Poco tardaron en encontrar que los rumores eran ciertos. El viento aún transpiraba sus agónicos lamentos, entre cuerpos calcinados, cenizas, fantasmas de otros tiempos; visiones sumergidas en recuerdos amotinados, perdidos, bajo un silencio sepulcral, impregnado por un denso aroma difícil de respirar. Continuaron avanzando en busca de respuestas, y la réplica no se hizo esperar…