Trabajar en una oficina sin convertirte en un robot automatizado es posible

Banco Voii
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5 min readDec 21, 2017

Emprender, dejar todo para trabajar viajando, ser freelancer, no tener jefes… pareciera que la tendencia de trabajar por tu cuenta se transformó en la única forma de ser feliz. ¿Es posible ser feliz trabajando en relación de dependencia? ¿Qué hay que hacer para no perder la motivación en nuestro trabajo?

Pasamos muchas horas del día trabajando y es importante que podamos sacarle el mayor provecho posible, no solamente a través de un número en nuestra cuenta sueldo a principio de mes.

¿Es posible no transformarnos en robots automatizados y lograr disfrutar un poco más de nuestro trabajo?

Hablamos con Diego Kerner, director de la consultora Thebrandgym LATAM, coach y autor del libro “Lunes felices”, para que nos diera algunas recomendaciones.

No perder la motivación en tu trabajo pero ¿cómo?

Te levantás todos los días a la misma hora, hacés el mismo recorrido para ir y después para volver. Te sentás en el mismo lugar, hacés tareas similares todos los días de lunes a viernes… ¿Es posible no caer en la rutina y morir de aburrimiento?

La motivación depende de muchos factores como el contexto, del tipo de trabajo y principalmente del jefe. Diego Kerner nos da algunas claves para mantenernos motivados:

  • Querer siempre tratar de hacer un trabajo de la mayor calidad posible pero sin obsesionarse con la perfección.
  • En la medida que se pueda, intentar buscar proyectos que tengan que ver con tus propios gustos e intereses.
  • Desarrollar un principio de curiosidad por lo nuevo y diferente e intentar aprender siempre algo nuevo.
  • Pedir y ofrecer ayuda.
  • Solicitar feedback.
  • Probar pequeñas variaciones en los procesos de trabajo para escapar un poco de la rutina.

¿Cambio de trabajo o me quedo?

Si sentís que tu trabajo es aburrido y monótono, primero empezá por los cambios que podés hacer vos mismo más que en quedarte en la crítica del entorno que te rodea. Diego Kerner aconseja “hacerse cargo de ese juicio sobre tu trabajo, e intentar ver de qué manera cambiar las rutinas (por más que sean pequeños cambios), imaginar cómo lo haría una persona totalmente diferente, agregar nuevos elementos, nuevas tecnologías, procesos diferentes, etc. Claro, no siempre esto es posible”.

A veces es necesario hacer otro tipo de modificaciones pero aun así es posible reinventarse sin cambiar de trabajo. “Conozco a muchas personas en el ámbito corporativo que descubrieron su pasión y pidieron ser movidos a otras áreas donde poder desplegarlas”, nos cuenta Diego. “Quizá conlleve el costo de tener que ‘bajar’ de jerarquía y salario pero creo que vale la pena”, agrega.

Si no podés hacer nada de esto, quizás sea hora de plantearte iniciar una búsqueda laboral para hacer un cambio más radical. ¿Qué aspectos tener en cuenta? “Analizá si en tu trabajo actual sentís que se te respeta. Si tenés claro cuál es tu tarea y responsabilidad, podés manejarte con cierta autonomía, recibís feedback y lográs ver el fruto de tu trabajo. Si esto no es así, tratá de conversarlo con el fin de mejorar tu situación, y de no ser posible, lo mejor es comenzar una búsqueda de trabajo”.

Emprender, ser nómada digital, ser freelancer, ¿la única forma de ser felices?

Durante décadas se estableció que la manera de actuar era conseguir un trabajo, crecer en una empresa hasta el punto más alto y jubilarte ahí. Pero hace unos 30 años, el contexto cambió: los cambios de trabajo dejaron de estar mal vistos y pasar 40 años en la misma empresa ya no era lo más común. Los últimos años abrieron aun más opciones, como ser nómada, trabajar por tu cuenta o tener un emprendimiento propio.

Sin embargo, pareciera que hay sólo dos alternativas: “ser tu propio jefe” o sufrir el “mal necesario” de trabajar en una oficina donde los lunes son indefectiblemente un día horrible. ¿Cualquiera que tenga un jefe/a está destinado a ser infeliz? ¿Cómo afecta a nuestra motivación este contexto que nos dice que nuestra forma de vida “pasó de moda”?

“Creo que estamos atravesando un cambio de paradigma muy fuerte. Por un lado las corporaciones dejaron ya hace tiempo de ser ese lugar seguro y protector donde uno ingresaba con un contrato ‘implícito’ y así canjeaba seguridad por lealtad. Por otro lado, la actitud Millennial (creo que es una actitud más que una edad), hace que se privilegie el disfrute y la experimentación por encima de establecerse en un lugar y ‘hacer carrera’”, analiza Diego Kerner.

Pero no todo está perdido, también se pueden ver estos cambios de paradigma como una oportunidad: “Hoy la sensación de encierro tiende a ser menor porque está más disponible la posibilidad de escape hacia adelante o hacia el costado. Por eso hoy las corporaciones tienen que convertirse en espacios mucho más atractivos para atraer y fidelizar empleados”.

¿Es posible ser feliz siendo empleado?

“¡Claro! Se es feliz cuando uno siente que la mayor parte del tiempo hace lo que a uno le gusta, lo gratifica, lo realiza, le ofrece un sentido… sea trabajando para uno o para una organización.”

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