¡Yo también quise ser un templario!

Alvaro Coll
Vidyalantes
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3 min readMar 12, 2020
Hablamos de los Broken Sword

Mis padres nunca descubrieron que en una de las dos columnas de madera de mi casa escribí con lápiz “A través de mis enseñanzas verás la luz”. No era ni de lejos mi primera aventura gráfica, pero el Broken Sword me sedujo desde la primera frase de George Stobbart:

“París en otoño, los últimos meses del año y el final del milenio. Tengo muchos recuerdos de la ciudad; los cafés, la música, el amor… y la muerte”.

De la primera Play Station salía la voz de Tomás Rubio (que se marchó posteriormente por conflictos personales), el magnífico actor de doblaje de George y la voz en off de los PC Fútbol, para atraparnos con su carisma. El protagonista no es Manny Calavera ni Guybrush Threepwood, pero grita con fuerza “aquí estoy”, quizá la saga haya ido perdiendo encanto, pero ese ‘Broken Sword: La leyenda de los templarios’ merece estar en el Olimpo de las aventuras gráficas. Un juego que tiene un remake más largo bajo el subtítulo “el montaje del director” -con un truco para desbloquear un cómic incluido- y que alberga un guión que esconde auténticos detalles. Los giros de trama, el colorido (y la oscuridad cuando procede) de los escenarios… es imposible jugar al juego de Charles Cecil y no vivir el suspense en tus carnes, y no solo porque nos puedan matar por tomar malas decisiones, sino porque la banda sonora nos acompaña empeñada en ver si nos da un ataque de corazón en el hotel, en el museo o en el tren.

Revolution Software, muy acertadamente, fue dándole más protagonismo e importancia a Nicole Collard; pero si por algo hay que felicitarles es por los retos que nos plantan con cada nuevo misterio ligado con la mitología. El dichoso ajedrez del juego de 1996, por ejemplo, me desesperó durante medio verano. El niño que empezó con la aventura mil veces jugable: “El sulfato atómico” de Alcachofa Soft, encontró en el Broken Sword una nueva dificultad que le siguiera exigiendo exprimir el coco. No sería de extrañar un port de la primera entrega después de que aventuras como Day of the Tentacle fueran rediseñadas para PS4 o de que LCG Entertaiment esté resucitado juegos de Telltale. Y es que hay otro payaso al que derrotar además de al Joker.

París, Irlanda, Siria, España, Escocia… lugares en los que te lo pensarás dos veces antes de sentarte en una cafetería a tomar algo después de pasarte esta delicia de juego. Una lástima que se cancelara la película que en 2007 se anunció que Castlebright Studio iba a realizar sobre el juego. Vanquish Movies se interesó posteriormente en el proyecto, pero sigue sin llegar a buen puerto la idea.

Lo que sí que ocurrió en 2008 fue que unos ultrafans alemanes crearon el Broken Sowrd 2.5 tras la desilusión del 3 y del 4. El videojuego tiene su propia página web de descarga (http://www.brokensword25.com/) y tiene tantos fans incluso en España que existen parches con subtítulos y con voces en castellano. Obviamente lo sacaron todo sin ánimo de lucro.

Si me animé a pasarme los dos episodios que integran el Broken Soword V: La Maldición de la Serpiente, es porque han vuelto al sistema point and click y a los dibujos de las dos primeras entregas. La última aventura tiene una gran trama, a la altura de las dos primeras, aunque más corta y más sencilla como viene siendo habitual por desgracia en la octava generación, pero al menos sí tiene la esencia de la que hablaba y sus protagonistas vuelven a ser los que eran. Quizás no haya posibilidad de cambiar el curso de la historia, pero hay que volver a poner todos los sentidos en la pantalla, escuchar atentamente a los personajes y olvidarse de los reflejos en las conversaciones.

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Alvaro Coll
Vidyalantes

Historias detrás de la Historia. Sentimientos que se heredan con los relatos.