Trabajar de lo que te gusta es posible: Paz, Camila, Guadalupe y Nicolás te cuentan cómo lo hicieron

Cuatro casos inspiradores de argentinos que se animaron a dejar la oficina para cumplir su sueño.

Banco Voii
Banco Voii
8 min readAug 29, 2017

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1. Camila: de redactora en una agencia a dibujante de historietas en Facebook

Las historietas que hace Camila en Facebook son de las más conocidas en esa red social, pero no siempre se dedicó a esto: antes era redactora publicitaria en una agencia. Hubo varios factores que crearon el combo perfecto para que diera el salto para vivir de lo que le gusta: “Por un lado me aburría mucho cuando no llegaban cosas, por otro me pasaba de matarme laburando para un proyecto que después no salía, dependía mucho de las opiniones de otros, de presupuestos de los clientes, etc. Además laburaba muchísimas horas. Cuando empecé era chica y no me importaba, pero después supe que no quería eso para mí. Tampoco me gustaba el manejo en general de los dueños de las agencias y terminé pensando ‘yo no quiero ser ellos, ¿qué hago acá?’. Hacía muy poquito me había ido a vivir sola, fue bastante riesgoso, pero a la vez sabía que tenía el respaldo de mi familia y que si todo fallaba no era que me quedaba en la calle. Eso sin dudas ayudó un montón y tuve la suerte de tenerlo”.

La parte económica al principio no fue fácil: “los clientes te pagan todo atrasado, entonces la organización era un caos. Tenía ahorros y había calculado cuántos meses podría vivir con eso antes de tener que decir ‘okay, empezá a buscar laburo fijo de nuevo’. Una semana literalmente viví a arroz. Sabía que podía levantar el teléfono y decir ‘vieja les caigo a comer’, pero me ganó el orgullo”

Hace dos años que Camila vive de lo que le gusta, aunque ya casi no hace historietas auspiciadas: “el año pasado me llegó una propuesta para una marca, haciendo viñetas con su estilo de humor y estoy trabajando con ellos. Por otra parte también hago agendas de historietas con dos amigas. Es un proyecto que amo hacer. También estoy escribiendo un libro con mi viejo y mi hermano que seguramente salga el año que viene y cada tanto surgen trabajos esporádicos, que los hago especialmente cuando están relacionado con algo que me fascina, como las series”.

2. Nicolás Iglesias: de Brand Manager a coach profesional y emprendedor

Nicolás se formó en negocios y trabajó durante varios años en el ámbito corporativo pero luego migró al universo emprendedor para fundar una agencia de publicidad. Su último trabajo en relación de dependencia fue como Brand Manager en el área de marketing. Finalmente, le “cayó la ficha” y hoy es coach profesional, emprendedor, autor y speaker para el desarrollo de una vida equilibrada y armónica a través de la psicologíaGestalt, el mindfulness y la meditación. “Hacía mucho tiempo que podía sentir adentro mío un interés, inquietud y pulsión hacia la idea de realizar algo de manera independiente. ¡Tenía todos los miedos! Financiero, económico, social (el qué dirán), personal, familiar, etc. En mi pasado ya había mantenido algunos emprendimientos ‘part time’ mientras trabajaba en relación de dependencia pero el ‘gran salto’ era dejarlo totalmente y emprender. Hay una sola manera física de saltar: ¡Saltando!”, cuenta Nicolás.

Para empezar, tomó un préstamo familiar, dinero que tenía ahorrado, dinero proveniente de su desvinculación con el mundo corporativo, etc. “Realicé una previsión muy austera de ‘ingresos vs. egresos’ de manera de intentar proyectar año a año el devenir de mi flujo de fondos para tener al menos la sensación emocional de estar bajo control de la situación y no volverme loco en el camino. Los primeros tres años de trabajo me tomé solo un fin de semana largo de vacaciones. No lo aconsejo ni recomiendo, pero mi pasión, deseo e impulso a salir adelante con mi sueño me llevaron a mantener ese ritmo algo ‘alocado’”.

Dejó de trabajar en relación de dependencia en el 2008 y desde entonces trabaja de manera independiente: “Creo que logré algo de mayor estabilidad económica a los 4 o 5 años posteriores a esa fecha”. Sus ingresos los genera cobrando honorarios profesionales por sus consultas y sesiones de coaching, charlas, seminarios, talleres, etc.

3. Guadalupe: de economista a blogger de viajes en Hasta Pronto Catalina

Guadalupe es nómada digital, es decir, trabaja viajando por el mundo, ¡y además, lo hace en moto! Sin embargo, su camino laboral empezó de una manera muy diferente porque trabajaba como economista en el Mercado de Capitales y no estaba satisfecha: “Una vez por año cambiaba de trabajo a uno mejor pero evidentemente había algo que no terminaba de cuadrar, me aburría al año y no era normal”. Después de hacer terapia descubrió que tenía que hacer algo en lo que no deseara estar enferma a la mañana para no ir a trabajar. “No se me ocurría nada e hice un ejercicio de meditacióncon un amigo y tuve algo que se llama viaje astral, al Himalaya, y eso me dejó un estado de paz muy grande, muy loco. Investigué de qué se trataba y través de esa experiencia decidí que no tenía que empezar algo, sino salir en busca de qué hacer, aunque no sea ganando dinero, que tuviera que ver con lo que a mí me gustara”. Pero no fue tan fácil porque había mucho miedo involucrado: “Mi miedo más grande era al fracaso y los prejuicios contra mí misma, pensaba que no podía cambiar de profesión a los 30 porque ya había estudiado economía”.

Los miedos no fueron lo suficientemente grandes como para evitar que Guadalupe diera el gran paso: compró un pasaje de ida a China y se dio un plazo de un año para empezar a ganar dinero porque “hasta ahí me alcanzaba la plata viviendo barato”. Comenzó a escribir su blog que empezó a ganar popularidad: “Escribir lo tomaba como un trabajo, subía entre dos y tres posts por semana pero todavía no estaba ganando dinero”. Después de 10 meses, decidió seguir viajando a pesar de que no haber cumplido su objetivo económico: “De última trabajaría en hoteles, pero no iba a volver a casa”.

En Camboya aprovechó un accidente muy grande en moto que la obligó a volver a Buenos Aires por 10 meses para mandar mails a las revistas, escribir artículos y crear una base de clientes. “Cuando vi que me estaba manteniendo sola escribiendo sobre viajes, decidí que quería seguir viajando en moto que era lo que me había gustado. A través del blog, Youtube y las redes sociales fui generando patrocinios de dinero y otras cosas que me dan y necesito para el viaje”.

4. Paz: de “Sapo Pepe” en fiestas infantiles a dueña de Pegar Lomazo

Paz no tiene un largo historial de trabajo en relación de dependencia: a los 18 trabajó un mes en una oficina y se dio cuenta de que no era para ella: “La pasé pésimo, mi personalidad no va con eso para nada. Prefería no tener un mango antes que tener que trabajar en una oficina”. Ella es bailarina y estar sentada todo el día frente a una computadora “era la muerte”. Mientras hacía su carrera en teatro musical, trabajaba desde su casa en un instituto de capacitación política: “ganaba lo mínimo para sobrevivir pero manejaba mis horarios”. Después trabajó de manera freelance en una productora de teatro y animando fiestas infantiles: “lo odiaba, me quería morir, vivía en Constitución y me tenía que a Berazategui un sábado soleado a disfrazarme del Sapo Pepe por dos pesos, pero era lo que había”.

Mientras trabajaba animando fiestas empezó a armar “Pegar Lomazo”su proyecto para dar clases de baile, aunque no tenía muchas expectativas: “lo armé medio de casualidad porque un par de amigas me pidieron que de clases de baile. Pensaba que iban a venir solo ellas y en una semana había 15 chicas”. Siempre fue todo a pulmón y Pazganaba lo mínimo, incluso acompañándolo con otros proyectos: “Hay que amigarse con la idea de no tener plata por un tiempo, de no irte de vacaciones”.

Paz no invirtió nada en Pegar Lomazo, el alquiler de la sala para da clase lo pagaba con lo la cuota de sus alumnas. Trabaja por su cuenta desde el 2013, aunque recién este año dejó de dar clases en otros lugares para dedicarse 100% a su proyecto propio. “El entusiasmo es contagioso, la persona que ama lo que hace es magnética. Lleva esfuerzo, tiempo y hay que ser inteligente, no es que con entusiasmo se resuelve todo, no es Chiquititas, pero sí te abre puertas”.

¿Querés seguir este camino? Los consejos de quienes ya lo transitaron:

Camila:
- Dos palabras clave: organización y huevo.
- Hay que ser constante, dedicarte a lo que amás requiere disciplina.
- Investigá mucho y rodeate de gente que sepa de las áreas que vos no.
- Equivocarte sirve para aprender y crecer.

Nicolás:
- Conectate emocionalmente con lo que hacés.
- La actitud para emprender viene de adentro hacia afuera y no al revés.
- La toma de acción, la disciplina y la perseverancia son las madres del éxito.
- Abrazá el proceso, no el resultado.

Guadalupe:
- No te quedes pensando 10 años: empezá por dar un paso en la dirección que querés.
- Hacer genera cosas.
- No dejes de hacer algo por miedo a que no funcione.
- Si falla, evaluá por qué: muchas veces son factores externos y solo hay que modificar la ecuación.

Paz:
- Amigate con la idea de sacrificio y esfuerzo.
- Es improbable que alguien que le dedique mucho tiempo y energía a algo no tenga resultados.
- Pensá en qué consumirías vos, no en lo que creés que “la gente” quiere.
- No vayas a las frases hechas o preconceptos: hoy se valora la autenticidad.

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