CONTEXTO
Aproximadamente 200 millones de personas de ascendencia africana viven en las Américas, una de las diásporas africanas más grandes a lo largo del tiempo. En esta región, la “raza” está interrelacionada con las desigualdades sociales y económicas, aunque las diferencias raciales ocurren independientemente del origen de clase y se reproducen a través de generaciones. América Latina enfrenta desafíos específicos en cuanto a la justicia étnico-racial, ya que las ideologías dominantes de democracias racializadas tienden a subestimar el impacto de la clasificación de seres humanos en “razas” y sus conexiones con identificaciones de género, clase y etnicidad.
En enero de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio Internacional de las y los afrodescendientes. Con esta declaración se señaló, que se deben realizar esfuerzos para promover el disfrute de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de los afrodescendientes, y su participación plena y equitativa en todos los aspectos de la sociedad.