El legado de una franquicia: “Star Wars Jedi: Fallen Order”

Eugenio Ponz
Vidyalantes
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5 min readFeb 13, 2020
Este artículo contiene spoilers de la trama del videojuego.

En cierto momento de Star Wars Jedi: Fallen Order, Cal Kestis, un joven jedi que se esconde del Imperio tras la caída de la República, alcanza Dathomir, un planeta hostil y peligroso dominado por el Lado Oscuro. Allí, encuentra un antiguo templo del que debe recuperar una reliquia, pero al que le es imposible acceder.

Sin mucho más que hacer, y atrapado en la antesala, el jugador decide “meditar” en el punto de guardado pero, al salir del menú, Cal es mucho más joven y ya no está en Dathomir, si no en su habitación abordo de un Destructor Estelar durante las Guerras Clon.

De camino al entrenamiento diario con su maestro, Cal se encuentra con varios soldados clon que le animan, comentan amistosamente su próxima misión e incluso chocan los cinco con él.

Si el jugador es conocedor del mundo de Star Wars, sabe que en algún momento esta actitud cercana y de camaradería con los clones se verá truncada por la Orden 66 del Canciller Palpatine, con la que un chip insertado en el cerebro de los clones les llevará a matar a todos sus compañeros jedi, que comandan las tropas de la República por toda la galaxia. Una traición que parte el corazón tanto a los jedis como a los fans, pues las diversas historias que se desarrollan en esa época se encargan de demostrar que los soldados y los generales se llevaban genuinamente bien.

Este pequeño momento, que no alcanza probablemente los dos minutos de juego, ya demuestra el mimo y respeto al material original con el que Respawn ha creado el videojuego, pero queda más.

El jugador ya ha experimentado alguno de estos flashbacks durante la partida, pues son el sistema para que Cal reconecte con la Fuerza y así pueda desbloquear su anterior conocimiento de la misma.

Éste es además un buen truco para evitar que la Fuerza caiga en una ludificación y se mantenga el discurso que Lucasfilm impulsa a lo largo de sus últimas creaciones: la Fuerza no es algo con niveles, si no un campo que rodea y vive en simbiosis con todas las cosas y al que se puede acceder con el debido entrenamiento y concentración.

Pero volviendo al flashback, este es diferente porque no se limita a una sesión de entrenamiento con el maestro Jaro Tapal, si no que permite interactuar con los clones y revela al jugador que la sala de pruebas se encuentra en una nave llena de los mismos, que hasta ahora imaginaba que debían andar cerca.

En mitad de este entrenamiento, un clon dispara a Cal y pone en guardia al jugador que, automáticamente, piensa que ha llegado el momento de la Orden 66 y que lo que sigue es un épico combate para salvarse. Pero no, todo es parte de la prueba de Tapal y el maestro recuerda a Cal que debe estar atento a posibles sorpresas y nuevas dificultades mientras realiza una misión. El jugador se relaja y termina el entrenamiento, alcanzando al maestro jedi, que le espera junto a un comandante clon. Y, ahora sí, mientras Tapal informa a Cal, siente una perturbación en la fuerza y vemos cómo el clon recibe la comunicación de Darth Sidious de ejecutar la infame Orden. El clon apunta por la espalda a la cabeza del maestro, pero este con un ágil movimiento, acciona su espada láser y mata al soldado.

Ambos jedis se separan para poder huir y comienza a sonar la primera pieza de música reconocible del juego, Anakin’s Betrayal, la canción que ambienta durante La Venganza de los Sith este mismo punto de la historia. Y mientras los clones, los antiguos amigos de los jedi, disparan a Cal y este devuelve los disparos, el corazón del jugador corre desbocado como lo hace Cal, pues este momento es el que ha temido durante todo el juego, revivir el punto más triste de la historia de los jedis.

Cal verá caer a su maestro ante sus ojos después de un acto heroico por salvarle y conseguirá escapar junto a su cuerpo en una cápsula de emergencia hacia Bracca, su nuevo hogar.

Pronto el jugador descubre que todo es una visión a la que le ha sometido el Lado Oscuro, y aquí no hay, aparentemente, ninguna nueva lección o recuerdo que desbloquee nuevas habilidades.

El juego no solo recrea bien el sentimiento de traición que viven los jedis, si no que también consigue transmitir cómo vivieron ese momento los padawans más jóvenes desplegados junto a sus maestros por toda la galaxia: la incomprensión, la duda, la desprotección y el posterior alejamiento de la Fuerza en caso de sobrevivir.

Soy muy fan de la saga galáctica y, personalmente, este es uno de los momentos que recordaré toda mi vida como jugador. Se une a la entrada en México con Far Away de fondo en Red Dead Redemption, la primera vez que terminé Kingdom Hearts o la exploración de la casa de What Remains of Edith Finch, por poner algunos ejemplos.

Tener la oportunidad de revivir con un personaje nuevo pero carismático, al que coges cariño gracias a una solidísima historia (una de las mejores del nuevo canon de Star Wars), este dramático incidente es un regalo que Respawn ha sabido introducir magistralmente en su obra.

Por muy denostadas que fueran las precuelas tras su lanzamiento, estaban llenas de buenas ideas que pueden seguir desarrollándose, y ya que parece que Lucasfilm no ha querido permitirse dar el paso en el cine, hay creadores que han crecido con esta trilogía o que ven sus partes buenas que están decididos a hacerlo y es una buena noticia que, al menos, tengan permiso para hacerlo en obras secundarias. Algún día, veremos este reflejo en la gran pantalla.

Este es probablemente uno de los más destacados, pero el juego está lleno de ejemplos de con cuánto cariño se ha hecho y del buen futuro que le espera a la franquicia de Star Wars en la industria del videojuego si sigue por este camino o si se lanzan futuros Star Wars Jedi.

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Eugenio Ponz
Vidyalantes

Curioso y Estudioso de la Comunicación. Pollo Hermano en Radio DSK. http://t.co/ok67GKUWld