Esto (aún no) es el final de El Salón de la Fama

LordConrad

Y cómo el tiempo pasa en determinados seres

Vestigium
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3 min readNov 1, 2019

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Un poeta anónimo. Aunque enigmático en su identidad, LordConrad tiene la capacidad literaria para mostrarnos quién es en su esencia. Y es que la poesía, como aquel género que nos deleita por medio del efecto estético de las palabras, es el mejor recurso para darnos a conocer ante el mundo y proyectar nuestro verdadero ser. LordConrad sabe, pues, cautivar y transmitir emociones e ideas sin necesidad de un nombre y una cara.

Por ello, quién mejor para presentarlo que él mismo, en sus propias palabras:

«Soy un poeta que vive enfundado en un traje con corbata, entre números y mercados financieros, que te van quitando un poco de vida. He recibido un premio de poesía de una fundación y no me gustó el mundo de las entrevistas y las fotos. También el premio de teatro Miguel Delibes de la mano del propio escritor. Y aunque fundé y colaboré en diversas revistas y antologías, ahora mis poemas se encuentran en mis cuadernos, sirven para salvarme de los naufragios que tiene la vida. La filosofía, la historia y el arte son mis otras pasiones igual que viajar. Por lo demás el paso del tiempo y cómo lo hace en determinados seres es al final lo que preocupa de verdad».

Más de LordConrad en Vestigium

Desde que LordConrad se unió a nuestra revista, un 8 de agosto de 2018, hemos recibido de él poesía y prosa, en ocasiones breve y bellísima, en otras de la que se extiende y te cautiva. Te invitamos a que pases y leas a uno de los autores más consolidados de Vestigium.

Fotografía de Cato Lein

Sensual y breve. Qué más queda por decir acerca de un poema que resalta todo lo bonito del amor que respeta al otro, del amor que coexiste en las mañanas sobre una cama desordenada. Del que nos permite ceguera momentánea.

Fotografía por Kari Basanta

después tú me encontraste

con miserables guirnaldas de autor,

adornando mi egoísta vida.

Supongo que a veces nos encerramos en aquello que llamamos nuestro, lo envolvemos con nuestras manos, nos adornamos con ello. Pero estamos perdidos, entre el fango de nuestros logros, que poco dejan ver del camino que tenemos por delante. ¿O será que desconocemos el camino? A veces caer en un precipicio no es tan malo: Nos sacude el fango de encima.

Así, luego de seis entregas, y a lo largo de seis semanas, esto fue lo que El Salón de la Fama recopiló:

Miguel Álvarez, y el placer de escribir
Estrella Amaranto, y la vida detrás del pseudónimo
Omar Velásquez, que una vez escribió un libro y se convenció de ser escritor
M. Figuera, y los cientos de otras «Yo» que habitan y escriben
Raul Ariel Victoriano, y la ficción que tanto huele a nuestros recuerdos

Teníamos el final a la vista, pero el mar se extiende — sólo un poco más. ¡Tendremos una entrega sorpresa para El Salón de la Fama, llegando en las próximas semanas!

Por el momento, y con cada día que pasa más agradecidos con ustedes, nos despedimos.

V.

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