Un regalo para vos

Brian Leonel Miño
Voy a preguntar todo
4 min readDec 17, 2019

Ya estamos en las vísperas de la gente que se grita improperios en la calle, pelear por lo que se va a poner en la mesa familiar para cenar y ver nuevamente las aventuras de Kevin McCallister.

La Navidad, una de las fiestas de la ostentación. Donde nos llenamos de comida, nos rodeamos de personas y, por supuesto, añoramos que nuestro arbolito se llene de una cantidad absurda de regalos.

Esta práctica está inspirada en los regalos que le llevaron los reyes magos al recién nacido Jesús. Cabe aclarar que no aparece en ninguna parte que sean tres ni tampoco se define que sean reyes. A través del tiempo nuestros queridos amigos fueron tomando la forma que hoy en día conocemos, el hecho que sean tres reyes se acordó en el siglo III y esta decisión se tomó en base a la cantidad y el tipo de los regalos que llevaban. Estos presentes eran de personas pudientes y se atribuyó a que eran reyes, por otro lado se simplificó en “tres regalos, un regalo por rey” y listo el pollo. Los particulares nombres “Melchor, Gaspar y Baltasar” aparecieron en un mosaico, San Apollinaire Nuovo en Ravenna(Italia). En esta pieza de arte aparecen caracterizados al estilo persa con sus respectivos nombres sobre ellos y representando diferentes edades.

Mosaico de los “Tres Reyes Magos”, San Apollinaire Nuovo

Habrás notado que hay algo diferente, si, Baltasar era blanco. Esto cambió recién en el siglo XV cuando comenzaron a personificarlos con las tres razas de la Edad Media, Melchor como los europeos, Gaspar como los asiáticos y Baltasar como los africanos.

[…] Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos […] Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.[…] -Fragmento Mateo 2

Más allá de que ellos fueron los precursores de caer con medias como regalo, alguien les robó el lugar, un viejo bonachón y mágico, Papá Noel.
En el siglo XVI en el norte de Europa readaptaron la historia de San Nicolás, un obispo famoso por ayudar a los que mas lo necesitaban, con un simpático anciano al cual llamaron “Father Christmas”. Acá, como en muchos países hispanos, llegó como Papa Noel que es una adaptación del francés para Père Noël (Padre Navidad). Este era, y es, el encargado de repartir los juguetes para niñas y niños en todo el mundo, a bordo de su trineo tirado por 8 renos mágicos que vuelan por los cielos guiados por el reno de la nariz roja, Rodolfo.

Ilustración de Thomas Nast, 1869

El responsable del outfit de nuestro Santa Claus fue Thomas Nast, caricaturista alemán reconocido en Estados Unidos por sus ilustraciones políticas.

El resto es historia, cuentos, películas, publicidades y tantas cosas más han hecho crecer la figura de Papa Noel como un icono de la Navidad. Más allá de lo absurda que pueda sonar su historia, me gusta ver como los niños esperan todos las Navidades la llegada del viejo con sus regalos, yo también lo hago. La imaginación y la esperanza de los niños son cualidades que me fascinan y es por eso que siempre espero a Papá Noel, para seguir siendo niño, aunque sea por un ratito.

Yo soy un amante de la Navidad, aclaro por si no se nota tanto. Ya sabiendo que es una tradición totalmente armada para consumir, me gusta lo que genera en la gente. La alegría de compartir entre amigos y familiares, más allá de las diferencias que se puedan tener.
Y el regalo que siempre espero todos los años es compartir con mis seres queridos, y seguir sumando amistades para compartir las alegrías más allá de los presentes.
Sin importar cuando leas esto, si es comiendo el Vitel Toné o en pleno Junio, quiero decirte que cada día podés ser la Navidad para alguien, llevar la alegría y paz para tus allegados. Aprovechá de llamar a esa persona que hace rato la tenés colgada, salí a tomar algo con ese alguien que hace rato vienen con “Che nos tenemos que juntar” y recordá que el mejor de todos los regalos para los que te quieren es que compartas con ellos tu tiempo y tu vida.

¡Feliz Navidad inmundo animal y feliz Año Nuevo!

Fragmento de “Mi Pobre Angelito 2”

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Brian Leonel Miño
Voy a preguntar todo

Escribo para preguntarme cosas nuevas todos los días y lo comparto para crecer con los demás.