No necesitas el permiso de nadie

Almu Jimenez
Vestigium
Published in
2 min readJul 13, 2020

Nos pasamos la vida esperando que a la gente le parezca bien lo que queremos hacer. Que lo entiendan.
Lo cierto es que es posible que nunca lo hagan porque todos somos seres únicos con caminos diferentes.

Querer que la gente apruebe lo que hacemos es una manera de liberarnos de responsabilidad. Buscamos una “responsabilidad compartida”, un cómplice que nos haga sentir seguros para dar el paso.
Al final, no deja de ser una excusa para no afrontar el miedo y las dudas que nos provoca. Pensamos que hacer ese algo podría hacer que perdiéramos el amor y la aceptación de los demás. No queremos que nos rechacen y buscamos su permiso.

Inevitablemente nuestra autoestima baja, ya que nos decimos a nosotros mismos que lo que deseamos es menos importante que lo que piensan los demás. Que ellos dictan lo que debe ser y lo que no. ¿Tanto poder le queremos dar a alguien sobre nuestra vida?

Los únicos responsables de nuestro bienestar, somos nosotros. Nadie más. Ellos no son los culpables de que estemos frustrados: estamos frustrados porque les hemos dado el poder de decidir por nosotros.

Y hay que entender que nadie nos obliga a hacerlo. Es una decisión nuestra.

  • No necesitas el permiso de nadie en las redes sociales para publicar la poesía que has escrito ni la foto que te dé la gana.
  • No necesitas el permiso de tus padres para cambiar radicalmente de trayectoria profesional o dejar tu trabajo y recorrer el mundo.
  • No necesitas el permiso de tu pareja para irte de viaje solo o pasar tiempo separado de ella.
  • No necesitas el permiso de tu jefe para exigir ese sueldo que tú consideras que te mereces.
  • No necesitas el permiso de tus hijos para no hacer la cena hoy.
  • No necesitas el permiso de tus amigos para no asistir a ese cumpleaños, no beber alcohol o volverte a casa cuando quieras.

Lo paradójico de todo esto es que cuanto más auténticos somos, más aumenta la confianza en nosotros mismos y más nos respeta la gente que nos rodea. El resultado es mucho mejor.

Podríamos comenzar, poco a poco, a romper ese hábito que repetimos y no nos deja vivir como quisiéramos. La buena noticia es que es “entrenable”, solo hay que aprender a pasar del “querer” al “hacer” sin dejar espacio a los pensamientos negativos de autosabotaje.

Ir sobreponiéndonos al miedo nos va haciendo sentir más fuertes. Y qué mejor motivo para comenzar a hacerlo que vivir una vida más auténtica alineada con quien realmente somos.

--

--

Almu Jimenez
Vestigium

Coach profesional :: Autora // Especialista en cómo afrontar el miedo//