La Piedra de Berdel (Capítulo 2)

Brian Leonel Miño
Voy a preguntar todo
5 min readMay 20, 2019

Genn se queda paralizado por unos segundos, traga saliva y comienza a mirar a su alrededor girando en círculos como un carrusel. Definitivamente abandonó ese parque seguro y tranquilo donde encontraba refugio del barullo de tan estruendosa ciudad. Ese espacio de reflexión donde solía pasear, mirar libros y ocasionalmente trotar, desapareció.
Con este último recuerdo tan vivo y fresco, comienza a correr, por inercia, para encontrar una salida. Buscando escapar de la extraña situación en la que se encontraba. Fueron varios metros los que dejó atrás, sin resultados. Estaba atrapado en ese bosque sin fin.

En el preciso instante en el que iba a gritar con todas sus fuerzas, alentado por la rabia de encontrarse totalmente desconcertado, escucha un ruido.

Pequeñas pisadas provenientes de un frondoso arbusto, él temió lo peor << ¡Un animal salvaje!>>. Inmediatamente se puso en posición de defensa, esperando con mucho temor pero sin entregarse fácilmente al peligro que lo aguardaba en ese verde escondite.

El arbusto se mueve, Genn se prepara para el ataque. Ya tenía la idea fija de batirse a muerte con lo que fuera a salir de ahí, su ansiedad y su sentido de alerta fueron calmados de repente, como un baldazo de agua fría a ese repentina adrenalina. No era más que una pequeña persona, muy parecida a un duende. En realidad, similar a lo que Genn creía como se vería un duende. Vestido con harapos descoloridos y muy sucios, un pequeño morral cruzado, y una espesa barba negra. << ¿Ho…ho… hola? >> atina a decir en señal amistosa al diminuto extraño. El enano lo mira de arriba abajo muy concentrado, y en un momento salta sorprendido. Pronuncia la extraña criatura en una lengua muy rara << ¿Tu eres un humano?, ¿verdad?>>.

<<Si>> Contesta sorprendido el joven, ya que logra entender ese raro idioma.

<<¡¡Puedes entenderme!!>> Aúlla fervientemente su pequeño interlocutor. << Sorprendente…>. Dice en tono pensativo.

Genn se queda estupefacto ante las palabras de su nuevo amigo.

<< ¿Por qué puedo hablar esta extraña lengua? >> Pensamiento que dura poco en la mente del chico, ya que es tomado del brazo por su extraño anfitrión del bosque, que lo lleva corriendo entre los arbustos. Antes de que Genn pudiera decir algo, se estaba deslizando a toda velocidad por un túnel escondido entre un par de ramas y hojas.

El viaje fue corto y el aterrizaje duro, cae de espaldas en la tierra. El joven se recompone lentamente, se limpia un poco la ropa y vislumbra una cueva llena de pequeñas luces voladoras de todos los colores. << ¿Ha… Hadas?>> logra balbucear incrédulo, luego de una vida resignándose de esas cosas que solo aparecen en cuentos y ahora las tenía a metros de distancia. Las pequeñas y aladas criaturas murmullan entre sí, mientras lo observan.

<< ¿Qué está pasando aquí?>> Se pregunta a sí mismo, esperando alguna respuesta proveniente de los mágicos personajes que lo rodean, mirándolo sorprendidos y, algunos, hasta incluso asustados.

<<¿Qué es todo esto?>>grita Genn, acallando a todas las voces que lo rodean.

<<“Esto es el gran territorio de Buseria”>> Responde una voz saliendo de unos arbustos. Otro pequeño hombre aparece, más anciano, caminando con la ayuda de un gran bastón, el cual tenía una piedra amarilla en su extremo superior, que relucía en tonalidades de ámbar.

<< Mi nombre es Kasneal joven aventurero. Soy el protector del bosque y todo lo que vive dentro de él>> Dice el barbudo enano con una mirada serena y profunda, en la cual convergen todas las arrugas de su rostro.

<< ¿Qué hago aquí? Yo no pertenezco a este lugar>> Insiste Genn con vehemencia.

<<Pronto lo sabrás y así notarás que perteneces aquí más de lo que tú crees. ¿Crees en el destino?>> Dice Kasneal en tono misterioso y fantástico.

Se le llena de cara de dudas y asombro al oportunista extranjero.

<< Emm… No, eso no existe>> Responde con enojo Genn. << Pero… ¿qué está sucediendo? Yo estaba tranquilamente sentado en el parque y de repente aparecí aquí>>

Asiente cerrando los ojos y sonriendo levemente, el gran anciano del bosque.

Con un sentimiento, casi como una <<ensoñación>> Genn se fue tranquilizando poco a poco y comprendiendo todo a su alrededor.<<Esto no es un sueño>>- balbuceó.

<<Ya verás que esto se transformará en una verdadera pesadilla>>- pronuncia el sabio del bastón mientras se acariciaba la barba.

<< ¿A qué te refieres?>>- preguntó el joven aturdido de tanta información.

<<Tu llegada viene acompañada de fuego y guerra, la profecía de la piedra así lo dice. Cambios rotundos se ven en el filo del horizonte. Lo mejor sería prepararnos para ello>> dijo Kasneal muy serio, y cambiando de aire señala a Sildorf, el anfitrión de la llegada de Genn al Gran Bosque. <<Provee al muchacho de agua y comida. Hoy descansará, mañana comenzaremos>>.

<<Si, Gran Kasneal así lo haré>> dijo Sildorf << ¡Sígueme humano!>> exclama y camina a toda prisa dirigiéndose a un conjunto de árboles.

<<Quiero volver a mi casa>> Exclama el joven humano.

Sildorf y Kasneal intercambian una mirada cómplice, con cierto tono de tristeza. <<Eso es algo, de lo cual no tenemos ningún conocimiento>> Exclama Sildorf.

<<La puerta de entrada es la misma de salida. Ahora ¿Cómo es que llegaste aquí?>> Pregunta Kasneal.

<<Estaba sentando en un parque cercano a mi casa, mi teléfono dejó de funcionar y aparecí en este bosque>>

<<¿Telé… fono…? ¿Es una especie de brújula?>> Pregunta el curioso duende.

<<Esto es un teléfono>> Dice, sacando del bolsillo su celular. Al mismo tiempo cae la piedra que Genn había olvidado que tenía.

<<La pi… piedra de Berdel!>> Exclaman todas las criaturas del lugar.

Genn atónito, se da cuenta que se le había caído el regalo del viejo.

<<Muchacho, creo que ya encontramos cuál fue tu puerta de entrada>> exclama Sildorf. <<Creo que la vuelta a tu mundo va a ser más difícil de lo que crees>>

<<Aquella persona que lleve la Piedra de Berdel, llevará en sí, el destino de toda Buseria>> añade Kasneal. <<Creo que mejor será mejor que descanses, ya es de noche y el bosque puede ser peligroso>>

<<No sé de qué están hablando, ni me interesa solo quiero volver…>> No atina a terminar su frase, mientras cae dormido.

<<¡Raxuf no era necesario eso!>> grita Sildorf.

<<Solamente iba a causar problemas, ahora pueden llevarlo a dormir sin dificultades>> Dijo Raxuf, mientras se aleja del grupo lentamente y sin mirar a nadie.

Dentro del árbol que, hacía las veces de casa, subieron al gran humano con mucho esfuerzo entre diez de ellos. Ya habiendo llegado a la copa, se encontraba un cuarto un poco más amplio que los demás. Ya que solamente habitan enanos en esa aldea y no había lugar suficiente en las habitaciones normales para su nuevo invitado.
Mientras a Genn en su nueva cama, Kasneal y Raxuf debatían a lo lejos.

<<No puedes seguir creyendo en esas leyendas Kasneal, vas a poner en peligro a toda nuestra aldea>> Reclamaba el guerrero.

<<No puedes seguir abusando de tus poderes para someter a otras criaturas Raxuf, ya discutimos sobre eso>> Responde el sabio <<Quizás esta es una nueva esperanza para las futuras generaciones, para poder vivir en igualdad y paz>>

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Brian Leonel Miño
Voy a preguntar todo

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