Sigan atreviéndose con Dragon Ball

Alvaro Coll
Vidyalantes
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4 min readMar 5, 2020
¡Vamos con afán!

Tras aquellos Budokai Tenkaichi tan geniales que nos dieron algo más que simples batallas y que nos mostraron muchos personajes que no acostumbraban a salir, llegaron juegos que, lejos de seguir la trama principal, nos hacían crear nuestro propio personaje (en lugar de llevar a nuestros personajes favoritos), inventaban fallos de memoria en el protagonista o simplemente reducían y simplificaban toda la trama (quitando algunos villanos o creando un tablero por el que desplazarnos con fichas de PJs). Han llegado a crear nuevas historias paralelas o a añadir extras ajenos a la historia original tratando de enganchar y de dar con una tecla que haga que el fan siga comprando. Y lo hacía, pero no alcanzaban la perfección.

Al final, CyberConnect2 se ha limitado a hacer lo que había que hacer: contar la historia tal cual, respetando los tiempos y los personajes. Y claro, el éxito ha sido rotundo. La dificultad de la aventura no será un reto, pero la conexión del jugador con el juego es total. Hasta alguien que no sepa nada del mundo podría jugarlo y enterarse al 100% de la historia. Han respetado hasta algunos capítulos de relleno. Han sabido elegir a los protagonistas (y a los de apoyo) a la perfección. Han dado cierta libertad para campar a tus anchas en los momentos adecuados. Han transmitido la esencia de Dragon Ball. Cuando han tenido que añadir algo nuevo en alguna misión secundaria, lo han hecho con mimo y para conectarlo todo mejor. Han sido más de 100 horas de diversión subiendo niveles, bateando, conduciendo, recogiendo bolas de dragón, visitando lugares y personajes y planificando.

Y ya que te pones a hacer una versión más intimista, llena de detalles, de guiños y de componentes nostálgicos, sería el momento ideal para sacar ese juego de Dragon Ball que cubra la infancia de nuestro saiyan favorito. Ese hueco que tantos llevamos esperando que se lance en una gran consola. Hemos visto grandes adaptaciones en la Wii o en portátiles como Revenge of King Picolo o DB Origins 2, pero se merece el salto, la oportunidad. No sería tan difícil de llevar a cabo, argumento hay de sobra y peleas para subir de nivel y mundo para buscar coleccionables también. Pongámonos a imaginar.

Tras el tutorial de marras, nada más conocer a Bulma, tendríamos el primer arco, que llegaría hasta el XXI Torneo Mundial de Artes Marciales. El Pterodáctilo, el Oso Ladrón, Oolong, Yamcha, Chi-chi, la banda Conejo y las máquinas de Pilaf y los suyos serían los primeros rivales. Durante esta primera parte del viaje, buscando las bolas de dragón, conoceríamos al Maestro Roshi después de ayudar a Tortuga a volver a su casa. Obtendríamos la nube Kinton, apagaríamos el fuego de la montaña de Ox-Satán, aprenderíamos el KameKameHa y terminaríamos por transformarnos en mono.

Tras conocer a Krilin y medirnos con él vendría el arduo entrenamiento con el Maestro Roshi y posteriormente el primer torneo. Los emparejamientos nos traerían grandes batallas: Nam, Lan-fan, Giran, Bacterian, el monje del monasterio donde entrenaba Krillin y, por descontado, “Jackie Chun”.

El segundo arco, uno de los más recordados, también nos enfrentaría a grandes rivales con una gran trama conectándolos. La Red Ribbon entra en escena en este momento. Momento de conocer a clásicos como Nº8, Suno, Bora, Upa, el maestro Karin, la adivina Baba o… ¡Arale! Luchar contra Husky, la Coronel Violeta, el Capitán Yellow, el Ninja Púrpura, el Oficial Mayor Black, el General Blue, el General White o el mítico Tai Pai Pai sería otro gran reencuentro con la infancia. Situaciones épicas muy esperadas como los duelos que nos plantea Baba para poder ayudarnos: combatir contra Drácula, La momia, Akkuman y… ¡¡Son Gohan!! ¡Nuestro abuelo! Y de visitar la Torre de de Karin en sus tierras sagradas al siguiente Torneo Mundial de Artes Marciales.

La edición 22ª nos enfrentaría a los discípulos del Duende Grulla: Tenshinhan y Chaoz. Pero también a Lobo Hombre o Pamputt. Después de este torneo, Krilin muere a manos de Pandereta (Tambourine) y da inicio la saga de Picolo.

En este arco además de a Tambourine, veremos a sus hermanos, Drum o Cymbal, todos hijos del Rey Demonio Picolo. Ellos serían nuestros enemigos. Además sería el momento de conocer a Yajirobai, de beber el agua sagrada y de pasar el reto de Mr. Popo, más tarde en la Atalaya de Kami, para poder entrenar de cara a la batalla final contra el Rey Demonio. Una vez derrotado, expulsará el huevo del que nacerá Picolo Junior, al que nos enfrentaremos en la final del último Torneo de Artes Marciales.

El torneo número 23 es tres años después y Goku ya habrá pegado el estirón. En esta competición nos esperarían para combatir: Tao Pai Pai, Chi-chi o Shen (Kami), además de los habituales.

El juego da para recrear las decenas de localizaciones, batallas y misiones (la cueva marina, la Torre Músculo, las persecuciones a Pilaf, buscar a Lunch…). Y pese a no tener Son Goku los poderes de saiyan, cuenta con clásicos como su bastón o sus primeros kames. Sinceremante, creo que el éxito de este juego sería, como mínimo, parecido al de Dragon Ball Z. Kakarot. Por no decir superior: algo mucho más esperado, más aventurero y menos gastado.

¡Atrévanse, ya lo han hecho una vez! DBZ Kakarot ha demostrado que aunque no haya opción arcade para luchar a dobles con otra persona, no pasa nada, estamos ante otro tipo de videojuego.

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Alvaro Coll
Vidyalantes

Historias detrás de la Historia. Sentimientos que se heredan con los relatos.