M. Figuera
Y los cientos de otras «Yo» que habitan y escriben
En medio de la dificultad y los apagones, M. Figuera nos acompaña desde hace unos meses. Escribiendo desde el hospital, cuentos de amor y de muerte, nos ha dado un regalo a través de las letras. Hay algo de eso que nos enternece en sus historias, algo de eso que nos hace recordar a los que nos amaron o aman a la distancia.
Así que el espacio es de M., quien por su cuenta se describe mejor:
«Nací un martes a las 2:40 AM por allá en los años 90 en contra de varias probabilidades y todas las posibilidades.
»Leo desde que tengo uso de razón y tengo uso de razón gracias a que leo.
»Cuando era más chama (chica/joven) me mudé de una ciudad en donde la arena, el sol y la piel morena abundaban a un pueblo vertical en el cual las frías montañas de la cordillera me saludan todos los días; increíblemente ambas quedan en Venezuela a menos de 12 horas de distancia en carro.
»Actualmente estudio el comportamiento de los árboles al amanecer y cómo cada gota de lluvia logra caer en un ángulo diferente cuando impactan contra mi ventana. ¡Ah, y claro! Soy estudiante de la Licenciatura en Enfermería, en la cual me matriculé porque en la escuela para ángeles no me podían aceptar por razones obvias de mi naturaleza. Tengo que admitir, incluso con cierta pena, que soy la estudiante más feliz del mundo con su carrera.
»Creo firmemente en que el amor es la fuerza más poderosa del universo, y que se da y sucede a través de cada situación y ser que existe. No lo vayan a olvidar jamás.
»Siempre me he presentado a mí misma como una lectora empedernida y una escritora sin talento. Lo de lectora empedernida no creo que cambie nunca pero de ahora en adelante lo de «escritora» y «sin talento» lo dejo a criterio de cada quién.»
Cabe destacar que nunca escribo yo, sino las cientos de otras «Yo» que viven dentro de mi. Yo soy y siempre seré un lápiz y un libro de sangre.
¿Llegaste hasta aquí?
»Si sí, ¡gracias! Puedes leerme en Medium en el link de M. Figuera, puedes ver otras cositas que escribo a través de mi Twitter (@naremf) y pueden escribirme cuando quieran y por lo que quieran.
»Si tardo en escribir/publicar ya saben que estoy en el hospital, escribiendo cuentos de amor y muerte o durmiendo/comiendo: Necesidades fisiológicas y de autocuidado le dicen.»
¿Y en Vestigium?
Algunos de nuestros escritos favoritos por M. Figuera están en Vestigium, y por ello estamos agradecidos.
Pasa y lee.
Una historia que se lee como pan caliente, y que honra lo que M. Figuera nos dijo: Que el tiempo libre en el hospital — si tal cosa existe — se pasa escribiendo historias de amor y de muerte.
Dame un día. Un día completo con sus veinticuatro horas. No te voy a convencer con palabras, pero sí con hechos.
No es capaz de comprender lo que le está sucediendo, porque de la nada su cerebro, aquel que consideraba su más íntimo y fiel amigo, ha decidido darle la espalda, dejándole solo en aquella casa de paredes azules, sillas amarillas y rosas a medio crecer.
La vida se nos va de a pocos, entretanto que nos preocupamos por todo aquello que nos atribula y dejamos a un lado todo aquello que, quizás, sólo quizás, vale más la pena. El momento llegó y no nos dimos cuenta de cuándo fue que empezamos a olvidar.
En una historia que rebalsa de tristeza, de aquella que aún nos saca una sonrisa melancólica, M. Figuera nos hace reflexionar.
En la galaxia hay una estrella solitaria que se encuentra a punto de explotar… Todavía no existe nadie que comprenda esto.
¿Cómo es posible que, en conjunto con nuestra pequeñez, con nuestra propia insignificancia, puedan existir tantas cosas, prácticamente infinitas, allá fuera, en la vastedad incomprensible del universo? ¿Seremos independientes de todo aquello que sucede fuera? ¿Podremos llevar una vida sencilla mientras un astro gigante muere allá fuera? Uno que nació milenios antes de nosotros, nuestros abuelos y todos los monos y micos que existieron.
En una historia por lo demás creativa, M. Figuera nos hace pensar en cómo la vida es mucho más de lo que podemos ver.
Esto concluye una entrega más de El Salón de la Fama. Para quienes nos leen, muchísimas gracias. La próxima entrega será el lunes, 28 de octubre.
Por y para ustedes, nos despedimos.