Lapislázuli

Rina U
Vestigium
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3 min readNov 15, 2021

Día 10 de 642: Lo que piensa un personaje que sostiene un objeto azul en estos momentos

Detalle de la Puerta de Ishtar. Museo del Pérgamo, Berlín, Alemania.

Tan hermoso…

¿Sabías que mi color favorito es el azul? Pero no cualquier azul. El lapislázuli, para ser exactos.

El azul profundo y terso del lapislázuli.

Ese azul que, por algún extraño motivo me recuerda a algún lugar en el que, irónicamente, jamás he estado. Tan familiar.

Sé que no es plástico porque pesa. Definitivamente es lapislázuli.

¿Sabías que lo descubrieron hace 6000 años? Eso lo sé porque lo leí en Wikipedia, pero a que no sabías tú, o quizá sí, no quisiera asumir cosas, después de todo…

También leí, pero no en Wikipedia, que viene del latín y el árabe. Lapis es piedra en latín y lázuli es azul en árabe. No sé si sea cierto, pero me hace sentido. ¿No crees?

Da Vinci le decía el oro azul. ¡Y lo entiendo! Es que uno quisiera meterse por los ojos este color y solo ver este azul por siempre.

Hace mucho vi la fotografía de la Puerta de Ishtar, tapizada de lapislázuli, de suelo a techo. Los pinches alemanes la tienen en un museo en Berlín, se la robaron a los persas, o algo así. ¿Qué cabrones no? ¡Qué chingones!

Pero así es la vida. Las cosas van y vienen.

Y por ahora, este jueguito de pulsera, aretes y collar se viene conmigo. Es una pena. Por la señora, digo, que quizá extrañe esta belleza de joyas, pero creo que no la aprecia del todo; si no, ¿por qué las tendría hasta el fondo del cajón? ¡Ah, pero es sí! Los diamantes, los vulgares diamantes hasta adelante, los que usa con las amigas, los más grandes claro, junto con su anillo de compromiso que le costó una fortuna al “señor”, nomás porque venía en una pitera caja azul.

Ta’ más pinche bonita la caja que el pendejo anillo.

Ahí se los dejo, no se preocupe.

Las perlas también me las llevo. Esas le van a gustar a mi mamá.

No me vea así. Si se la pasa diciendo que las perlas son de jodidos. Y pues bueno, le quito ese pesar de encima.

También me llevo la pulserita de turquesa y plata, esa que le trajo el “señor” de Taxco cuando andaban de novios y que solo la usa en su aniversario. No se preocupe, esta la consigue de nuevo sin pedos y hasta más barata.

¡No se lleven nada de lo que no quedamos! ¿Oyeron? ¡Dije que nada de pieles, esas mamadas no sirven para nada!

Amárrenle bien las manos, con cuidado de que no les vea la cara.

Con permiso, señora. No le diga a los demás, siempre si me llevo este diamantito, es de que quiero ir a Berlín y ver la puerta de lapislázuli que se chingaron los alemanes.

Auf wiedersehen, dios me la bendiga.

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Rina U
Vestigium

Self-proclaimed writer and purveyor of all things whimsical. I write about anything and everything - sometimes in English, sometimes in Spanish. Join me!