Spec Ops: The Line

Patri LJ
6 min readJul 29, 2015

¿Te crees un héroe?

Si, si si, ya sé. Es un juego de 2012; un poco tarde para hacer un review ¿no? ¡Pues NO! Nunca es tarde para halagar a un buen juego.

¿Por qué no he jugado antes? Había oído hablar de él, pero no me había detenido demasiado, ya que se trataba de un shooter en tercera persona. Guerra y más guerra. Vamos, que me pareció más de lo mismo.

¿Por qué he jugado ahora? A pesar de que tengo una gran lista de juegos por jugar, me recomendaron especialmente el Spec Ops: The Line y me lancé a la piscina.

HISTORIA: De qué va.

La historia se desarrolla en Dubái, meses después de que ocurran las peores tormentas de arena en la historia de la ciudad. El Gobierno oculta la situación a nivel internacional y comienza a evacuar el lugar en secreto, dejando a miles de personas atrás por la gravedad de las tormentas.

El caos reina y la ciudad queda totalmente destruida e inundada en arena.

Y claro, como no podía ser de otra manera, nuestro gran héroe, Estados Unidos acude en su ayuda. Un escuadrón de élite llamado “Los Malditos del 33” van a Dubái para intentar evacuar al resto de civiles que queden en la ciudad, a pesar de que el Gobierno de Dubái no ha pedido ayuda internacional.

Hasta aquí parece la historia más típica del mundo. Sin embargo, las tormentas empeoran y se pierde contacto con el 33.

Ahí es dónde entras tú, Capitán Martin Walker, y tu equipo, el Teniente Alphonso Adams (Fonsín para los colegas) y el Sargento John Lugo (El Jony, cabecilla de la banda ‘SoY CaNi,Y a MuChA hOnRa’).

Tu y tus compis conformáis el escuadrón Delta, y sois enviados a Dubái en misión de reconocimiento a ver qué le ha pasado al 33.

Esta es la premisa inicial, la cual parece bastante típica y simplona.

PERO…Nada es tan simple.

Vale, nada nada no. Battlefield es simple. Call of Duty es simple.

Spec Ops no es simple.

Tu perspectiva durante el desarrollo del juego es la de Walker, por lo tanto sólo ves lo que él ve y sólo sabes lo que él sabe. Para que os hagáis una idea, el tío no tiene ni idea de lo que ocurre, y con la poca información que vas obteniendo, tú, como jugador vas sacando tus propias conclusiones conforme avanza la historia.

Debes tomar decisiones (¡Sí! ¡Juego de decisiones! ¡YUJU!). No se trata de un árbol de decisiones muy extendido y realmente no afectan 100% a los siguientes pasos que debes tomar en el juego, pero algo es algo.

Digamos que la decisión afecta al momento concreto en el que la tomas, pero no cambia radicalmente la línea argumental del juego. Sin embargo, las decisiones son brutales. Cuando digo brutales, no me refiero a que sean una pasada, sino que son decisiones duras y crueles.

Las decisiones atacan directamente a tu moral y te ponen en situaciones difíciles en las que da igual las miles de razones que encuentres para justificar lo que haces, porque, en definitiva, lo que haces es inmoral y punto.

Spec Ops: The Line te enseña la otra cara de la moneda.

En la guerra no hay héroes.

Esto es algo que otros juegos del estilo obvian, procurando convertir al protagonista en héroe de una historia donde en realidad no existen los héroes.

Esto es precisamente lo que tiene de diferente Spec Ops: The Line. Consigue que cuestiones tus propias decisiones y que reflexiones sobre lo que has decidido.

Es todo culpa tuya.

Algo que quiero destacar son las frases fulminantes de las pantallas de carga. Según avanzas en la historia, los mensajes de las pantallas de carga también van cambiando y te van mostrando mensajes junto con imágenes variopintas. Lo más curioso, es que esos mensajes son tremendamente honestos y, en mi caso, encajaron perfectamente con mi estado de ánimo mientras estaba jugando.

La disonancia cognitiva es un sentimiento incomodo causado por tener dos ideas conflictivas simultáneamente.

JUGABILIDAD: Nada demasiado novedoso.

Se trata básicamente de ir superando oleadas de enemigos en distintos escenarios. Las tormentas de arena inesperadas, o que en ocasiones te quedes sin tus compañeros animan bastante e introducen nuevos elementos en el combate.

En plena tormenta de arena

También puedes jugar con el entorno, rompiendo algunos cristales o haciendo estallar bombonas inflamables. Lo típico. La diferencia está que tras cada enemigo abatido te preguntarás una y otra vez: “¿estaré haciendo lo correcto?”

¡Fonsín! ¡Hazme el favor de cargarte a ese!

Durante el desarrollo controlas a tu equipo y les puedes ordenar que ataquen a objetivos concretos, o que tiren granadas, pero no mucho más.

Sin embargo, la mecánica no es la mejor y tu personaje no siempre responde a las acciones que le ordenas.

Me he encontrado en situaciones en las que Walker no hace el sprint correctamente, o no se esconde detrás de una cobertura y decide quedarse ahí pasmado mientras el acribillan. En estas ocasiones es cuando tus compañeros pueden de verdad salvarte el pellejo.

CONCLUSIÓN

Definitivamente lo que destaca en Spec Ops: The Line es la narrativa y la historia, y sólo por eso recomiendo jugarlo. Los doblajes dan bastante pena, por lo que la interpretación hace que la historia no consiga tener todo el impacto que podría tener (recomiendo jugarlo en inglés).

A pesar de los problemas en cuanto a mecánicas y controles, Spec Ops: The Line es un título que, personalmente, me dejó perpleja y bastante hundida moralmente. La frase que puede resumir el juego fácilmente, evitando spoilers innecesarios es:

¿Ya te sientes como un héroe?

Aquí os dejo el tráiler:

RECOMIENDO: por la historia y la narrativa. No tardéis mucho tiempo más en probarlo (si no lo habéis hecho ya), porque si no los gráficos os parecerán anticuados.

DESTACO: la buena conexión entre los momentos de combate y el hilo argumental de la historia.

WARNING: las mecánicas de controles y jugabilidad no son la bomba, pero son pasables y la narrativa te permite olvidarte un poco de ese tema (si no eres demasiado tiquismiquis).

Puntuación 8/10

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Patri LJ

Apasionada de los #videojuegos, sobreviviendo al apocalipsis zombie, salvando la galaxia y viviendo más aventuras. I’m in the game!