Venciendo el síndrome del impostor

Andrea Maucaylli
witperu
Published in
3 min readJun 14, 2017

Nunca había escuchado del término antes, pero en una charla, donde una compañera de clases, le preguntaba a la expositora cómo lidiar con la constante sensación de no ser lo suficiente buena o lo suficientemente rápida para aprender. Al escuchar en qué consistía el síndrome mas de una se sintió súper identificada, y todas levantamos nuestras manos (ambas) a la pregunta ¿cuántas se sienten así?

Pero ¿qué es?

Síndrome del impostor

“ Fenómeno psicológico en el que la gente es incapaz de interiorizar sus logros. No es una enfermedad mental oficialmente reconocida.”

Pauline Clance, acuñó el término por primera vez, en 1978.

Quienes hemos padecido este síndrome, nos sentimos con la apremiante sensación de nunca estar a la altura, de no ser competentes o capaces. Si logramos algo, pensamos fue cosa de suerte, cosa de azar mas no de nuestras habilidades, esfuerzo y/o inteligencia. Te sientes un fraude, un impostor.

En ese entonces cuando investigué más sobre este síndrome, descubrí que era mas común en mujeres que se desenvolvían en áreas de alta competencia y exigencia. Mujeres en STEM (Ciencia, tecnología, ingenierías, matemática)carreras y campos usualmente dominados por hombres y ello debido a ciertos mindsets muy interiorizado en nuestra sociedad, que de forma inconsciente asimilamos desde pequeñas, las mujeres debemos ser perfectas.

Y es así que me di cuenta que desarrollé este síndrome al estudiar en un donde cada día era una avalancha de información por procesar, entender, asociar y aplicar, información que no llegaba a entender del todo, o mejor dicho casi nada pero que al final lograba aplicar sin saber muy bien cómo en los diversos proyectos que desarrollamos, además al estar expuesta a constantes visitas de personas que ensalzaban mi conocimiento en temas de desarrollo web, que muchas veces sentí era muy básico, trajo como resultado mi cuadro severo de este síndrome, es mas se convirtió en una epidemia en el bootcamp, las chicas dudábamos de nuestra capacidad, de lo que sabíamos y no sabíamos y desesperadamente buscábamos que cubrir esas brechas o lagunas de conocimientos, trayendo como resultado aun mas estrés y frustración.

Afortunadamente ya consciente de ello, empecé a expresar el cómo me sentía con las chicas, a compartir mis miedos e inquietudes, que eran las mismas que todas sentíamos, los “no sé nada”, los “yo tampoco entiendo” se transfiguraron en “hay que tratar de entender entre todas”, en “creo que esto es así”, “yo lo entiendo de esta forma”, “ven, te explico”. Poco a poco entendimos que el aprender es un proceso que no siempre es igual para todos, que no irá al ritmo que esperamos o que a veces necesitamos y que no todos aprenden de la misma forma y con la misma rapidez. Nos enfocamos tanto en la meta que olvidamos nuestro punto de partida, de cuánto habíamos aprendido, de cómo pasamos de no saber que era un browser, un servidor a crear páginas web de cero, que ya eramos exitosas, súper increíbles al haber decidido emprender un camino en la tecnología.

Así que si alguna vez te has sentido así, exprésalo, y empieza a reconocer tus logros y recuerda siempre, que desde que iniciaste tu viaje para aprender algo (sea o no en el sector tech), ya perteneces aquí a los que se atreven a aventurarse a lo desconocido, se atreven a retarse, a salir de la zona de confort.

Como consejo final te recomiendo como una buena estrategia al aprender es el ir poniéndonos pequeñas metas, celebrarlas al cumplirlas, ir paso a paso y sobretodo compartir lo aprendido.

--

--