5 grandes temas en América Latina y el Caribe en 2020

Camino al hambre cero en la región.

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Los cultivos de maíz dependen de las lluvias para su crecimiento. Un retraso o un adelanto de las lluvias arruina los cultivos como estas milpas en el Corredor Seco en Guatemala. Fotos: WFP/Elio Rujano

Alcanzar el hambre cero depende de múltiples factores, entre los cuales destacamos:

Cambio climático

Los agricultores de subsistencia son los más afectados por la variabilidad climática. Los cultivos pueden ser destruidos si cae mucha lluvia, poca, nada o a destiempo. Cuando la situación es crítica y no hay comida, los agricultores se ven forzados a migrar a las ciudades o países vecinos en busca de trabajo. Millones de personas viven esta realidad en el Corredor Seco centroamericano y en Haití, por ejemplo. WFP ayuda a los agricultores a crear nuevos medios de vida y a generar ingresos para hacerse resilientes.

“Estamos viendo un cambio en el clima que se está volviendo cada vez más fuerte”: Elvia Valencia, Ecuador

Mira en este video qué hace WFP para asistir a comunidades que buscan adaptarse al clima errático:

Migración

Hay un vínculo entre la migración y la seguridad alimentaria en el Corredor Seco centroamericano. Es el caso del salvadoreño José Cirilo, quien nos cuenta su historia desde su comunidad.

José Cirilo Mendoza, un agricultor de subsistencia, vive en el Corredor Seco de El Salvador. Foto: WFP/Jonathan Dumont.

“Si las cosas volvieran a ser como antes de las sequías, me quedaría en El Salvador”: José Cirilo

La migración también impacta a Colombia, Ecuador y otros países de la región, que han recibido a un gran número de venezolanos. WFP tiene operaciones de asistencia alimentaria a los migrantes más vulnerables en ambos países y a comunidades de acogida.

(De izq. a der.) Voluntarios listos para servir el almuerzo a migrantes en Colombia (Foto: WFP/Deivid Torrado). Migrantes reciben un kit de alimentos a su llegada a Ecuador (Foto: WFP/Elio Rujano). Otros migrantes vulnerables reciben bonos para canjearlos por alimentos en supermercados. (Foto: WFP/Darío Lopera)

Nutrición

Existe una alta prevalencia de problemas de malnutrición en nuestra región asociados con la falta de acceso y disponibilidad a los alimentos y con la forma en como son consumidos. La coexistencia de la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad en una misma población o familia se le conoce como doble carga y representa un gran desafío para la región.

“Ahora me alimento mejor y sigo produciendo leche para mi bebé”: Flora García, Honduras

El costo de la doble carga de la malnutrición en salud, educación y pérdida de productividad es alto para los países afectados, trayendo repercusiones en el desarrollo económico y social.

Ensalada de frijoles preparada por una familia salvadoreña en el Corredor Seco con productos de su huerto. Otra familia, esta vez hondureña, muestra los suyos. Una niña participa de un programa de nutrición en Rep. Dominicana. (Fotos: WFP/Rocío Franco y Celestino González)

La siguiente gráfica explica cuál es el costo de la doble carga en algunos países de la región, según estudios que lanzamos al respecto.

Protección social

A la izq, distribución de dinero en efectivo luego del huracán María en Dominica (Foto: WFP/Zerina Karup). Merienda escolar en Nicaragua. (Foto: WFP/Sabrina Quezada).

En América Latina y el Caribe, las redes de protección social cubren a más de 200 millones de personas (35% de la población). Por ejemplo, los programas de comidas escolares proveen desayunos, almuerzos o meriendas a más de 85 millones de niños, mientras que los programas de transferencias monetarias llegan a 130 millones de personas en 20 países.

“Gracias a este dinero no solo hemos comprado los alimentos; también compramos unos cuadernos para que los cipotes [niños] puedan ir a la escuela”: Noe, Honduras

Por su alcance, estas redes pueden adaptarse, expandirse y usarse para asistir a poblaciones afectadas por crisis.

El siguiente video explica cómo la protección social puede salvar vidas durante las emergencias:

Preparación y respuesta a las emergencias

En el sentido de las aguas del reloj: rescatistas evacúan a un herido en un simulacro de terremoto en Nicaragua. Funcionarias de gobierno aprenden a usar drones en Bolivia. Chiara Dara del WFP entrega alimentos a damnificados por el huracán Dorian en las Bahamas. (Fotos: WFP/Sabrina Quezada; Morelia Eróstegui; archivo)

América Latina y el Caribe es la segunda región del mundo más propensa a los desastres, según la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA). Desde el 2000, 152 millones de personas han sido afectadas por 1.205 desastres, como ser huracanes, terremotos, sequías, incendios, temperaturas extremas y erupciones volcánicas.

“Nuestra meta es que cuando tengamos una emergencia no haya pérdida de vidas humanas”: Gustavo Castro, Nicaragua

La preparación y respuesta de ayuda a los países para combatir los peores efectos de las emergencias que puedan ocurrir en el futuro es crucial, en especial cuando el cambio climático está haciendo más fuertes y más frecuentes algunos fenómenos.

Nuestra oficina en Barbados es un ejemplo de este apoyo a la preparación y respuesta a las emergencias en el Caribe. Lee la siguiente historia.

Para mayor información, visite nuestra web.

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Elio Rujano
Historias del Programa Mundial de Alimentos

Periodista, trabajador humanitario en @WFP_ES. Las opiniones expresadas son propias. Journalist, humanitarian worker at @WFP_ES. Opinions are my own.