Abdelmalik Petitjean, adolescente reclutado por el Estado Islámico que participó en el asesinato del sacerdote francés. Foto de AFP

Pocos de los adolescentes radicalizados por el ISIS actúan realmente en solitario

Eso facilita considerablente su detección

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4 min readMar 26, 2017

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por ROBERT BECKHUSEN

El Estado Islámico, o ISIS, ha logrado un éxito creciente en el reclutamiento de adolescentes y preadolescentes en Occidente a través de los cuales planear y llevar a cabo sus ataques, según CTC Sentinel, el boletín informativo mensual del Combating Terrorism Center at West Point [Centro de Lucha contra el Terrorismo de West Point].

Pero lo más curioso es que muy pocos de estos ataques los planean “lobos solitarios” o terroristas autoradicalizados sin ningún tipo de contacto con un grupo o red más grande. De hecho, en la mayoría de los casos los adolescentes no se “autoradicalizan” sino que son captados directamente por miembros de la organización terrorista.

De 34 ataques perpetrados por adolescentes por orden o inspiración del ISIS en países occidentales desde septiembre de 2014, sólo el 20 por ciento lo fueron realmente en solitario, según el informe. En más del 17 por ciento de los ataques estuvo implicada alguna célula terrorista nacional sin relación con el Estado islámico, mientras que en la mitad de los casos existió algún tipo de contacto electrónico y en el 11'8 por ciento de los casos existió contacto directo en persona.

“Por lo tanto, no se puede afirmar que la principal amenaza terrorista proceda de adolescentes solitarios”, señaló Robin Simcox, investigador en contraterrorismo de la Heritage Foundation y autor del informe. “La difusión de su propaganda en Internet forma parte de las razones por las que el Estado Islámico ha logrado alcanzar un éxito sin precedentes con este grupo demográfico”, comentó Simcox.

Puede parecer obvio, pero tiene su importancia en la lucha contra el terrorismo. Si bien se le presta mucha atención a las causas sociales, psicológicas, ideológicas e incluso económicas por las que algunas personas se convierten en terroristas, además de aquellos casos de personas fácilmente influenciables aspirantes a yihadistas, resulta evidente que no se habrían radicalizado si sencillamente no hubieran sido captados por alguien más.

Acaba con los reclutadores y puede que haya menos reclutados.

Rachid Kassim, reclutador del Estado Islámico, posiblemente fallecido en un ataque aéreo estadounidense en febrero de 2017. Foto de un vídeo de propaganda del ISIS

“El aumento de las redes sociales, su popularidad entre la generación del milenio y la habilidad tecnológica de esa misma generación a la hora de utilizarlas han contribuido a los esfuerzos del Estado Islámico”, refleja el informe.

Un buen ejemplo de ello son Abdelmalik Petitjean y Adel Kermiche, que a los 19 años (la identidad de la mayoría de los jóvenes reclutados por el ISIS se mantiene en secreto debido a su minoría de edad) asesinaron al sacerdote de 86 años de edad Jacques Hamel en el pueblo normando de Saint-Etienne-du-Rouvray.

Según parece ambos jóvenes habían estado en contacto con Rachid Kassim, nacional francés, exrapero y destacado reclutador del Estado Islámico, posiblemente fallecido en un ataque aéreo estadounidense cerca de Mosul en febrero de 2017. No está claro si la muerte de Kassim reducirá la capacidad del grupo terrorista a la hora de captar jóvenes para su causa.

Sin embargo, la muerte de reclutadores en ataques aéreos, la pérdida de territorio y la reducción de su propaganda, dado que el Estado Islámico permanece en silencio ante la presión de la inteligencia de señales [SIGINT] de Occidente, puede que no ayuden al grupo terrorista. Seguramente el Estado Islámico preferiría emitir más propaganda y contar con más reclutadores trabajando día y noche.

Simcox destaca que el ritmo de los ataques en Occidente ha aumentado considerablemente. Las mayores dificultades para viajar a Siria e Irak probablemente estén contribuyendo a los ataques en Occidente y a que los reclutados busquen blancos más cerca de casa.

“La amenaza que presentan los adolescentes y preadolescentes radicalizados, de ambos sexos, ha aumentado desde que el Estado Islámico proclamó su califato”, indica el artículo de CTC Sentinel.

“Esta realidad ya ha dejado dos muertos y más de dos docenas de heridos en Occidente y supone una razón convincente para que los esfuerzos contraterroristas se centren precisamente sobre aquellos integrantes del Estado Islámico que instigan y ordenan este tipo de ataques”.

Afortunadamente se lograron evitar varios ataques gracias a que los padres alertaron a las autoridades sobre la radicalización de sus hijos. Los padres, y no la Policía, suelen ser los que detectan primero signos de radicalización en los jóvenes. Una de las primeras prioridades de una estrategia contraterrorista ha de ser ayudar a los padres, sin criminalizar a ninguna clase de personas ni asustarles y que entonces guarden silencio.

Traducido por Jorge Tierno Rey, autor de El Blog de Tiro Táctico.

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