Así descubrí que mi perro sufre de ansiedad

Natalia Duque Martínez
Wauf!
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5 min readMar 22, 2021

“Nuestro perro ha entendido lo que es una familia incondicional que lo ama y siempre lo alimentará, mientras que nosotros hemos entendido las consecuencias que pueden tener nuestras acciones sobre los peluditos.”

Hace aproximadamente dos años adopté un perro de raza Bulldog que tuvo un pasado triste y lleno de complicaciones familiares. Este perrito había pasado por dos familias con tan solo dos años y parecía que nadie tenía el tiempo y el cariño que él necesitaba. Su nombre es Marco Antonio y es un perro que llegó con malos hábitos que resultaron muy difíciles de corregir, a pesar del inmenso amor que se le dio desde su llegada.

En primer lugar, siendo su segundo año de vida, Marco todavía no sabía ir al baño donde se le indicaba y los pañales para perro resultaban inútiles ya que él parecía no entender su función. Adicionalmente, cuando lo adoptamos (porque fue una decisión familiar muy trascendental) nos dijeron que él solo comía una vez al día, lo cual me pareció extraño porque he tenido perros antes y jamás les di de comer menos de dos veces al día.

Marco Antonio — @marcoantoniobull en Instagram

Esto fue lo más evidente, su desespero por la comida y sus problemas para ir al baño. Cuando notamos esto, de inmediato recurrimos a nuestra veterinaria y a un entrenador de perros de la Cruz Roja Colombiana que nos recomendaron. Estos personajes fueron fundamentales para Marco, pues nos ayudaron a entender que este perro sufre de ansiedad. Nosotros jamás habíamos visto la ansiedad en una mascota a un nivel tan potencializado como el de nuestro gordito, así que entendimos que él fue maltratado antes de llegar a nuestra familia.

Es curioso, pues nosotros solíamos ver el maltrato animal como algo netamente físico, pero el daño que sus familias pasadas le causaron iba más allá, a lo psicológico. La convivencia con Marco se tornó compleja, pues parecía que, literalmente, nunca hubiese comido en su vida. También llegó al punto en el que se comía sus heces cuando no aguantaba e iba al baño dentro de la casa, era como si tuviese miedo de ser reprendido por haberlo hecho en el lugar equivocado y estuviese evitando un regaño. A estas señales se suma una constante hiperventilación por cualquier mínimo esfuerzo y un acto muy particular de los perros con ansiedad, Marco se muerde sus patitas a tal punto de irritar su piel.

No fue fácil, recurrimos a medicinas naturales e intentamos darle cannabis medicinal, pero la ansiedad de Marco fue más fuerte que estos medicamentos. Los daños que sufrió su psique son irreparables, pero poco a poco le hemos demostrado que seremos su familia por toda la vida y que con nosotros jamás le faltará nada.

Ahora bien, es preciso preguntar, ¿Cuáles fueron esas señales que indicaron que Marco Antonio sufre de ansiedad? Aparte de su desespero por conseguir comida y el hecho de que se muerde las patas delanteras, Marco no toleraba estar solo, se volvió un perro destrozón y agresivo. Más tarde entendimos que todos esos destrozos se relacionan a algo llamado “ansiedad por separación” y su agresividad se vincula al miedo que le generan ciertas personas, que en mi opinión le recuerdan a sus hogares pasados.

Mi familia tuvo que pasar por un proceso de más de un año para enseñarle a Marco a ir al baño o a hacernos caso cuando llega la hora de la comida, de hecho, todavía estamos en este proceso, intentando entender el porqué de sus reacciones y dispuestos a darle todo el amor que él y cualquier perro se merecen. Ha sido lento, pero nos ha permitido conocer a un perro herido que está lleno de miedos y necesita mucho cariño.

Algo que noté con toda esta compleja experiencia es que hay muchas señales claras que pueden ser indicios de ansiedad canina y nosotros como dueños no estamos percatados de ellas. A continuación, encontrarán algunas de ellas:

· Ladridos o aullidos incesantes cuando su dueño no está en casa

· Jadeo excesivo (incluso cuando no hace calor)

· Temblores

· Huir y/o encogerse de miedo en las esquinas de la casa

· Cavar profundamente sin motivo aparente

· Escapar de su patio u hogar

· Destruir muebles

· Autolesión, incluyendo lamido o masticación excesiva

· Falta de apetito

· Orina frecuente

· Incapacidad general para descansar y permanecer tranquilos

Es normal que los perros tengan algunos de estos comportamientos esporádicamente, pero no es bueno para su salud que sea algo repetitivo. Debemos indagar en cada alerta, pues es nuestro deber como dueños entender el comportamiento de nuestras mascotas, corregirlo y apoyarlas durante todo su proceso. Es importante poner atención si alguna de estas situaciones se vuelve repetitiva y consultarlo inmediatamente con un/a veterinario/a experimentado/a.

Marco Antonio — @marcoantoniobull en Instagram

No soy etóloga, ni experta en perros, pero estos son algunos de los consejos que recibí y me ayudaron a corregir el comportamiento de mi perro:

· No gritarle. Es probable que un perro ansioso tenga momentos de mucha energía y se comporte efusivamente, sin embargo, es importante mantener la calma y redirigir su comportamiento con algún incentivo, como un snack o un juguete.

· No alejarlo o empujarlo, así sea suavemente. Los perros son animales que buscan ser amados y aceptados, así que al ser empujados o aislados se van a esforzar cada vez más por agradarte y buscar tu aprobación acercándose más y más. Lograrás un efecto opuesto al deseado, que es un perro tranquilo cerca de ti.

· Incentivar su buen comportamiento. Cuando tu perro esté en calma y actúe como te gusta, dale un premio. Él asociará su buen comportamiento a este incentivo y es la oportunidad perfecta para consentirlo un poco mientras le refuerzas la idea de que está bien que esté tranquilo.

· Asegúrate de mantener la calma cuando tu perro se irrite. Los perros ansiosos pueden ser impredecibles en su accionar, pero es sumamente importante mantener un tono firme frente a ellos para que acaten órdenes.

· Utiliza palabras clave. A mí me recomendaron no utilizar la palabra “No” con mi perro, ya que es de uso común y puede resultar confuso para él escucharla numerosas veces. Por este motivo, utilizo expresiones cortas como “¡Ey!” o le digo “baño” cuando vamos a salir, él parece haberse acostumbrado a estas cortas palabras.

Marco ha superado lentamente sus malos hábitos gracias al amor y la paciencia que hemos tenido con él. Aunque nos queda camino por recorrer, entendemos que su ansiedad va más allá de los caprichos de cualquier perro, debemos trabajar su confianza y acompañarlo en este difícil proceso. Este ha sido un aprendizaje por ambos lados, nuestro perro ha entendido lo que es una familia incondicional que lo ama y siempre lo alimentará, mientras que nosotros hemos entendido las consecuencias que pueden tener nuestras acciones sobre los peluditos.

Ser un dueño responsable incluye entender y acatar las necesidades particulares de tu perro. Acompáñalo y analiza cada uno de sus movimientos, es muy fácil corregir estos comportamientos si se detectan rápidamente, además podrás evitarle un daño irreparable a tu mascota.

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