar a universidades en el sur para que no niegue la entrada a los estudiantes afros, incluso manda a la guardia nacional y al FBI para que los estudiantes pudieran entrar a tomar clases.

En agosto de 1963 Martin Luther King da su discurso “Yo tengo un sueño”, generando un parte aguas en la historia de la lucha de los movimientos sociales. Después de 100 años de que Lincoln hubiera abolido la esclavitud. En mayo de 1968 se establece la ley de derechos civiles. Se generó una mayor tolerancia entre muchos grupos debido al progreso legal. No obstante, a pesar del progreso en la generación de leyes igualitarias, no se logró acabar ni con el racismo ni con la discriminación.

Han pasado 50 años desde el establecimiento de la ley de derechos civiles y nuevos movimientos sociales se han desatado en 2020. Justo en el lugar donde Martin Luther King soñó con la libertad la justicia y la igualdad, hoy se encuentra el ejército de los Estados Unidos por orden del presidente Donald Trump.

La discriminación racial es un sistema cultural, histórico, social, político, económico que niega y limita las posibilidades de desarrollo a un grupo. Esta nueva ola de protestas contra el racismo fue desatada a raíz del caso de brutalidad policial que acabó con la vida de George Floyd.

La gran mayoría manifestaban de manera pacífica, protestan por el racismo, la brutalidad policíaca y la tragedia de que maten a tantos afroamericanos solo por su color de piel. A pesar de esto, Trump se opuso a las protestas y se escondió en un búnker. Al día siguiente, Trump ordenó a la policía federal disparar balas de goma y gases lacrimógenos a manifestantes pacíficos frente a la Casa Blanca para que, luego, Trump pudiera salir a tomarse una foto con una Biblia frente a una iglesia.

La violencia nunca es justificable, venga de donde venga. Pero las protestas sí lo son, sobre todo en una democracia y más aún cuando hay razones legítimas para protestar, como la brutalidad policial contra afroamericanos. El racismo y la brutalidad en Estados Unidos ha ido por demasiado tiempo y nunca ha estado bien.

Se llegó a mencionar en los medios y en la opinión del público que los ciudadanos no estaban protestando de una manera correcta. Cuando el sistema que te oprime dice que estas protestando de la manera incorrecta en lugar de trabajar para erradicar el racismo por el cual protestas. Se necesita comprender que no hay una manera errónea de protestar solo existen las maneras erróneas de reaccionar a una protesta.

Es necesario mencionar que no se debe descontextualizar la historia. Para hablar de las protestas o siquiera poder entender la situación, se tiene que hablar de esclavitud en Estados Unidos. Se debe de hablar de siglos y más siglos de opresión. Sobre todo, se debe de hablar del privilegio que viene con ser blanco.

Esto es el resultado de la sociedad que somos. Respetemos la historia y sobretodo la lucha. Somos de donde venimos y nadie será libre hasta que todos lo seamos. No es una protesta más, no es un edifico que se quema, no es una vida más. Son años, décadas, y siglos enteros de opresión y racismo. Quien descontextualiza eso no ha entendido nada.

“Nuestras vidas empiezan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan” -Martin Luther King Jr.

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