La excelencia del mundo de Aloy

Alvaro Coll
Vidyalantes
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3 min readJun 11, 2020
Este análisis no contiene spoilers ;)

Tengo por costumbre no ver trailers ni de películas ni de videojuegos. Me gusta que las aventuras me pillen totalmente por sorpresa. Es por esto que me rechinó mucho ir con Aloy y toparme con máquinas por esa especie de mundo prehistórico en el que vive. Por suerte, siempre soy de segundas oportunidades y suelo jugar una serie de horas considerable antes de juzgar definitivamente.

En cuanto conocí un poco mejor a Rost quise cosplayarme de él, y cuando tuve que tomar la primera decisión (aunque no tiene, salvo alguna excepción, relevancia en la historia, siempre podemos ser racionales, viscerales o amistosos) me acabó de enamorar. Y es que la experiencia del Horizon toca una parte de nuestra fibra sensible. Sigo sin entender a los que criticaban a la protagonista y decían que era imposible empatizar y ponerse en su piel por ser mujer… ¡lamentable!

El doblaje es muy bueno, tanto las voces seleccionadas como la traducción están a la altura de la aventura. La historia va in crescendo, sin bajones, y alcanza el climax en el momento justo. El final no llega tarde ni demasiado pronto, estamos, bajo mi punto de vista, ante una duración perfecta. Pese a ser un videojuego de mundo abierto en el que podemos desviarnos cuanto queramos del argumento principal, el ritmo está llevado con maestría. Es lo mejor del juego, y es precisamente lo más complicado de conseguir en un juego de rol.

Para conseguir la excelencia (es de la época en la que los sandbox estaban de moda y daba igual que el juego lo pidiera o no), el Horizon usa un mapa grande pero manejable, una cantidad importante de misiones secundarias pero abarcables y lógicas y una amplia variedad de tareas. Así evita que pensemos que estamos dando vueltas absurdas por el mundo y, lo que es todavía mejor, que caigamos en situaciones repetitivas continuamente. En el término medio está la virtud.

El otro punto fuerte del Horizon es que tu destreza es decisiva en las batallas. Los niveles recomendados son una mera orientación, por muchos niveles que hayas acumulado y por mucho que hayas desbloqueado todas las habilidades, si no usas una buena estrategia caerás en batalla contra las máquinas más fuertes o tendrás que gastar minutos y recursos de más. No vale eso de levear hasta límites insospechados y fulminar después a los enemigos.

El último nivel es el 50, y cada nivel te da un punto de habilidad, pero para adquirir todas las skills necesitaremos más de cincuenta puntos. Habrá que hacer misiones especiales para completar el árbol (no es necesario para derrotar al último enemigo) con sus puntos extras.

Los recursos que necesitamos para comprar o fabricar mejoras, objetos o munición, le dan un plus de dificultad en las últimas misiones. En mi caso me quedé sin cables en las batallas finales después de haberme sobrado materiales durante toda la aventura.

La historia no es novedosa, los plot twist puedes imaginártelos, pero atrapa gracias al carisma de Aloy, a la personalidad y profundidad de todos los personajes (muy variados) y al citado ritmo. Eso sí, la historia deberemos ir encajándola nosotros porque no viene en orden y para conocerla por COMPLETO deberemos explorar decenas de lugares y objetos secundarios. Aunque lo más relevante nos lo cuentan durante las misiones principales.

El feminismo (sociedad matriarcal, empoderamiento de la mujer, conversaciones críticas con el machismo, hombres sentimentales y mujeres fuertes…) y la inclusión social son muy reales, no son meramente anecdóticos. Tampoco lo son temas como el ecologismo, la aceptación de la culpa, la responsabilidad de nuestras acciones, el conocimiento unido a la moral o el libre albedrío.

Si hay puntos negativos a resaltar son la falta de variedad en las máquinas enemigas y que a la hora de escalar la libertad se limita a caminos establecidos.

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Alvaro Coll
Vidyalantes

Historias detrás de la Historia. Sentimientos que se heredan con los relatos.