Y a pesar de todo no poder ser feliz

Uriel Cortes
Vestigium
Published in
5 min readApr 27, 2018

¿Te suena familiar?

Tim Berling.

¿Te es familiar el nombre?

Tal vez no, sin embargo si menciono su nombre artístico más conocido lograrás saber de quien hablo, el famoso Dj y productor Avicii (RIP).

Si algo llama la atención acerca de su repentino deceso es la edad que él tenía y más porque en poco tiempo se posiciono como uno de los íconos de la música electrónica al menos para esta generación. Mucho se hablaba de su muerte, y mucho se especula cuando se tiene un estilo de vida como él, al ser considerado como una celebridad. Donde en la ecuación siempre — o casi siempre — se encuentran presentes ciertas variables como: drogas, alcohol, fiesta desenfrenada, locura, etc.

Pero dentro de todo existen demonios. Ciertos demonios ocultos que hoy en día dejamos que pasen desapercibidos, y tales demonios son los que hicieron que Tim se alejara de los escenarios unos años atrás. La depresión, el estrés y tal vez la ansiedad.

Se habla de un suicidio, cosa que dijo la familia. Y es aquí donde tú o yo podríamos pensar.

— ¿Cómo una persona con un estilo de vida así podría no ser feliz?

El punto está en la perspectiva, y en toda la basura que indirectamente recibimos de otros lugares, principalmente de las redes sociales, y quizás de nuestro entorno de desarrollo, nuestros valores y el estilo de vida con el cual crecimos.

No digo que sean malas. Para nada, sin embargo llega el punto en el que lo que vemos condiciona nuestro pensar, nuestro sentir y las expectativas que tengamos para nuestra vida. Esto, tal vez en cierto punto te lleva a ti a sentir angustia, tristeza, envidia, estrés, ansiedad, etc, al ver la vida que llevan otras personas y que quizás tú no y sea algo que desees.

Lo que quiero ejemplificar es que, uno podría pensar que se tiene una vida abundante pero es bien sabido que Tim tenía un estrés inmenso a presentarse en vivo ante miles de personas y bien, prefería la soledad de su estudio para plasmar su sentir en su música. Y son cosas que no vemos, cosas que no imaginamos y que no pensamos que estén ahí.

Todos tenemos cosas que agradecer. Algunos tienen dinero, otros muchas aventuras, algunos muchos amigos, muchos viajes, salidas, una familia, etc. Pero siempre hay algo que agradecer a veces, a pesar de todo no eres feliz. No encuentras ese sentido.

Tim es un ejemplo famoso del asunto. Pero en el mundo hay miles de personas que tienen ese sentir, los cuales, no sabemos. Pero, cuántas personas no pasan por eso, cuántas personas no pasan por periodos de estrés, ansiedad, depresión.

Sentirse triste está bien. Pero sentirse extremadamente triste es una porquería. Hay quién llega al punto de no querer salir siquiera de casa por la tristeza que embarga su vida, y puede ser tu hermano, tu primo, tu madre, tu padre, tu amigo, tu pareja. Hoy en día esta hiperconectividad nos ha llevado a un profundo estado de enajenación, de egoísmo y de desinterés por los demás.

Pero.

¿Sabes lo que se siente tener ese sentimiento?

Tener la necesidad de ir a algún lugar y que te de miedo siquiera trasladarte a otro punto de la ciudad, temerle al transporte colectivo, a la comida por cierto miedo, a la gente por no tolerar las masas, al sentirte abrumado por lo que pasa en tu vida, al tener quizás mucha abundancia, material, social, laboral si tu quieres y aún así no encontrar ese empuje para salir, para hacer las cosas, para vivir.

Bien, en este punto, yo podría decir que lo sé.

Lo sé porque años atrás pase por una situación así. En la que de la nada, de un día para otro, la vida se te jode y pasas a estar en un estado anímico fatal, con ansiedad, estrés, tristeza, desgano, insomnio, o tal vez con infinitas ganas de solo dormir, con trastornos de alimentación, en el que dejas de hacer cosas que disfrutabas solo porque ya no tienes ganas.

Dejar de hacer algo puede ser normal, dejar de hacer algo que te apasiona es un indicador de que algo está pasando en tu vida. De que algo no marcha bien. Y es un sentimiento jodido el que quieras acercarte a alguien y tus “amigos” o tu “familia” no tenga tiempo para ti. ¿Te suena familiar la historia? Aquí es donde recalco que la hiperconectividad nos ha alejado de las personas, nos ha enajenado y peor aún nos ha alejado de esas personas tan cercanas y “queridas” para nosotros. Y no lo digo porque a mi me haya pasado, sino en general todos lo hemos hecho, me incluyo.

Lo peor viene cuando alguno de tus amigos o familiares quiere contarte algo, donde te dice que está triste, que se siente mal, se siente solo, se siente desganado, sin fuerza, etc., y nosotros solo contestamos con un “échale ganas”.

¡P**a!

¿Es en serio?

¿Y de dónde las sacas?

Esta actitud es algo que te jode la vida. Acercarte a alguien y que ese alguien no te escuche.

Ahora imagina una vida llena de excesos y en la que quizás, tu tristeza sea tan fuerte que a pesar de estar rodeado de miles de personas, no encuentres esa paz, esa alegría y esas ganas de vivir. Es algo realmente jodido.

Una mierda.

Y es algo que tal vez le paso a Tim, y es algo que tal vez le pasa a tu mejor amiga o tu mejor amigo, a tu pareja, a tu mamá, papá, hermano, hermana. O a ti.

Es complicado entender el sentir de una persona deprimida o ansiosa a menos que en algún momento hayas pasado por esa situación, y quiero decirte que no es ninguna de las cosas pendejas que pensamos la mayoría del tiempo como:

· Quiere atención.

· Es un dramático o dramática.

· No tiene el coraje para enfrentar las cosas.

· No tiene voluntad.

· Es flojo o floja.

El problema está latente. Y quizás mas cerca de lo que crees. Y las consecuencias pueden ser desastrosas. Tal vez no para ti o para mi, pero sí, para quienes son mas cercanos a ellas o ellos.

Solo te pido una cosa, sé por un minuto una persona un poco menos egoísta y escucha a tus amigos y seres queridos cuando estén tristes, preocúpate por ellos cuando los notes mal o diferentes. No te pido que seas su consejero, su psicólogo, pero muchas veces escuchar es suficiente. Y cuando no lo es, expresa que quién se acercó a ti necesita ayuda profesional. No dejemos que este problema se haga más y más grande.

No te vuelvas un vertedero de quejas tampoco. Pero al menos escucha un par de veces y si está en tus posibilidades orienta para que aquella persona busque ayuda más adecuada si tu no se la puedes brindar.

Esta situación es algo que comienza de forma silenciosa y que poco a poco carcome tu alma hasta el punto de que en ocasiones ya no encuentran las fuerzas para seguir adelante.

Si eres esa persona que se siente triste en exceso y no tiene ese empuje para realizar las actividades, acércate a alguien. Habla, expresa tu sentir y no te quedes con ello. Si no tienes a quién contarle, yo con gusto te leeré.

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