¿Sabés qué es la huella de carbono?

Cada una de nuestras actividades y decisiones cotidianas tiene un impacto en el medio ambiente. Los transportes que elegimos para movernos, la comida que consumimos cada día, la tecnología que usamos para trabajar, para divertirnos y para comunicarnos, cada uno de ellos afecta, en mayor o menor medida, al planeta que habitamos. ¿Pero, cómo medimos ese impacto, y cómo lo asociamos al calentamiento global?

La cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera, de manera directa o indirecta, se resumen en un indicador ambiental que llamamos huella de carbono. En este indicador se suman todos los gases emitidos en una sola unidad denominada carbono equivalente. Cuando decidimos comprar comida, por ejemplo, la huella de carbono abarca los gases emitidos desde la producción del alimento hasta el transporte que se utiliza para que llegue a nuestras casas. La emisión de estos gases son los que afectan directamente al calentamiento global, ya que se condensan dentro de la atmósfera y provocan que suba la temperatura media del planeta.

Y esta parte ya la entendemos bien: el calentamiento global es una problemática mundial, que tiene grandes consecuencias a largo plazo en el ambiente. Tanto es así que obligó a los países a tomar acción, fijar objetivos en común y firmar El acuerdo de París que tiene como objetivo central limitar el incremento de la temperatura media global por debajo de los 2 °C, con esfuerzos tendientes a 1,5 °C, reconociendo que esto reduciría significativamente los riesgos e impactos del cambio climático.

De acuerdo al último reporte de Climate Transparency — fuente que documenta la situación climática de los países del G20- dentro de las fuentes de mayor emisión de carbono en el mundo se encuentran la energía y el transporte, ya que seguimos usando o valiéndonos en gran medida de centrales térmicas para la generación de energía.

Para mitigar estas emisiones se puede pensar en alternativas más sustentables que reduzcan la huella de carbono desde el momento en que se genera la energía, optando por fuentes solares o eólicas, reemplazando el impacto que implica el uso de combustibles fósiles.

A su vez, necesitamos actuar inmediatamente. Y para estar dentro de un rango justo y compatible, a nivel global se deben reducir las emisiones.

¿Pero cómo podemos empezar a reducirlas?

Hoy en día las personas o entidades que tienen una visión real de sus emisiones, lo buscan por iniciativa propia. Por lo que se podría decir que el alcance de personas conscientes de su huella de carbono es una minoría.

En primera instancia entonces, es necesario que tanto individuos como organizaciones sean capaces de relacionar directamente sus hábitos de consumo con las emisiones que provocan como consecuencia.

Algunos hábitos son más medibles que otros, y de hecho, algunas de estas mediciones las tenemos disponibles en nuestro día a día. Un gran ejemplo es nuestro consumo diario de energía.

En mayor o menor medida, todos accedemos a un contador de cuánto consumimos y eso se puede trasladar proporcionalmente a cuánto carbono estamos emitiendo. Hoy en día, la mayoría de las personas tenemos esta información de manera mensual o bimestral gracias a la factura que nos provee la distribuidora de energía. Pero el gran provecho está en ser conscientes en el día a día, contar con esa información todo el tiempo y trasladarlo a pequeñas acciones. Cada uno, como usuarios domésticos de energía, seríamos más conscientes de la energía que consumimos si pudiésemos acceder a esa información en tiempo real y decidir en el momento qué hacer o cómo modificar hábitos.

Es por esto que el uso de smart meters y la digitalización de los datos juega un papel muy importante en la concientización de las emisiones de carbono.

Los smarts meters son medidores de energía que brindan información personalizada y en tiempo real, de la energía que se consume, y en consecuencia, se puede pensar en el carbono emitido, permitiendo al usuario consumidor de energía tomar mejores decisiones respecto a su impacto.

Pero eso solo no es suficiente. La digitalización de esta información también es parte de la transición energética. Aquí es donde surge un eslabón importante en esta cadena llamada concientización. Un compromiso y acuerdo tácito entre consumidores finales sustentables, buscando ser conscientes de sus emisiones, y las empresas de servicios públicos conocidas como Utilities, que actúan como distribuidoras de energía y como canal de comunicación para los usuarios. Pudiendo, idealmente, brindar información general y personalizada a sus usuarios acerca de sus consumos ayudándolos a tomar consciencia de los mismos y de las emisiones que generan.

Desde Widergy, ayudamos a estas empresas a disponibilizar dicha información con nuestros productos. Digitalizando los datos y facilitando los procesos a través de plataformas digitales que contribuyen a transformar la manera en la que las personas se relacionan con los servicios públicos.

Podemos pensar desde los históricos de consumo en un año en comparación al anterior, o a datos personalizados acerca de cuánto consume el aire acondicionado un domingo al mediodía de mucho calor a través de una app mobile de la oficina virtual, hasta sugerencias más generales sobre el uso del lavarropas en horarios de poca demanda. Si nos ponemos a pensar soluciones, la lista se hace larga y toda esta información disponible podría generar que más usuarios tomen conciencia de sus acciones.

Si el primer paso es ser conscientes, busquemos serlo. En Widergy esperamos que está pequeña introducción de huella de carbono, sea utilizada como una invitación a pararse, reflexionar y pensar en el impacto que generamos. Que permita analizar soluciones a corto, mediano y largo plazo, y cuáles son nuestros pasos a seguir de aquí en adelante.

Esperemos que la información nos llegue, pero también salgamos a buscarla. Pensemos en cómo cambiar hábitos, cómo mejorar el consumo, cómo reducirlo, así logramos reducir nuestras emisiones. Y ¿por qué no? Empecemos a pensar en cómo compensar todo eso que estamos emitiendo, porque ese es el próximo paso.