Say goodbye to the orange skin
En el mundo de la belleza, existe un “miedo” que en un momento u otro plaga la mente de cualquier mujer: La Celulitis. Pero qué me dirían si les propongo un fin a ese problema, en un proceso tan rápido como para realizarlo en tu hora de almuerzo… si, probablemente exclamarían: “¡Está loco doctor!” ¡Pues no lo estoy! Estos “hoyuelos”, simbólicos a la piel de naranja, se creían invencibles sin intervención quirúrgica hasta la introducción de una nueva tecnología llamada Cellfina.
Esta tecnología es apta para cualquier persona que tenga celulitis leve o moderada, el tratamiento se conlleva a través de un aparato que succiona el tejido, creando un sistema de “vacío”. En vocabulario técnico, las agujas en el aparato desbridan, o separan, los tabiques o septos fibrosos que están tirando de la superficie de la piel, consiguiendo dejar una superficie más lisa y uniforme.
El procedimiento se hace cuantas veces sea necesario, y depende el número y tamaño de áreas a tratar. Se puede hacer en cualquier parte del cuerpo, siendo las áreas más comunes: Los glúteos y muslos. Una sesión usualmente no pasa de 30 minutos y requiere aplicación de anestesia local, convirtiéndose además en un procedimiento ambulatorio.
Parece como arte de magia, pues los resultados del procedimiento se ven inmediatamente; aunque a veces la inflamación no permite que se vea el aspecto definitivo. La permanencia de los resultados es de por lo menos un año, pero teóricamente pueden durar mucho más que eso. El único efecto adverso, podrían ser moratones o hematomas.
La Cellfina ha sido catalogada como el tratamiento más eficiente, hasta el momento, para tratar la celulitis. Hecha por cirujanos y dermatólogos, el fin de la celulitis está más accesible y menos invasiva.
Así que no te preocupes, la celulitis permanente ya es algo del pasado.
