Gatos de terapia y acompañamiento emocional

Natalia Duque Martínez
Wauf!
Published in
4 min readFeb 24, 2021

Los gatos son de los animales domésticos más comunes y su adaptabilidad ha permitido que haya un vínculo cada vez más cercano entre ellos y el ser humano. Se afianzaron los lazos a tal punto que encontramos en ellos un animal de terapia y acompañamiento emocional.

Aunque hay muchos que creen que los animales de compañía y tratamiento por excelencia son los perros, cada vez es más común encontrar gatos de terapia y acompañamiento emocional. La terapia asistida con animales (TAA) resulta ser sumamente efectiva para personas con problemas cognitivos o trastornos mentales graves. Veremos por qué los gatos son una excelente opción para este tipo de tratamientos.

Es bien sabido que la salud mental y los trastornos cognitivos son temas de los que hablamos con más frecuencia y menos tapujos, como debería ser. Ahora bien, la cuestión es, ¿Son los gatos buenos para este tipo de enfermedades y trastornos? Existen diversos tipos de tratamientos, pero la TAA en estos casos se ha vuelto frecuente y ha reforzando nuestro vínculo con especies como los gatos.

El protagonismo de estos animales se debe a lo fácil que se adaptan a nuestras condiciones de vida y a la diversidad de escenarios que habitamos. De igual manera, existen estudios relevantes acerca de los gatos que nos han permitido tener un mejor entendimiento de su comportamiento y de su interacción con los seres humanos.

¿Qué son los gatos de terapia y de soporte emocional?

Los gatos de terapia y soporte emocional hacen parte del creciente grupo de animales que participan en la Terapia Asistida con Animales, que es cualquier tipo de tratamiento o intervención en la que se incorpore un animal como parte de un procedimiento en el área de la salud. El objetivo de este tratamiento es promover una mejora en las funciones físicas, psicosociales y/o cognitivas de las personas.

Además de los perros, son muchos los animales que se pueden encontrar en este tipo de terapias, cómo los caballos con la reconocida equinoterapia e incluso animales de granja como conejos, cabras y hasta minipigs (cerdos miniatura). Los gatos no son la excepción a esta popular tendencia, por el contrario, cada vez hay más gatos terapéuticos.

Los animales de terapia deben ser seleccionados y entrenados para tal fin. Tienen que estar adiestrados, ser dóciles y predecibles en su accionar. Muchos gatos domésticos cuentan con estas cualidades y por esto, son perfectos para estos tratamientos.

El bienestar de los gatos de terapia no es una preocupación, ya que la práctica resulta ser inofensiva para ellos. Para que un gato sea apto debe disfrutar del contacto social, ya que no sabe que está trabajando en una sesión terapéutica, sino que él lo interpreta como un momento de juego o una demostración de afecto.

En lo que respecta a los gatos de apoyo emocional, es necesario aclarar que no son animales que hayan pasado por un proceso de selección y tampoco deben haber sido entrenados. Como su nombre lo indica, su rol en la vida de las personas es el apoyo emocional, por lo que su mera presencia produce efectos terapéuticos, que contribuyen a mejorar la salud mental y emocional de las personas, sin importar si están o no bajo tratamiento psicológico.

Beneficios de los gatos de terapia

Estos son algunos de los beneficios de tener un gato como animal terapéutico o de apoyo emocional:

  • En varios casos, se ha podido observar que disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Su ronroneo y las caricias que les damos nos llevan a estados de relajación.
  • Disminución del estado de estrés y de las dolencias físicas que puedan deberse a ello.
  • Ayudan a fortalecer el sistema inmune en adultos y niños. Lo que disminuye los riesgos de desarrollar asma y alergias.
  • Ayudan a mejorar el estado de ánimo y alivian sentimientos de soledad, aportando un sentido de responsabilidad y de mantener hábitos y rutinas.

¿Dónde encontrar un gato de apoyo emocional?

Como estos gatos deben ser amaestrados antes de ser aptos para trabajar con humanos, los gatos de terapia deben ser parte del diagnóstico y tratamiento de un profesional de la salud. Los encuentros con los pacientes deben ocurrir en sitios especializados, donde el animal siempre se encuentre bajo observación y en situaciones controladas.

Sucede todo lo contrario con los gatos de apoyo emocional. Podría decirse que cualquiera que sienta un vínculo afectivo con su mascota, tiene una animal de apoyo emocional.

Muchos hemos tomado consciencia sobre la cantidad de gatos que están en busca de un hogar, y por falta de políticas a favor del cuidado y protección de los animales, la población de gatos sin hogar supera a la cantidad de posibles adoptantes. Los gobiernos, en la mayoría de países, tienen entidades encargadas de los animales sin hogar y el control de su población (especialmente perros y gatos). No obstante, la población de animales callejeros y en estado de abandono sobrepasa la capacidad de dichas entidades.

La situación en muchos países es crítica para los animales de la calle. Pero, la buena noticia es que tenemos muchas opciones a un click de distancia. Existe un extenso número de fundaciones que diariamente se dedican a rescatar, rehabilitar y dar mascotas en adopción.

¿Cómo encontrar dichas fundaciones o refugios? Basta con buscar en Google, o en el buscador de nuestras redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, etc.) las palabras adopción de gatos, seguidas del nombre de la ciudad del adoptante. Por ejemplo, ‘adopción de gatos Madrid España’, cuya búsqueda en Google arroja alrededor de 4,240,000 resultados. Es muy sencillo, pero es necesario pasar por un proceso de adopción responsable, por la calidad de vida del animal y del ser humano.

Adoptar cambia vidas, ¡Todos podemos tener un gato de apoyo emocional!

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