Ser
Me diste una canción con aroma a pasado,
de ritmo desolado y así crecí.
Una de esas noches, de estrellas distraídas
me diste una razón.
Nuevo siglo y aún no olvidamos nuestros dioses,
por el contrario, los seguimos perdonando.
Porque no quise encontrar nuevas deidades en el mar,
el desconocimiento más profundo no me animé a explorar.
Hoy, me quedo con certezas impuestas e impostadas,
y un poco ayer también.
Soy lo que todos esperan de mí,
la voluntad de un deseo primitivo e impropio,
de aquellos que contemplan sin pensarme,
de mí también que pocas veces me pienso.
Soy el lenguaje de una madre,
libros de filósofos que jamás conocí,
tiempo de dioses con los que no he hablado.
Yo soy esa canción.