Riva
El agua cristalina del Adriático,
Onomatopeya — paradisíaco.
Celestina, bella y límpida,
Muestra sus tiernas maneras
Al bajar sus suaves mareas.
Olas que acarician lamiendo la orilla —
Hedonismo de quienes ociosos admiran.
Lo esponjoso de la espuma se esfuma
Cuando encalla en la entrada de la playa;
Fumo, y el cigarro dispara al viento humo
Disipando así las blandas similitudes
De una pasajera fugacidad que zarpa.
Las corrientes cantan, acompasada eufonía.
Oigo el sonido de una empírea arpa
Que me amarra, como sirenas à la Ilíada,
En la etérea seducción de aquella bahía.
La vida en la Riva es tan dulce; deja inmune
A uno, de aquellas inquietudes. Musa y numen
Acuden, déjalos apaciblemente te acunen,
Que en el desalojo entornarás al fin los ojos
Y te verás desvanecer en el refulgente lumen.
