El punto sobre los FF: la existencia en el IX
Los JRPG tienen esas idas de olla que a veces cuestan tanto de entender. Ese giro de ultimísima hora en el que aún hay un malo aún más fuerte que el último enemigo que queda en pie de todos los que hemos conocido durante el juego. Surge repentinamente y no sabemos de dónde sale después de horas y horas de aventuras. En el Final Fantasy 9 tras Garland y Kuja aparece Tiniebla Eterna para dejarnos el culo roto.
Una especie de ángel enorme, de metal y plata, que flota. El fondo es muy abstracto y la música es agobiante. Y llega para llevar todo a la extinción, parece ser una especie de consciencia de Gaya y Terra. Habla de la crueldad del juego de la vida, reflexiona sobre como se matan unos a otros por sobrevivir, aún sabiendo que todos morirán. Parece una de esas fumadas finales japonesas en forma de filosofía, pero tiene sentido.
Garnet tiene muchas similitudes con la princesa Leia. Ambas pierden a su madre y crecen en un reino que no es el suyo. Leia es adoptada por los reyes de Alderaan y Garnet por los de Alexandria. Además el Invencible hará las funciones de la Estrella de la Muerte, y las dos verán como su patria es destruida. Muerte y pérdida, Tiniebla Eterna usa el dolor como argumentos.
Siguiendo con este paralelismo, Tiniebla Eterna usa las palabras de Yoda, “El miedo lleva a la cólera. La cólera lleva al odio. El odio lleva al sufrimiento”
El miedo a desaparecer, a la muerte, lo personifica Vivi desde el comienzo (Kuja también desde el lado contrario). Con las dudas que genera la existencia misma comienza y acaba el juego. El pequeño mago será el primer personaje que manejemos y Tiniebla Eterna será nuestro último enemigo, como enemigo que encarna el miedo a la muerte. Vivi pasa de la ignorancia a la compresión y aceptación, pero Kuja no.
El fracaso de Kuja frente al miedo a morir es lo que le lleva a su perdición, saber que tiene fecha de caducidad hace que se replantee el sentido de la vida. Su zozobra despierta a Tiniebla Eterna.
“Cuando la muerte se acerca, y os dais cuenta de que no podéis vencerla, se despierta el miedo en vuestro interior”
Pretende llevar el mundo a la nada auto-destruyéndose. Pero cuando le vences concluye: “Este no es el fin. Siempre podré volver a existir… mientras haya vida y haya muerte.” El miedo es inherente al hecho de existir, Yitán decide que aún así merece la pena hacerlo y luchar por el mundo y por los demás.
