Mi Yo Informático

Javier Domínguez Palomares
vocES en Español
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3 min readOct 27, 2023
Filter bubbles - GIRARD IMMANUEL SORIANO

Hemos vivido, vivimos y vamos a vivir una época espeluznantemente innovadora. La web 3.0 es una realidad con la que ya convivimos y que evoluciona exponencialmente. En meses, nuestras vidas se ven transformadas por las herramientas democratizadas que tenemos al alcance de nuestra mano para mejorarla. La lista es larguísima y funcional ya en muchas áreas: BlockChain (Criptomonedas y Tokens), Realidad aumentada (Apple Vision Pro, 2024), robótica (Coches autónomos, Tesla), biotecnología (Vacunas), Inteligencia Artificial (ChatGPT), impresión 3D y un largo etcétera.

Sin duda, una era de posibilidades para todo el que tenga acceso a internet, dando lugar a una era donde se iguala todo mucho más. La globalización, de la mano de estas tecnologías, genera un mundo donde da igual tu origen, ya que todo el mundo tiene al alcance de su mano una herramienta capaz de TODO.

Entonces, ¿por qué “espeluznantemente innovadora”? ¿Qué necesidad de acompañar una palabra tan disruptiva y bella con ese adverbio tan negativo?

Para lanzarnos a tan bonito mundo en el cual las herramientas para mejorarlo se antojan infinitas, es obligado hacer un estudio de cómo nos afectó y transformo el salto de la web 1.0 a la 2.0, donde pasamos de ordenadores complicadísimos y centralizados a un sistema de interacciones que hemos ido perfeccionando hasta el día de hoy, y que le da lugar al título de esta página: mi “yo” informático.

Hoy en día, cada Internet esta perfeccionado por algoritmos matemáticos; y digo cada porque personalizan y deciden lo que tú quieres ver, oír, leer y experimentar, lo que, sin darnos cuenta, por previas decisiones o por intereses empresariales nos convierte en una burbuja digital.

Asusta pensar que, si queremos informarnos del conflicto entre Israel y Palestina y buscamos la palabra “Israel”, a partir de ese momento escucharemos la versión israelita de la historia, y viceversa. Una primera palabra decide lo que se nos muestra, y, en definitiva, lo que pensamos. Nos damos cuenta, ahora, del poder del lenguaje.

Es por esto por lo que la sociedad global cada vez está más polarizada, pero esto es solo el resultado del verdadero problema: somos más manipulables. Y es inevitable, si queremos evolucionar como especie, la tecnología. Pero esto nos esta llevando a un mundo más inestable y donde somos menos libres.

Desde 2006 (dos años después del salto de web 1.0 a web 2.0) la Unidad de Inteligencia de The Economist elabora anualmente un Índice de Democracia basándose en cinco categorías: proceso electoral y electoralismo, funcionamiento gubernamental, participación política, cultura política y libertades civiles. En el año 2021 dio su peor informe desde su comienzo, con menos de la mitad de la población del planeta viviendo en algún tipo de democracia, cerca del 45%, y solo un 13% en una democracia sana. En 2023 ya se estima que esté último número ronda el 8%.

Con la web 2.0, creamos la sociedad del ‘yo’: todo producto se vuelve individual y personalizado. Y eso no es malo, pero no podemos educar de la misma manera a los niños que nacen con estas realidades que a los que se criaron jugando al Monopoly con familia y amigos. Y que conste que el problema lo tenemos nosotros, los que hemos vivido la web 2.0. Sin embargo, ahora tenemos la responsabilidad de crear una sociedad que se adapte mejor a estos cambios y sepa convivir con ellos para sacar su potencial y resolver el cambio climático, encontrar cura al cáncer, bajar la tasa de mortalidad en carretera con ayuda de la conducción autónoma…

Los cambios tecnológicos siempre facilitan la vida ya que nos dan más tiempo, que es nuestro bien más preciado. Antes, por ejemplo, podías pasar horas buscando en un álbum de fotos aquel recuerdo de un día en el campo con tu abuela. Hoy en día, solo busca en tu móvil, “campo abuela” y te encontrará entre tus miles de fotos aquel recuerdo. Pues ese tiempo que nos ahorramos deberíamos dedicarlo a estudiar más filosofía, ética, creatividad, espíritu crítico, psicología o tecnología. Y no porque sean materias o asignaturas que la máquina no pueda conocer por su deducción de datos, sino porque son las necesarias para que nuestra convivencia con esta no deteriore nuestras sociedades.

Las herramientas son maravillosas, solo hay que estructurar nuestra mente para avanzar exponencialmente con ellas.

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Javier Domínguez Palomares
vocES en Español

Estudiante de ADE y Derecho bilingüe, comparto mis reflexiones sobre la vida, la humanidad, y el crecimiento sostenible.