Cómo recordar cada libro que lees

Mejora tu comprensión lectora con estas 3 técnicas

Laura Gutierrez | Mindful Writer
vocES en Español
7 min readSep 25, 2024

--

Photo by Thought Catalog on Unsplash

Pierdes el 80% de lo que lees al día siguiente de haber empezado un libro.

Seguramente esto te pasó cuando eras estudiante: momentos antes de un examen, intentaste estudiar toda la información posible de tu cuaderno, leyendo sin parar. Luego, cuando el profesor te entregó el examen “vomitaste” todo lo que habías forzado dentro de tu cabeza anteriormente. Sin embargo, poco tiempo después de haber escupido la información en la hoja y haber aprobado el examen, olvidaste por completo lo que habías “estudiado”. Esta técnica de llenar la información con la mayor cantidad de información posible no funciona para aprender a largo plazo.

Nuestro cerebro olvida fácilmente, porque no solo tenemos una curva de aprendizaje, también tenemos una curva del olvido.

lasoposiciones.net

Y, lamentablemente, no sabemos cómo combatir esa curva del olvido. Consumimos información todos los días pero a medida que pasa el tiempo vamos olvidando lo que leímos. Nuestro cerebro se fatiga con el exceso de información que no sabe cómo manejar, haciendo que sufras de agotamiento, burn-out y tu capacidad cognitiva se reduzca. Esto, no solo afecta tu rendimiento como estudiante, si no también tu rendimiento profesional.

Saber cómo almacenar la información en tu cerebro por largo tiempo no solo beneficia tu salud mental, si no que también te hace un profesional más eficiente y cualificado para cualquier proyecto. Creo que no tengo que extenderme en las razones de porqué recordar lo que lees, y preocuparte por mejorar tu lectura.

No es eficiente tener que repasar la información una y otra vez para que se quede grabada en tu memoria. No es eficiente leer libros que olvidarás a la semana de haber terminado. No es eficiente estudiar decenas de textos para un trabajo y luego el día de la presentación salir corriendo a revisar las notas porque no recuerdas lo que aprendiste.

Hay mejores formas de leer y aprender.

Sí, yo soy una persona que lee entre 24 y 50 libros al año, más de un libro por mes. Y no, no es una gran proeza. He adquirido el hábito de la lectura desde niña, lo que me ayudó a desarrollar amor por los libros.

Sin embargo, leer muchos libros no significa leer bien. Tengo muchos libros en mi lista de “leídos” de los cuales ni siquiera sé de qué tratan. Los olvidé por completo. Quizás no fueran memorables, pero lo que yo creo es que antes no sabía leer bien.

La lectura, una habilidad tan esencial en nuestro día a día, es algo que nunca actualizamos. Seguimos leyendo como cuando teníamos diez años. Aun leemos palabra por palabra, y nos consolamos cuando logramos terminar un libro.

La realidad es que al crecer, la complejidad de los textos que leemos aumenta. Lo que hace que la forma en que leíamos, si bien es útil, no es suficiente para comprender lo que estamos leyendo y que luego podamos utilizar la información que aprendemos en la práctica. Ahora, comprender textos se hace más complicado.

¿Te ha pasado que lees un libro y tienes que regresar para releer lo que ya leíste porque te distrajiste? ¿O que, cuando te preguntan de qué trata el libro que estás leyendo, no sabes cómo responder?

Eso es porque la forma en la que lees es obsoleta. Para mejorar tu comprensión lectora y tu velocidad al leer, es necesario hacer algunos cambios.

Aquí te dejo los 3 consejos que me ayudaron a mejorar mi comprensión lectora, y que también mejoraron mi rendimiento profesional en mi trabajo como investigadora.

Construye un mapa mental

El proceso para mejorar tu comprensión y retención comienza con la creación de un mapa mental del material que vas a leer. Así como usas Google Maps para llegar a un lugar desconocido, el mismo principio aplica para la lectura. No puedes ir del punto A al punto B sin saber la ruta.

Así que

Antes de comenzar a leer, revisa rápidamente todas las imágenes del capítulo que vayas a leer: tablas, ilustraciones, gráficos, etc. Deduce qué significan y toma nota. Esto le dará a tu mente una idea del tipo de texto al que te enfrentas y te proporcionará “marcas de progreso” cuando sea el momento de leer.

Además, te sugiero leer el índice o la tabla de contenido del libro, y organizar en tus apuntes los diferentes temas que se abordarán.

El siguiente paso para construir tu mapa es anotar el lenguaje propio del texto. Cada área de especialización tiene términos propios de la profesión, ya sea que seas abogado, economista, nutricionista, etc. Anota entre 10 y 15 palabras clave que se repitan en el texto y pregúntate si conoces su significado. Si no lo conoces, busca su definición y anótala. Esto ayudará a tu mente a extraer el contenido relevante durante la lectura.

Con toda esta información, ya puedes construir un mapa mental del libro que estás por leer. Después, elabora entre 5 y 9 preguntas que te gustaría resolver con la lectura. Esto activará tu mente para buscar respuestas, lo que mejora la comprensión lectora.

Quiero aclararte que no es necesario usar esta estrategia con todos los libros que leas, pero la recomiendo especialmente para textos técnicos o cuando estés aprendiendo un tema nuevo.

Cuando te enfrentas a textos de ficción como novelas o cuentos, te recomiendo aun así plantearte cinco preguntas que te generen curiosidad sobre el libro. Estas te ayudarán a activar tu mente mientras lees y recordarás mucho mejor las historias después de concluir el libro.

¡No resaltes tus frases favoritas!

Photo by Morgan Housel on Unsplash

El segundo punto para aumentar tu comprensión lectora es tomar notas, pero no se trata solo de resaltar tus frases favoritas y luego publicarlas en tus historias de Instagram.

Tomar notas implica hacerse buenas preguntas mientras lees.

Para los libros de no ficción, te sugiero preguntarte: ¿Cómo puedo aplicar esto? ¿Por qué debo usar esta información? ¿Cuándo la pondré en práctica?

Para los libros de ficción, pregúntate: ¿Cómo me hace sentir esta historia? ¿Por qué me hace sentir así?

Estas preguntas generan curiosidad sobre tus reacciones ante los libros, lo que te obliga a formular una respuesta y, por tanto, dejar una huella en la lectura que será difícil de borrar. Cuando hay emoción detrás de lo que aprendemos, la información se retiene por más tiempo.

Yo, por lo general, tomo notas mientras leo, pero algunos prefieren hacerlo al final de cada capítulo. Ambos métodos tienen sus ventajas; prueba ambos y descubre cuál te funciona mejor.

En mi ebook sobre [lectura rápida] te explico con mayor detalle técnicas para tomar notas.

Lo importante de tomar notas es que las repases después de la lectura. No solo releerlas, sino también reflexionar sobre ellas: ¿Cómo puede servirte esta información? ¿Qué nuevas cosas has descubierto? ¿O qué has descubierto de ti mismo leyendo este texto?

Comparte lo que lees con otros

Cuando verbalizamos nuestras ideas con la intención de comunicarlas a otra persona, algo mágico sucede en nuestro cerebro: las ideas se clarifican y los conceptos se refuerzan. Por eso los clubes de lectura son tan valiosos para mejorar nuestra comprensión lectora.

Conversar con otras personas sobre lo que estamos leyendo nos permite reforzar el conocimiento adquirido. También nos da la oportunidad de compartir nuestra experiencia individual, transformándola en algo colectivo. Escuchar los puntos de vista de los demás también puede ayudarnos a descubrir aspectos que pasamos por alto durante la lectura. Se enriquece tu lectura cuando hablas con otros y compartes tu punto de vista.

BONUS y conclusión

Como último tip te sugiero que al finalizar tu lectura, escribas una breve reseña del libro. ¿Qué te pareció? ¿Qué fue lo que más te llamó la atención? ¿Qué cosas no te gustaron? ¿Con qué estuviste de acuerdo y con qué no?

No es necesario que publiques esta reseña; tenerla para ti es suficiente. Escribir sobre lo que lees refuerzas las ideas y hacen que perduren en el tiempo.

Cuando aprendí estas técnicas de comprensión lectora, algo se iluminó en mi cerebro. Ahora era capaz de recordar mayormente las cosas que leía, y podía hablar con mayor autoridad sobre lo que estaba investigando en las reuniones de trabajo. Además, los libros que leía por placer, tendía a recordarlos con mayor facilidad, y pasaron de ser un adorno en mi lista de “leídos” a ser material de inspiración para mi escritura.

Leer con mejor comprensión no solo te permite recordar la información que aprendes por mayor tiempo, si no que también te permite tener más confianza en ti mismo.

Ahora sabrás de lo que estás hablando. La confianza frente al conocimiento es algo que se entrena, y puedes hacerlo implementando al menos una de las técnicas que te compartí hoy.

Ya sea haciendo preguntas antes de leer tu texto, tomando notas mientras lees o después de leer, compartiendo con otros lo que lees; tu comprensión mejorará radicalmente cuando lo pongas en práctica.

Muchas gracias por leer hasta el final.

Si te gustaría profundizar en técnicas de lectura y comprensión, escribí un ebook que te ayudará a leer mejor en solo 8 días. Click aquí para acceder.

Si consideras que hay otras técnicas que te ayudan a mejorar tu comprensión lectora, te invito a dejarla en los comentarios y así aprendemos entre todos.

--

--

Laura Gutierrez | Mindful Writer
vocES en Español

Crafting content that connects. Writer, innovator, and advocate for conscious living and mindful habits.