Las vacaciones no han tenido lugar
El despliegue del acolchado de hojas secas
El frío que consume un cielo
Tierno celeste de níveos dejos
Y la estela de la barca
Evanescente sobre el agua;
Y la estela de las estrellas
Fugaces, como querellas sin importancia —
Como querencias sin abundancia.
Los lozanos rayos sobre la otra costa
Al la vida pulular
En el lercano aleteo de los remos
Fluviales; las vacaciones que
No han tenido lugar
Y mi hogar que se siente ahora
Cual aleteo de los remos.
Tengo, veo, quiero: de esto
Todo esto, un reo.
Doctamente los domingos al almuerzo
Cuya ataraxia al crepúsculo
Y las previas licencias varias
Que nihilistamente atraviesan
Los fines de semana.
Las vacaciones no han tenido lugar.
Y ahora en este ojo de vorágine
De ocio y trabajo
Trabajo y hocico
Olvido el rocío de las simples vides
Silvestres vidas, en el ayer y mañana perdidas;
Al ataviarse en las vestes
Por otros a mí vendidas
Miraría a no escuchar mi vos.
Porque me desconozco en este bosco
Denso, tupido y de díficil acceso
Al que intento dentro pero no entro.
Y repito verbos como si éstos
Me llevasen a la substancia de
Un substantivo, que no sea
Humo y sonido.
Y en mis frases parafraseo
Parafernalias y alias
Como si de alguna valía
En la sombra de este día
De este hombre se hablase.
¿Cómo estuvieron las vacaciones?
Las vacaciones, muy lindas.
Gracias por preguntar: ¿Las suyas?