Así es la vida con un gato asmático como mascota

¿Cómo es vivir con un gato asmático?

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Es curioso que hoy en día nos encontremos con situaciones que creíamos eran únicas para los humanos, como lo son ciertas enfermedades. Es el caso del asma o enfermedades respiratorias asociadas con alergias, que ya no son exclusivas para nosotros los humanos.

Bueno, déjame contarte que en los gatos el asma es más común de lo que crees y hoy te voy a contar un poco de mi experiencia con mi gato asmático.

Su nombre es Hugo, es un gatico criollo de color negro que fue abandonado al mes y medio de nacido en un parque una noche fría de octubre, en Bogotá. La verdad, en mi humilde opinión (la de una persona común y corriente), desde ahí hubo problemas con sus bronquios y fue la sumatoria del frío excesivo más el destete tan pequeño ayudó a desencadenar su enfermedad.

Haciendo un pequeño paréntesis en este punto, los expertos recomiendan todo un proceso de destete que puede ser hasta de 7 semanas de vida del gato. La madre gatuna le enseñará a buscar el alimento por sí solo y en ese proceso de crecimiento en esas pocas semanas de vida, su sistema inmune irá madurando.

La primera vez que sospeché que algo andaba mal, el gato ya tenía 3 años. Después de entrar a su arenera salía con una tos rara, era como si intentara toser pero no podía hacerlo, incluso, llegué a pensar que estaba atorado o que se había tragado algo.

Luego de un tiempo, ese tipo de episodios seguían repitiéndose, ya no sólo cuando entraba a su arena sino también cuando hacía mucho frío o aparentemente porque sí. Digo aparentemente porque después de hablar con la veterinaria, ella me explicó que debía revisar todo lo que usaba en mi casa para limpiar y para lavar mi ropa ¡Incluso mi perfume! Ya que estos elementos suelen tener químicos poco favorables para las personas y animales con síntomas alérgicos.

Para hacer la historia larga un poco más corta, la doctora veterinaria le hizo varios estudios, en donde efectivamente sus bronquios no estaban bien. El tratamiento lo comenzaron con terapias respiratorias y en vista de su poca efectividad pasamos a unas inyecciones de corticoides especiales para este tipo de casos. Todo esto si te recomiendo siempre de la mano de un veterinario/a que sea empático/a con tu gato y la situación.

Hoy en día hemos logrado adoptar hábitos que le ayudan a ser un gato totalmente normal, los cuales te compartiré; como por ejemplo contratar un servicio de niñera si me voy de viaje. He notado que mi gato en particular el cambio de ambiente lo estresa a tal punto que su asma empeora a escala.

Considero que cuando adoptas un animalito es un compromiso con él en cada momento, en las buenas y en las malas. Es un ser que depende de ti y tus decisiones.

Estos tips que te comparto desde mi experiencia durante 7 años con mi gatuno, no solo favorecen la salud del gato, sino que también sirven para la tuya y los que habitan en tu casa:

1. Revisa que la arena no suelte tanto polvo. Es normal que la arena haga algo de polvo, pero imagínate que cada vez que entres al baño salga polvo y se quede atrapado en el lugar, ya que usualmente las areneras de los gatos se encuentran en espacios cerrados y con poca ventilación. Esta situación puede mejorar si buscas arenas de origen natural.
2. La arenera debe ser amplia y con buena ventilación. Si la arenera está cerrada verifica que el gato pueda entrar cómodamente y si es posible quítale la tapa. Y no te olvides de revisar que la caja de la arenera sea profunda para que tu gato no saque tanta arena alrededor.
3. Dale una mirada a los elementos con los que limpias tu casa. La verdad es que en este punto debes volver a lo básico para limpiar tu casa. Menos es más, tanto para tus vías respiratorias como para la de tus mascotas. Intenta hacer la lejía de hipoclorito (20 ml de Clorox / límpido por cada litro de agua) para desinfectar y luego puedes usar vinagre y una esencia sutil para que sientas la sensación de limpio en tu hogar. Nada se te va a dañar y no se va a alterar el olor de tu hogar.
4. Revisa los jabones de ropa. Si dejas que tu mascota se siente en tu cama o tú la cargas, la ropa no debería oler a jabón o suavizante. Este olor no le ayuda a las vías respiratorias, pues en ellos se intensifica y se queda atrapado en su naricita. Busca jabones para bebés, ya que limpian bien y no tienen tantos químicos. A tu piel le hará bien.
5. Utiliza una aspiradora y no una escoba. El polvo no es tu amigo cuando eres asmático, así que mejor evita esparcirlo en el ambiente.
6. Evita que tu mascota, en este caso gato, se estrese. Observa bien qué no le gusta a tu gato o qué lo hace sentir incómodo o nervioso, evítale esos espacios a toda costa. El estrés hace que su asma aumente o empeore.

Espero que esto te sirva para manejar las condiciones de salud que algunos gatunos pueden presentar. Es una situación que puede desencadenar una enfermedad respiratoria grave. Sin embargo, no debes olvidar que es una enfermedad es muy llevadera, solo necesitas empatía con tu gato y observar mucho para poder identificar qué necesita, qué funciona o qué no.