La comodidad mató al gato.
Definitivamente no pudo ser la curiosidad la que mató al gato, yo creo que las mentes curiosas son las que realmente logran llenarnos de vida, es de las mentes curiosas como la suya de donde pueden nacer las ideas que verdaderamente valen la pena, recuerdo uno de los consejos de Steve Jobs en su legendario discurso de graduación en la universidad de Stanford:
«Manténganse hambrientos, manténganse ingenuos.» - Steve Jobs -
Pero, entonces, ¿Qué fue verdaderamente lo que mató al gato? creo que es mas probable que haya sido la comodidad la que lo mató, la comodidad de quedarse donde estaba y como estaba, cuando el mundo le estaba gritando que era hora de moverse, de re-inventarse, de evolucionar.
Es curioso como las personas podemos pasar años en una misma “zona de comodidad” sin siquiera darnos cuenta, es la “comodidad’’ la que realmente puede drenar nuestras vidas hasta llegar al punto de decir: “no me dí cuenta en que momento se me pasaron estos 5 años por encima”. Tristemente nuestro subconsciente está diseñado para mantenernos en esa “zona segura” que al final puede ser lo menos seguro de hacer.
Otra cosa que me hace pensar, es que dicho estatus en nuestras vidas es llamado por los expertos como “zona de comodidad” cuando lo que realmente parece es que nunca estamos cómodos, irónicamente cuando nos encontramos en esta situación, suele ser más común que nos pasemos la vida quejándonos de nuestro entorno y de lo que tenemos, pero no hacemos nada al respecto simplemente nos quejamos y creemos que estamos así por la culpa de alguien más o de la vida o del destino.
Algo que me ha servido mucho a lo largo de mi carrera para superar estas barreras ha sido estar alerta a los momentos en que me siento “demasiado cómodo” con el status quo, cuando esto sucede (y me pasa seguido) me “lavo la cara” de la mente y me hago reaccionar con un par de cachetadas diciéndome a mi mismo: “¿Esto es todo lo que quiero? ¿Esta es realmente la vida con la que quiero quedarme?” “¿Hay algo más allí afuera para mi?” estas preguntas me hacen activarme nuevamente para no “dormirme en mis laureles”
Así que, es importante que no confundamos que fue realmente lo que mató al gato, mantengámonos curiosos, pero nunca, ¡nunca! cómodos, eso realmente puede matarnos.
