Reseñas

Ser hombre en el Club de la pelea

La violencia como el último reducto de la hombría, sus peligros y sus alternativas

En promedio, en Estados Unidos, los hombres se suicidan cuatro veces más que las mujeres.

El club de la pelea de Chuck Palahniuk se está convirtiendo, si es que no lo ha hecho ya, en uno de los pilares de la resistencia masculina a la castración y feminización de prácticamente todo lo que nos rodea en la sociedad ginecocéntrica occidental del siglo XXI. En particular, un refugio para los hombres que no han sido aún puestos en la ruta hacia la depresión, las benzodiazepinas y el suicidio, o castrados de todas las formas posibles que aparecen en el menú:

Por familias sin una sólida figura paterna (o aquellas en las que la figura del padre es detestada) y con madres controladoras y manipuladoras que compiten contra sus hijas, o secuestran de sus hijos la atención que no son capaces de obtener de hombres plenamente desarrollados.

Por el sistema educativo y los medios de comunicación, que cada vez se confunden más en una sola maquinaria ideológica.

Por el matrimonio y la trituradora jurídico–económica del divorcio (en asociación al patriarcado, las feministas hablan del matrimonio como una institución que los hombres…