Lo que la cuarentena está haciendo por mi.

Parte I. El universo del yoga.

Lau Jordan.
Vestigium
3 min readApr 28, 2020

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Photo by Fabian Møller on Unsplash

La cuarentena, que acá en Italia inició el 10 de marzo, me pescó en casa de una pareja de amigos, con quienes pasé los primeros 18 días. Una vez vuelta a mi ciudad de residencia y ya instalada, me arremangué las mangas decidida a convertir este confinamiento involuntario en lo más productivo y proactivo posible.

Quienes me conocen saben que pasar tiempo sola y en casa, sin salir, no es problema para mi. Me gusta la (mal vista) soledad, y esto es porque me gusta estar conmigo misma, lo disfruto. Pero siempre me quejo de no tener el tiempo suficiente para las cosas que siempre quise y nunca tuve tiempo de hacer, entre ellas yoga.

Asi que aprovechando la disponibilidad de tiempo a mi antojo, y la generosidad de aquellos que facilitaron el libre acceso for free a los contenidos de sus app, descargué una que se llama Down Dog (no estoy haciendo publicidad), y empecé a curiosear e incursionar esta antiquísima disciplina que me ha llamado la atención durante los últimos años pero a la que no me había acercado. Finalmente era momento de probar.

Lo que descubrí

Con una rutina de 40 minutos por día, dividida en: 10' de saludo al sol ni bien me levanto, 20' de yoga suave una vez que finalizo mi training diario de actividad física, y 10' de meditación:

  • Respiración. Es importantísima, ya que al controlarla y ser consciente de ella, además de mantenerte en tiempo presente, ayuda a mantener las posiciones, duras aún en nivel principiante pero no por ello imposibles de realizar.
  • Elasticidad. Hice crossfit por dos años y medio, pero desde que me mudé a Italia estuve físicamente inactiva, lo que condujo a que la elasticidad que había adquirido, disminuyera a niveles rasos. Con la práctica habitual de yoga fui recuperando esa elasticidad perdida. No te digo que me puedo abrir de gambas al máximo, pero se nota que la rigidez muscular disminuye.
  • Sueño. Soy conocida por tener problemas de sueño: me despierto muchas veces por noche y reconciliar el sueño se torna difícil. Desde que practico yoga he notado que no solo me despierto menos veces por noche sino que no me cuesta volver a dormirme. Además de que me levanto fresca como una lechuga a la mañana siguiente.
  • Emocional. Yoga es famosa por sus beneficios de utilidad psicológica y emocional, ademas de los físicos. Personalmente noté que mi humor mejoró, me siento positiva la mayor parte del tiempo (a pesar de que estoy atravesando incertidumbre laboral), pero hay algo que me llamó particularmente la atención: desde el día 1, siento que he desbloqueado angustias y preocupaciones que mantenía tan bien ocultas que ni siquiera sabía que existían. Literalmente he estallado en llanto en medio de una práctica. Así, de la nada y sin motivo aparente. Obviamente lo más saludable sería luego ahondar en ello.

Practicar yoga era un desafío, considerando que soy crossfit-lover. Pero apenas incursionando en este universo, que descubrí es maravilloso, puedo afirmar que es una manera muy eficiente de mejorar nuestra calidad de vida, física y emocionalmente. Como ves, no se necesita disponer de gran cantidad de tiempo para dar(te) una chance. Go for it.

No te vas a arrepentir.

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Lau Jordan.
Vestigium

Feminista. Tengo una mente inquieta que estoy aprendiendo a calmar.