Pláticas

Conmigo misma

Loy Salazar
Vestigium
2 min readJun 20, 2019

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El silencio no es extraño en vos, pero hoy me aterra. Me aterra que no digás nada cuando te está pasando todo. No voy a preguntarte si estás bien porque ya me puedo tu abecedario de respuestas. Y nunca vas a decirme la verdad a la primera, así que no gastemos tiempo en eso. No me lo estás preguntando, pero a mí me parece que por fin encontraste el camino que buscabas. Te ves diferente. No es el pelo, no es la ropa. Es algo adentro, es tu semblante. Estás radiante. Terminaste con la oscuridad y estás de romance con la luz. La luz te sienta bien, dejá que la luz te enamore. No va a dañarte. Tu luz brilla fuerte cuando fluye. Pero decí algo, por favor, que esto parece monólogo. Tu silencio me gusta y me aterra en proporciones escandalosas. Decí algo rimbombante, algo dulzón como el whisky, un chiste rojo como tu color favorito, contame esa aventura que te veo saboreando. Solo no me digás que sos feliz. No es que no quiera saberlo, es que cuando lo decís, la gente te quiere robar la felicidad. Así que no lo digás porque de todos modos ya lo sé. Está bien si no querés contarme, yo te veo bien y con eso me basta. Vuelvo mañana a preguntarte de nuevo, me voy en paz sabiéndote bien. Un abrazo.

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